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TRIBUNA DE OPINIÓN
Esta semana se ha dado a conocer sentencia de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla, en la que declara nulo de pleno derecho el estudio de detalle, aprobado por el Ayuntamiento de Algeciras y promovido por el Puerto, para ejecutar obras en el Llano Amarillo en el proyecto conocido como Lago Marítimo, incluido el nuevo edificio de la UCA como centro de innovación.
La decisión se sustenta en el hecho de que ese estudio de detalle no es la vía legal para realizar unas obras, con edificio incluido, dentro de una zona donde se unen terrenos municipales y portuarios. El estudio de detalle es un complemento para completar o adaptar Planes Generales para el suelo urbano. Y en este caso, no existe, al parecer, ese Plan General ni parcial.
Por tanto, se debió de hacer previamente un Plan Especial por parte de la Autoridad Portuaria -se dice en la sentencia-, para la completa ordenación de la zona. Y pedirse informe al Consejo Consultivo de Andalucía, informe preceptivo que tampoco se llevó a cabo.
Y es que, en un Estado de Derecho, no se pueden obviar ni saltar las normas contenidas en las leyes que obligan a todos, incluso a los que gobiernan una ciudad, autonomía o Gobierno central.
Meses atrás, queda la foto de la inauguración a bombo y platillo de las obras ilegales, con representación de autoridades locales y autonómicas.
El manifestar que oponerse a esas obras va en contra de la ciudadanía es una forma de enfrentar a los ciudadanos contra quienes reclaman el cumplimiento de la legalidad. Una obra, en este caso el Lago Marítimo, anunciada hace años, serviría para regocijo y disfrute de los algecireños, pero hay que realizarla legalmente, ajustándose a las normas del procedimiento administrativo.
Esperemos que no nos encontremos con otro embrollo jurídico, que duraría años, no querido por ningún ciudadano, con enorme coste para las arcas municipales.
Y es que, en los últimos años, se han abandonado edificios singulares, como el asilo de San José, entre otros muchos, y algunas de las obras que se realizan en Algeciras no se hacen conforme a la legalidad.
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