Trumpsexual

Lotta Continua

26 de junio 2024 - 03:06

Los trumpsexuales son esa gente que considera la sexualidad algo que si la Naturaleza no te da, la familia no te lo otorga, quienes piensan lo social como si no fuera lo mismo (o sea, natural), o como si fuera un vicio desvirtuador de esa naturaleza. Son esa gente que se descojona en un despacho cuando, con dinero público, aprueba un cartel que parezca defender a un colectivo pero dándoles de camino un repaso y poniéndolos en su sitio: mariconas, borrachos, drogatas, guarros condoneros, travestis y demás ralea, que decía Baroja, un intelectual moderado.

Son esa gente libertaria que quiere defender a un cigoto frente a la mente de la asesina que ha sufrido el embarazo no deseado, dónde va a parar comparar la vida de alguien y sus derechos con las infinitas posibilidades de ser lo que quiera un espermatozoide o un óvulo, con esos ojitos tristes y desvalidos, mirándote y ofreciéndote la maravilla del milagro de lo que podrían ser en vez de lo que ya es, esa gente que no quiere más control de la natalidad que la abstención de la dimensión del vicio llamada sexo y que defiende la libertad de mercado para que, una vez nacidos, la mayor parte de estos niños muera masacrada o viva una vida de mierda, a fin de que ellos puedan tener sus reuniones vespertinas de gente de bien, con te.

Los trumpsexuales son esa gente que se mueve bien, entre magistrados para el café, y saben cuándo poner una denuncia porque conocen las guardias de la judicatura y cómo llegar hasta el procedimiento, que ya se sabe: en pleitos te veas aunque los ganes. Son esa gente que poco a poco se ha apropiado de la Universidad a través de los másteres, pago que te convierte en verdadera egresada de buena familia porque te coloca del tirón en una buena empresa con actividad social encomiable, constructiva, financiera, vamos: beneficiosa.

Los trumps son esa gente que desprecia el conocimiento en favor de la empresa, porque ¿para qué sirve? Como todo el mundo sabe, saber da clase, ¿cómo va a ser lo mismo Camarón que Beethoven? La ópera, eso sí que da clase, no esa basura bajuna que se mueve por ahí... para la juventud está bien, y luego convertimos a esos músicos en empresa que entretiene durante generaciones: bodas, bautizos y aniversarios, como debe ser, para que pueda haber fiestas. Son gente feliz, que eyacula en jacuzzis porque puede, y una noche mala la tiene cualquiera, y vomita o defeca sabe dios, y después lo limpia el servicio, gente que va a restaurantes donde siempre atiende personal que no puede pagar lo que ellos piden, ay, qué buena vida, porque el turismo lo es todo, especialmente el caro: vino, atún y siesta movida. Los trumpsexuales tienen un orgullo diferente, no el gay, coño, tienen el orgullo de ser mucho españoles, de haber conquistado el mundo, y no están todo el día recordando la Guerra Civil como los rencorosos, porque una vez pasada la Historia: todos somos víctimas, Dios hace mártires a quienes lo fueron, y ya está... Como debe ser, luchando contra los liberticidas.

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