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El mensaje de fin de año de José Ignacio Landaluce sigue la tónica de la política de comunicación del gobierno municipal, cercana a la propaganda y siempre con tintes autocomplacientes. Y desde luego sin atisbo de autocrítica alguna de la gestión del gobierno municipal. Ni una palabra para reconocer errores o para pedir disculpas a la ciudadanía por tal o cual cuestión espinosa mal manejada o ejecutada.
Supongo que el círculo de confianza del alcalde nada le advertirá cuando surgen, lo cual solo tiene un perjudicado, el propio alcalde por mucho que no le guste escuchar crítica alguna. Más aun cuando este bendito pueblo paga el sueldo a 27 asesores de confianza, que no están para tocar las palmas que se sepa.
Muy al contrario, el mensaje del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, sí que tuvo un cariz mucho menos complaciente, admitiendo problemas en los servicios públicos, admitiendo que “pueden funcionar mejor”, y que el ciudadano, muy lógicamente y con toda la razón, no puede entenderlo cuando se trata de sanidad, educación, dependencia, etc…
A pesar de grabarse el mensaje en el Puerto de nuestra ciudad, no debió estar el alcalde muy atento a tal honesto reconocimiento de los errores propios en boca del presidente. Cuando menos, es lo que merece el ciudadano con criterio, que no lo tomen por tonto del todo, pregonando las maravillas supuestamente ejecutadas, pero ocultando las miserias que cada día, y cada vez con más frecuencia, afectan a este gobierno municipal.
Landaluce podría haber dicho que iba a investigar qué ha pasado con los sistemas de contratación y de elección de personal de Algesa, puestos muy en duda por auditores externos y por la Oficina Antifraude de Andalucía, y que han sido denunciados a Fiscalía; o también que iba a mejorar otra cuestión que estudia tal oficina, esto es la gestión de selección del personal municipal, expediente que también maneja Antifraude.
También podría haber reconocido que su proyecto estrella, el Lago Marítimo, corre serio riesgo de declararse ilegal, como ya ha hecho en primera instancia el TSJA, pero que el Ayuntamiento va a hacer lo que la Ley le exige que es aprobar un Plan Especial Urbanístico del frente litoral; o que la Escalinata la construye por imposición judicial, después de haber validado durante años la actividad de un parking ilegal con sentencia de demolición, y que se piden disculpas a la ciudadanía por el coste millonario que este desaguisado ha tenido. O que la subida del IBI que aprueba, que también tiene serios tintes de ilegalidad, se aprueba para mejorar la gestión, que lo comprenda la ciudadanía. O cuanto menos, si todo lo anterior no son temas que le guste poner en su boca, que nos explique por qué no sonaron las campanadas de fin de año para estafa de muchos algecireños que las esperaban en la Plaza Alta, o qué va a hacer con el funcionario o autoridad que ha gestionado el expediente del poblado navideño, que no se pudo inaugurar hasta el 30 de diciembre, y si ello tendrá una reducción del precio de tal contratación. Veremos a ver. En todo caso, feliz año nuevo a todos y mucha suerte al gobierno municipal.
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