Nobel de la Paz

Recorre el mundo una iniciativa para que sea concedido el Premio Nobel de la Paz al presidente de América, antes llamada EE.UU.

Hay urgencia en el asunto. Se trata de reconocer, a la mayor brevedad, sus trascendentales aportaciones para que el mundo sea un poquito mejor. Y todo rapidito, por favor, no sea que se despierte el chiquillo X y se lo tenga que llevar de paseo en el helicóptero grande. Antes de que Santi Abascal y el señor argentino de la motosierra se vean salpicados por los éxitos de su musa inspiradora: caída de la bolsa de Wall Street, docena de huevos a 5 dólares (2,38€ en el Dia) y recesión económica a la vista, exportable al resto del mundo. Todo ello, efecto de su paranoia arancelaria y de su incontrolable locuacidad.

Logros del presidente de América para eso del Nobel:

1. Paz en Gaza con armamento yanqui: su admirado Bibi Netanyahu ha matado 60.000 gazatíes, con 120.000 heridos y 15.000 desaparecidos bajo los escombros de aquella gran ruina y con el beneplácito del mundo. El 80 por ciento, civiles, con infinidad de niños entre ellos. Sus razones: hay un montón de terroristas de Hamas a los que esconden. El nuevo líder de la paz lo respalda por completo y lo anima a terminar prontito con el asunto, que hay que deportar a los supervivientes y levantar, sobre las tumbas, el Benidorm del Próximo Oriente.

2. Paz en Ucrania: como modelo de mediador muy fiable en el conflicto, el jefe de América sentencia que Ucrania ha iniciado la guerra, que su presidente democrático es un dictador, que se debe retirar y dejar el puesto a una marioneta de Putin. Y que renuncie a estar en la OTAN, en la UE, en la comunidad de vecinos, a su derecho a defenderse y al territorio invadido por Rusia. Que el tal Putin es buena gente y hay que escucharlo con cariño.

3. Paz en Europa: que esos tipos que crearon la UE para incomodar a América se las apañen, aunque deberían seguir comprándole tecnología militar. Y, si los invaden los rusos, les estará bien empleado por poner líneas rojas a los ultras de la banda del Orbán.

4. Paz en el golfo de Adén: para que quede claro quién manda, el tal señor jefe de América ha lanzado unos ataques contundentes contra los hutíes del Yemen, unos angelitos que tienen bien animados los alrededores del mar Rojo. Golpe en diferido a los chicos de los ayatolás, que no saben ya qué mejilla ofrecer con el tratamiento recibido por el bueno de Bibi, tras haber planchado los sistemas antiaéreos de Siria y hacerse de un cómodo pasillo para atacar Irán cuando le plazca.

Así que firme usted la propuesta de Change.org, por favor, a ver si le dan ya el Nobel al señor de la cara naranja y se relaja un poquito, que yo me voy a poner en venta mi Tesla.

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