Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Tribuna
Un nuevo caso de muerte por deficiencias en la atención sanitaria ha conmocionado al Campo de Gibraltar en estos últimos días. Los medios de comunicación, incluyendo este, se han hecho eco del fallecimiento de una niña recién nacida en el Hospital Punta Europa de Algeciras.
Los facultativos que la atendieron, al carecer de incubadora adecuada -ya que nació con seis meses y una semana- acordaron su traslado hasta el Hospital Puerta del Mar de Cádiz en ambulancia. Y de nuevo, subyace el problema de una ambulancia adecuada para este tipo de necesidades. Al parecer, existe una sola para todo el Campo de Gibraltar y además fueron necesarias siete horas para llegar hasta Cádiz -en lugar de hora y media- por “problemas eléctricos”. Algo que provocó que la bebé falleciese al poco de su llegada al centro hospitalario.
Este supone un caso más del abandono del Campo de Gibraltar por parte de las autoridades sanitarias del gobierno regional. La comarca carece de una Unidad de Ictus -prometida en las últimas elecciones municipales de 2019- que fuerza las evacuaciones de quienes sufren este tipo de accidente vascular a ciudades próximas con el riesgo evidente de empeorar e incluso la muerte por las distancias.
Y en el caso de esta bebé, a quien pensaban llamar Liydia, expreso mi pésame a sus madres y resto de su familia, abuelos includos. Dicho esto, no hay explicación de por qué no existen los medios materiales para la atención en este tipo de casos para una zona que cuenta con 300.000 habitantes. Los facultativos entiendo que hicieron su trabajo. Y una vez imposibilitados por la carencia de medios para atenderla la desviaron al Hospital de Cádiz. Y si el medio de locomoción no funcionaba, ¿por qué no se llevó a la neonata en un helicóptero?
No hay explicación para ese trato de desigualdad con otras ciudades de la geografía nacional cuando se abonan los mismos impuestos.
Ningún político con responsabilidad ha realizado declaraciones en torno a esta situación, que va de mal en peor. Tan solo el SAS ha manifestado que “hará indagaciones que tendrá a disposición de la familia para que casos como estos no vuelvan a ocurrir”. Pienso que esta disculpa no basta, y aún más si esas investigaciones se hacen por la parte presuntamente responsable de una muerte.
Mi experiencia profesional en materia de Justicia, ante quien dice la familia se personará para exigir responsabilidades, no debe basarse solo en la investigación del SAS ya que es parcial. A la vista de la historia clínica y la autopsia, que entiendo se le habrá practicado a la recién nacida, es necesario que se pronuncien médicos independientes y dictaminen sobre dos cuestiones. La primera, si de haber existido incubadora adecuada para este tipo de casos en el Hospital de Algeciras la menor hubiera sobrevivido y, en segundo lugar, si de haberse producido el traslado inmediato en ambulancia o bien en un helicóptero sanitario (del SAS o alquilado) hasta el Hospital de Cádiz la menor hubiera salvado la vida. En ese caso, la responsabilidad del SAS por mal funcionamiento de sus servicios sería clara.
Es evidente que continuamente hay que estar reivindicando este tipo de servicios públicos que no tienen intención de ser concedidos por sus responsables, quienes solo hacen alarde publicitario de lo bien que funciona la Sanidad en Andalucía. Ninguna persona con cierta responsabilidad estaría tranquila sentada en un sillón sin importarle estas situaciones y sin hacer nada por solucionar este tipo de problemas que afectan a la salud y la vida de quienes habitamos en el Campo de Gibraltar.
También te puede interesar
Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Nuestro maravilloso Elon
La esquina
José Aguilar
Un fiscal bajo sospecha
Las dos orillas
José Joaquín León
Mensajes de Navidad