No es política, es confrontación

La política lleva mucho tiempo, demasiado, atascada en el fango. Cada debate en cualquier ámbito, desde el local hasta el nacional, se ha convertido en un tedioso cruce de acusaciones con el manido “y tú más” como principal caballo de batalla y excusa ante los argumentos que se pueda esgrimir desde la bancada contraria.

El Pleno del Ayuntamiento de Algeciras es un buen ejemplo de esto. Si no lo han hecho, busquen cualquier sesión plenaria del actual mandato en el canal de Youtube de Onda Algeciras y pinchen sobre la barra de tiempo en un punto aleatorio, seguro que les saldrá cualquier representante del PP o del PSOE con la vena hinchada dirigiéndose a algún concejal del partido contrario.

El pasado jueves fui testigo de otro ejemplo de esta confrontación mientras veía la sesión plenaria del Parlamento andaluz en la que se debatía una proposición no de ley presentada por el PP en la que se instaba al Gobierno a acometer un refuerzo por parte del Gobierno de España en la lucha contra el narcotráfico en Andalucía. La primera frase de la proposición ya buscaba abiertamente la confrontación con el Ejecutivo central, sin un espíritu nada constructivo. “El Parlamento de Andalucía muestra su más absoluto rechazo a la inacción gubernamental por no dar una respuesta contundente en la lucha contra el narcotráfico y por la actitud negligente y de desidia del ministro del Interior del Gobierno de España con nuestras FCSE (…)”, indicaba la moción, que seguía: “(…) y para evitar un aumento incontrolado de la violencia y una mayor sofisticación de los grupos criminales que operan en la zona, poniendo en peligro también a la ciudadanía”.

El texto ya podría conceder algo al rival político, al menos una mínima parte de mérito. Aunque todo es mejorable y todo lo que se haga contra el narcotráfico no está de más, la eficacia del Plan de Seguridad para el Campo de Gibraltar es evidente desde su puesta en marcha, en 2018.

El fango político impregna todos los ámbitos. Si uno saca a relucir los ERE o la actual trama de Koldo y Ábalos, el otro recuerda la Gürtel o el caso Bárcenas, mientras los ciudadanos que no somos tan fieles a un partido como a nuestro equipo de fútbol nos sentimos abochornados presenciando una batalla tan estéril y repetitiva.

Señorías, déjense de tanta confrontación y de mirarse al ombligo y dedíquense a gobernar para mejorar la vida de los ciudadanos. Nos irá mejor a todos.

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