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Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Campo chico
NO creo que a alguien se le ocurriera poner en duda que el toro es el eje de la Fiesta. Si no hay toro y si se nos ningunea con argucias y equívocos, la Fiesta se hace charlotada y abre camino hacia la nada. Frente a la exigencia de unas pocas plazas, en la mayoría hay una tolerancia excesiva con el toro. El negocio que acompaña a la Fiesta, alberga la amenaza de falta de calidad en el producto allá donde no importa que esa calidad no esté garantizada. Abundan las malas corridas y aunque un poco repuestos ya de toros flojos de remos, aún se sigue presentando lo impresentable. Muchos aficionados han dejado de acudir a la plaza por aburrimiento, hartos de que el tercio de varas sea la parte tonta de la lidia y del poco oficio de muchos actores de la formidable escena que tiene lugar en el albero en una tarde de toros.
He asistido este año a la presentación de dos libros fundamentales para el conocimiento de la Fiesta, ambos editados por la editorial Temple cuya agenda taurina bate cada año todo los records de acogida desde hace veintidós. El primero, "La verdad sobre la suerte de varas", de José Mª Moreno Bermejo, es una "meditación profunda", como el propio autor declara, de "una de las más bellas suertes de la corrida", y el segundo, "Toros que han hecho historia", la tercera entrega (2009-2015) de un viejo proyecto de Julián Agulla López, es una especie de catálogo ilustrado de casi setecientas páginas, de aquellos toros que han dejado memoria, recogidos en el apartado de su propia ganadería. Se da la circunstancia de que precisamente tal día como anteayer, en 1931, tendría lugar el primer paseíllo en Las Ventas, en un Madrid de 800.000 habitantes. Alcalá Zamora, presidente de la República Española, y Alejandro Lerroux ocuparon -distonías de la Historia- el Palco Real.
Las tres ganaderías que lidian en la Feria de Algeciras tienen toros en ese catálogo de principales. De la de Luis Albarrán -la de rejones de esta tarde-, que pasta en Alconchel (Badajoz): Taponero, Tirano y Navegador; de la de "La Palmosilla", que como la de Núñez pasta en el término de Tarifa: Capitán, Distante, Diligente, Veterano, Cometa y Pedante; y de la legendaria de Carlos Núñez: Temerario, Halcón, Vinagrato y Alpargatero. Ojalá que unos cuantos de los que salgan a la arena esta semana en nuestra ciudad, puedan ser anotados por la mirada atenta de Agulla para su próxima entrega. Y ojalá también que los picadores ajusten sus machos y procedan como Dios manda; es decir, como se dicta en el gran trabajo de Moreno Bermejo.
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