Manolo Fossati

La realidad de Feijóo

Yo te digo mi verdad

Para Feijóo la defenestraciónde Pedro Sánchez no es que sea la prioridad sino que se ha convertido en la única opción

06 de febrero 2024 - 00:15

Me he preguntado muchas veces en los últimos tiempos cuáles son las propuestas del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, para España. No sé… qué propone para combatir la sequía, qué podemos hacer con el serio problema que los agricultores están poniendo de manifiesto, qué haría con el salario mínimo interprofesional, con la subida de las pensiones, de qué modo afrontaría el problema de acceso a la vivienda ya sea en propiedad o de alquiler, cuál es su plan para combatir la violencia de género o para esclarecer los abusos a menores en centros religiosos…

Por no saber, ni siquiera tenemos claro cuáles serían sus soluciones políticas para el ‘tema’ de Cataluña, aparte de su comprensible y legítima oposición a la amnistía y de su adscripción militante y reciente al bando de los que piensan que lo que ocurrió allí durante el ‘procés’ fue terrorismo y un golpe de Estado que el mismo Tribunal Supremo negó.

Pensábamos que al menos durante la campaña electoral para las autonómicas en Galicia sacarían otros asuntos más locales, más pegados a lo que se supone que son preocupaciones de los gallegos. Pero resulta que el principal objetivo vuelve a ser “acabar con el sanchismo”, un concepto cada vez más diluido en su definición y además inaplicable para aquella autonomía, donde hace décadas que el Partido Popular es dueño y señor, excepto un corto periodo y donde Pedro Sánchez nunca ha pinchado ni cortado nada.

Creemos recordar que durante la última campaña para las generales, el líder del PP presentó una lista con más de un centenar de medidas a tomar cuando llegara al gobierno central, pero es él el que las ha olvidado, una vez que su inevitable, e incómoda a la vez, alianza con la extrema derecha le impidió ser presidente. Pero, aunque ya viene de antiguo entre los populares, para Feijóo la defenestración de Sánchez no es que sea la prioridad sino la única opción, y ya puestos, también la del Congreso de los Diputados, donde se habrían refugiado todos los malos de la anti España para ponerse de acuerdo en su destrucción.

Esta obsesión le está impidiendo ver con claridad lo que está ocurriendo en el otro país real de los buenos datos económicos y de empleo, de los récords de afluencia turística e incluso, por qué no, en el que un equipo catalán e ‘independentista’ como el Girona puede ganar la Liga de fútbol.

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