Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
Se halla en periodo de información pública el proyecto de Plan de Delimitación de los Espacios y Usos Portuarios de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras. Dicho instrumento, que debió redactarse hace mas de 10 años, determina los espacios de tierra y de agua necesarios para el desarrollo de los usos portuarios actuales y futuros, y aquellos que puedan destinarse a usos vinculados a la interacción Puerto-Ciudad.
Desde luego se debió redactar y aprobar antes de emprender cualquier actuación urbanística en el Llano Amarillo, Dársena del Saladillo o Paseo de la Cornisa, según impone el interés general, el buen gobierno y la pura lógica. La negligencia de empezar la casa por el tejado puede costar muchos millones de euros a los algecireños; lo de siempre, aunque como es tradición se acusará igualmente al ciudadano que en pro del interés general y del uso público de los citados espacios, denuncia estas chapuzas procedimentales.
Es de destacar que tal Proyecto de Usos que presenta la APBA sigue sin respetar el PGOU de Algeciras en lo que respecta al Llano Amarillo, al prever unas edificaciones que no permite el planeamiento local, como bien ha dicho el TSJA. A ver lo que tarda la Delegación de Urbanismo en anunciar que se va a reformar el citado PGOU, hagan sus apuestas.
Porque aquí la ciudad y el ciudadano se somete al Puerto y no al revés, como debiera, por puro interés político. Ya perdimos un frente litoral integro y no hay problema en los despachos municipales para sacrificar el uso de esparcimiento del Llano Amarillo. Y ese PGOU también se infringe, al seguir pendiente de aprobación desde hace más de veinte años el llamado Plan Especial de la Zona Portuaria, distinto al que ahora se tramita.
Pero es que, igualmente, se sigue sin respetar el Plan de Ordenación Territorial del Campo de Gibraltar, que prevé para el frente litoral del Paseo Marítimo, Llano Amarillo y resto del litoral urbano, intervenciones que refuercen la potencialidad recreativa y turística de estos espacios. Es lo que se ha hechos en todas las ciudades costeras: regenerar el encuentro con el mar para el disfrute ciudadano. Aquí se edificará, como si no hubiera otros espacios para eso. Un disparate. Un ejemplo pueden ser los Jardines del Turia, de Valencia, a la que siempre nos comparamos en lo portuario.
Y no es que lo diga yo, sino que basta con repasar las promesas electorales del PP municipal de 2011, cuando comenzó a gobernar y contemplaba tal revitalización del Llano Amarillo mediante la supresión del aparcamiento de la OPE, el uso deportivo, espacio verde, de paseo, etc… de esa zona. Me permito recordarlo y señalar el incumplimiento.
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