Mercosur: ventajas y problemas

Editorial

19 de diciembre 2024 - 03:06

Con una Unión Europea aquejada de una profunda crisis de identidad y con un papel cada vez más limitado en la geopolítica mundial, el acuerdo cerrado a primeros de mes con Mercosur sólo puede ser considerado una buena noticia. Supone la creación de un mercado de 720 millones de consumidores, la eliminación gradual de aranceles en las exportaciones de la UE a esa zona y el aumento de la influencia económica y política en países de la importancia de Brasil o Argentina. Los sectores europeos más beneficiados serán, en principio, los industriales y además se favorecerá la compra de materias primas estratégicas como manganeso, silicio o litio. Pero, como ocurre con cualquier cambio de envergadura, no todo va a ser ventajoso. La agricultura y la ganadería del sur de Europa, y de forma muy directa las de Andalucía, van a afrontar una competencia que les puede hacer un daño real. Esa competencia, además, no va a ser de igual a igual, según denuncia el sector. Como ha ocurrido en otros casos, como el desarrollo del Acuerdo de Asociación UE-Marruecos, las exigencias de calidad, de seguridad fitosanitarias o de bienestar animal van a poner en ventaja a los productores de los nuevos mercados con respecto a los que ya operan en territorio europeo. Eso supone una pérdida de competitividad muy difícil de asumir para un sector que ya está muy castigado por las exigentes regulaciones de la UE y que difícilmente se puede asegurar una renta que garantice la supervivencia de las explotaciones. Es lógico que los agricultores de países como Francia o España hayan puesto el grito en el cielo y los tractores hayan vuelto a las calles. Aunque la propia Comisión y el Ministerio de Agricultura español afirmen que las producciones que lleguen tendrán las mismas garantías que se exigen dentro de la Unión, los antecedentes justifican las protestas. Para los agricultores vuelve a llover sobre mojado.

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