Estrechamente
Margarita García Díaz
Salud y alegría
Estaba yo estos días en un sinvivir mientras leía los nombres de la famosa Operación Pandora porque por más que miraba y remiraba no me encontraba entre los agraciados. Y es que eso es como los convocados para la Selección del chistoso Luis Enrique, que uno ve los nombres y siempre piensa "yo lo haría mejor".
Y ahí me andaba yo volteando el magín mientras pensaba en qué puedo haber fallado para no tener mis dineros en un paraíso fiscal de esos, que digo yo que será como Punta Cana pero sin pulserita. O con pulsera pero con banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda.
Y deduje que ya que no estaba yo, que soy de esos de la España que trabaja o al menos eso se lee en mi Vida Laboral, tendría que estar mi amigo Paco, que se jubila ahora de la docencia porque más de 30 años en un Instituto dan para mucho y él pasará a mejor vida a los 60, así que algo hay detrás; fijo pero fijo. Y nada, que tampoco está el croquetero hispalense.
Como no había forma, una vez descartados otros conocidos empecé a fijarme en los que sí estaban por si me sonaba alguno. Desde entonces no salgo de mi asombro.
¿Cómo es posible que representantes de la nobleza de alta alcurnia, políticos de los de familias con catorce apellidos, deportistas de élite, empresarios rescatados con el dinero público, el de los que vivimos por encima de nuestras posibilidades, y artistas de la farándula en general estén ahí? Y es que son tantes y tantes de los que mean colonia y cagan alhelíes los que aparecen en esa relación que no puede ser cierto. Tiene que ser un error.
No me cabe otra posibilidad para explicar tanta sinrazón, porque tantos y tantas personas de orden no pueden equivocarse, ya que si hacen una cosa y predican la contraria serían unos cínicos, ¡y por ahí no paso! Que el que tengan dinero para ellos y dieciséis generaciones más no deja de ser sino una mala jugada del destino y, sin duda, están deseando contribuir a la bonanza del país al que tanto aman para disfrutar de una Sanidad decente, de cimentar una Educación pública como su Dios manda y todas esas cosas que algunos y algunas creemos que conforman una sociedad digna.
Y si no actuaran así podríamos usar una cita de Thomas Hobbes que reza algo así como: "Cuando un hombre, por causa de su aspereza natural, pretende retener lo que, siendo superfluo para él, es necesario para los demás, y, debido a la terquedad de sus pasiones, no puede corregirse, habrá de ser expulsado de la sociedad por constituir un peligro para ella".
Y viendo sus caritas no me parece que sean como la piedra pomez, o sea, que la única conclusión posible es que mis amigos y yo somos unos mindundis de manual y además con poca gracia. Menos que Luis Enrique.
También te puede interesar
Lo último