Quizás
Mikel Lejarza
Toulouse
Este artículo postrero del año quiere resaltar que en los últimos doce meses se estima que han muerto unas 30 personas diarias intentando entrar en España, dicen que sobre unas 10.500, incluyan ahí montoneras de menores. Yo creo que la Historia, si es que queda algo en un tiempo que no haya sido devorado por Elon Musk, será exacta a la hora de juzgar esto, y que los crímenes de la Segunda Guerra Mundial hoy los cometemos con la pobreza migrante, somos culpables. Por un lado, no hay que simplificar. Claro que trae problemas la inmigración, desde la higiene a tradiciones ajenas incomodísimas, cosas de ser pobre que suele conllevar otras muchas lacras... la izquierda haría bien en dejar de identificar miseria con sencillez y bonhomía, nada más peligroso que el hambre... ni más comprensible. Por ello esto requiere políticas de Estado y organización, inversión, formación y control, revertir el gasto que podría suponer y hasta rentabilizarlo, claro que hay que poner condiciones a quienes quieran convivir aquí con nuestras Leyes. Pero no olvidemos que nuestra sociedad es una maquinaria equilibrada en la que, para vivir como vivimos, esta gente ha de haber estado y estar sufriendo y pagando... es justicia... olvidada.
Nuestro mundo ha cogido la matraca de la riqueza como causa de la riqueza, que es sólo una verdad parcial. Seamos pragmáticos, es así: nadie pone nada si no saca nada. Pero cuidado, convertir esto en verdad consagra a la avaricia rompesacos como “modus vivendi” que es un mal cálculo económico, ya lo dijo Carlitos el de Treveris, por una cuestión muy sencilla que no es de izquierdas: si no hay consumo o lo es sólo de lujos, la sociedad mayoritaria está condenada a una versión de la esclavitud que, tarde o temprano, generará tensiones violentas, y a ver quién se come después los billetes-bitcoin o lame los retretes de oro macizo para limpiarlos.
Sartorius llamó el otro día la atención sobre esto en un interesante artículo, el tramposo Trump se está rodeando para gobernar de ultramillonarios, esa nueva clase que ha convertido el fascismo naíf de Mussolini en economía criminal, y éste es el modelo para las agotadas democracias intelectuales, quién quiere pensar: ¡Pide un Glovo! Las nuevas generaciones admiran a estafadores bien situados que han sacado provecho de las juntas abiertas de las novedosas redes sociales, la IA nos va a convertir, más aún, en gilipollas globales sin datos procesados, ¿cuál es el futuro, pues, para toda esa mayoría terráquea asolada por el cambio climático, la explotación, la ignorancia, la subida de los mares, las religiones asesinas y los políticos forajidos que las usan para gobernar...?
Quizá toda esta patulea fratricida insensibilizada por la farlopa y el picante empiece a considerar la eliminación masiva, ya están valorando las deportaciones y los campos de concentración, ay qué Meloni, observe usted cómo nos convertimos en nuevos nazis sin darnos casi cuenta y hasta comprendiéndolo, y ahora ya sabe qué pasó en los 40. ¿Dónde coño están los intelectuales? ¿Haciendo series guays?
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