
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Pensar en Europa
Tuve la impresión de haber retrocedido veinte años en el tiempo. Entré en el aula con la misma mezcla de nervios y curiosidad con la que solía hacerlo cuando era alumna del Colegio Los Pinos. Pero esta vez no venía a escuchar, sino a hablar.
Las Jornadas de Orientación Vocacional son un ritual anual en este colegio de Algeciras, un puente tendido entre quienes empiezan a intuir su futuro y quienes, con mayor o menor éxito, intentamos descifrarlo día a día. Los alumnos de 4º de ESO, con 15 o 16 años, se sientan frente a profesionales de distintos sectores para preguntarles qué significa, en realidad, la vida después del aula. Y ahí estaba yo, tratando de explicarles por qué elegí el periodismo, o por qué el periodismo me eligió a mí, que eso nunca está del todo claro.
Empecé con una frase de Manuel Chaves Nogales: Andar y contar es mi oficio. Porque es así de sencillo y así de complejo. Andar y contar, mirar y narrar, preguntar y escuchar. Pero mientras hablaba y observaba sus rostros atentos, no pude evitar preguntarme qué mundo encontrarán cuando les toque salir al ruedo.
El informe sobre el futuro del empleo del Foro Económico Mundial estima que, antes de 2030, desaparecerán más de 92 millones de puestos de trabajo. Oficios enteros quedarán reducidos a una línea en la Wikipedia. Correos sin carteros. Bancos sin cajeros. Oficinas sin secretarias. Periódicos sin repartidores. Y diseñadores gráficos, peritos, empleados de contabilidad, teleoperadores… una larga lista de nombres que podrían engrosar la nómina de los oficios extintos. Todo esto debido, en gran parte, al avance de la Inteligencia Artificial.
Los chavales me miraban con los ojos de quien aún no tiene miedo al futuro, pero intuyen que quizá deberían. La Inteligencia Artificial y el Big Data avanzan sin freno. Pero hay algo que todavía escapa a los algoritmos: el pensamiento creativo, la curiosidad, el esfuerzo. La capacidad de hacer preguntas adecuadas. Si algo me ha enseñado el periodismo es que una buena pregunta puede cambiar el mundo. No hay inteligencia artificial capaz de imitar la intuición, el instinto, la chispa que enciende el pensamiento crítico.
El mismo informe que vaticina la desaparición de tantos empleos prevé la creación de 170 millones de nuevos puestos de trabajo. No todo está perdido. La pregunta es si sabremos estar preparados para ellos. Si seremos capaces de reinventarnos, de aprender a aprender.
Cuando salí del aula, el sol de la mañana iluminaba el patio. Pensé en los chavales y en sus dudas, en el vértigo de la elección. Pensé en el periodismo, en su fragilidad y su fuerza, en su futuro incierto. Tal vez la mejor orientación vocacional que pueda darles sea esta: no dejen nunca de preguntarse cosas. No dejen nunca de aprender.
También te puede interesar
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Pensar en Europa
Cuarto de muestras
Carmen Oteo
Otros tiempos
Quousque tandem
Luis Chacón
Pasión, muerte y resurrección
Monticello
Víctor J. Vázquez
Oro
Lo último