Un verdadero plan integral

La Coordinadora Alternativas volvió a incidir el pasado viernes, en la celebración del Día sin Drogas, en la necesidad de que el conjunto de administraciones actúen de forma decidida para poner en marcha en el Campo de Gibraltar el cacareado y manoseado Plan Integral. Una y mil veces se ha repetido que no todo consiste en dotar de más medios humanos y materiales a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su pulso al narcotráfico y una y mil veces se han ignorado o han quedado en casi nada las promesas de actuación en los ámbitos social, del empleo y de las infraestructuras. De poco sirve el trabajo de las ONG a pie de campo y que la Justicia ponga entre rejas al delincuente si, en paralelo y pensando en determinados sectores de la población, no se invierte a largo plazo y con cabeza para construir proyectos ajenos al narcotráfico y el contrabando.

La disyuntiva no es la "cárcel o plomo" proclamada por Santiago Abascal para atraer ek voto de los fanáticos, sino inteligencia ante la fuerza bruta, cultura frente a la ignorancia, formación contra el desemple, colegios y profesores para tener una educación de calidad e incentivos a fin de atraer a empresas a una tierra que es nexo estratégico con el norte de África y Gibraltar, no un fondo de saco olvidado al sur de la península.

En noviembre de 2018 y entre otras medidas para el Campo de Gibraltar, el Gobierno central prometió un Plan Extraordinario de Empleo (¿?), la creación de una oficina de inversión territorial (¡!) y una inversión de 810 millones "para actuaciones en ferrocarriles y carreteras"... Por lo que se refiere a Junta de Andalucía, con competencias especialmente amplias en todo el abanico de las políticas sociales, tampoco se ha estirado en demasía en los cuatro años de la pasada legislatura.

Como se subrayó en la concentración del viernes, celebrada en la Plaza Alta de Algeciras, viene ahora a hacer treinta años de la aparición del primer grupo de madres de Taraguilla, movilizadas como una sola para salvar a sus hijos de la heroína, y cinco desde que surgiera la Plataforma por tu seguridad, por la de todos. En uno y otro caso, fue la inacción y/o la miopía de las administraciones ante el tráfico de drogas la que llevó a la ciudadanía a echarse a la calle en demanda de unas condiciones de vida similares a las que prometen los programas electorales de los partidos. De lo que se trata ahora es de que los pasos dados entonces por aquellas pioneras valientes y desesperadas sirvan como ejemplo y recordatorio de que el verbo parar no debe conjugarse cuando hablamos de dar la batalla al narco y sus consecuencias en todos los frentes.