09 de agosto 2024 - 03:06

Se den las vueltas que se den, lo de Puigdemont es imposible. Una policía bajo el mando de quien debe ser detenido es simplemente corrupta; supongo que ahora comenzará la cadena de dimisiones desde el Gobierno catalán hasta los mandos ¿no? Es imposible retransmitir un delito, anunciándolo, montando un escenario, una manifestación, un discurso, un paseíllo, y que se entere todo el mundo menos esa policía, ¿no? ¿De verdad el sufrimiento, el caos y los peligros consecuentes de la supuesta operación de búsqueda posterior para la ciudadanía lo daban por amortizado esos gobernantes, les da igual? ¿Qué somos para esta gente?

Todo patriotismo es una religión. Toda creencia religiosa compartida genera una exclusión, si mi Dios es el verdadero: no hay más. Si España es la verdad, Cataluña no; si lo es Cataluña, España no. Técnicamente, por tanto, el enemigo público número uno del Estado español es Puigdemont, un representante público que en el ejercicio de sus funciones (no entro en lo jurídico) pretendió haber roto el Estado español durante los segundos que fueran, eso (y no tiene que ver con sentimientos independentistas legítimos) es un delito gravísimo no amnistiable. Ya he defendido que otra cosa son los actos menores de aquellos días, Puigdemont ha de ir a la cárcel porque es contrario a la democracia europea, su teoría de la aclamación popular es la forma básica de la dictadura.

El sabotaje a la votación de Salvador Illa es un síntoma del concepto de lo Público de estos gestores, capaces de doblar leyes e instituciones para sus intereses privados, porque no olvidemos que la diferencia entre un demócrata y un autoritario es el sometimiento a la Ley de su creencia privada. Se negocia lo que sea, pero se somete a la Ley. Por supuesto que debe haber detenciones en el entorno de los responsables de esta tragicomedia, y expulsiones de la Función Pública y juicios penales, porque están probando (con pruebas) un desprecio absoluto por la separación de poderes y por una ciudadanía que mantiene con sus impuestos esta pantomima porque es preferible a trincar cada cual su escopeta, ¿no?

Mire adonde mire lo que veo me parece la estupidez más flagrante. Nuestra democracia plena (al final de la lista de veinticuatro países que da la wiki) se atraganta con el espectáculo de Cataluña, quedan un centenar y medio de países con democracias más problemáticas o dictaduras en los que Puigdemont y sus aprobadores estarían más felices. Ahí debemos estar a una, no sea que tengamos que recordar quién fue el de Piolín, y eso fue algo más que comicidad vergonzante.

Yo estoy a favor del federalismo y hasta de la independencia de Cataluña o de Illán de Vacas, pero lo ocurrente, en general, es una falta de educación básica; un divorcio es una putada casi siempre, prueba a reírte de tu pareja en su puta cara en el juzgado, y si fuera un maltratador peligroso seguro que tu abogado te recomienda esa técnica jurídica. Este tipo está buscando el enfrentamiento civil, seguirlo es locura o error, no hay más.

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