La autopista ferroviaria Zaragoza-Algeciras

El pasado 16 de abril asistí en Zaragoza, junto al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, y al presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, a la Jornada sobre La Estrategia Logística Aragonesa, con la presentación y lanzamiento de la Autopista Ferroviaria Zaragoza-Algeciras, una infraestructura enmarcada en el Ramal Central del Corredor Mediterráneo.

El Ministro de Transportes, José Luis Ábalos, asumió en dicha jornada compromisos presupuestarios y de plazos (más de 100 millones de euros y el horizonte de 2023) para la adecuación del trazado ferroviario que conecta ambas ciudades a dicha autopista ferroviaria. Y, desde la Junta de Andalucía, siempre bajo la lealtad institucional que requiere un proyecto de interés general, haremos un seguimiento a dich a hoja de ruta, impulsando, en el ámbito de nuestras competencias, el desarrollo de las áreas logísticas de la comunidad que se localizan en el ámbito del ramal central del Corredor Mediterráneo.

Esos compromisos del Ministerio, cómo recordé en mi intervención durante dicha jornada, deben hacerse extensibles tanto al desarrollo del Ramal Central del Corredor Mediterráneo como al que recorre el arco mediterráneo, desde Algeciras, Bobadilla, Granada, Almería, Región de Murcia, Comunidad Valencia y Cataluña/frontera francesa. Para nuestra comunidad, ambos corredores de la Red Transeuropea de Transportes, que comparte como trazado común el tramo Algeciras-Bobadilla, constituyen proyectos estratégicos e irrenunciables, pues son clave para el desarrollo de nuestra economía y actividad productiva.

En ese marco de planificación es imprescindible, por tanto, la culminación de la renovación de la línea de férrea entre Algeciras-Bobadilla, ya que constituye el único tramo en los algo más de 1.000 kilómetros de trazado entre Algeciras y Zaragoza que carece aún de electrificación. Por tanto, además del plan anunciado por Adif para adaptar el gálibo de los túneles existentes, resulta prioritario que se acelere toda la tramitación ambiental, proyectos y ejecución del tendido eléctrico entre Algeciras y Bobadilla. Sólo de este modo será factible la consecución de dicho objetivo, que permitirá transferir de la carretera al ferrocarril gran parte del transporte de mercancías entre el principal puerto de España, inmerso en un ambicioso programa de inversiones para dar respuesta a este reto, como la futura construcción de la segunda terminal de tráfico pesado o la terminal intermodal de San Roque, y el puerto de interior que el Gobierno de Aragón promueve.

Las autopistas ferroviarias son un sistema mixto de transporte muy extendido en el centro de Europa, pues constituyen un eslabón esencial en la optimización y mejora de las cadenas de suministros, ya que aúnan las ventajas ambientales, económicas y de seguridad del ferrocarril con la capilaridad que permite el acceso directo por carretera a centros logísticos y fabriles de interés. Además, este trasvase al modo ferroviario en el transporte de mercancías resulta imprescindible si queremos avanzar en el aumento de la cuota de participación del tren en el tráfico mercante, que en el conjunto de España sigue siendo residual.

En este sentido, el Puerto de Algeciras y las áreas logísticas localizadas en el recorrido de esta autopista ferroviaria, así como en el conjunto del corredor mediterráneo a su paso por Andalucía, como el futuro Puerto Seco de Antequera, el área logística de Majarabique (Sevilla), el Parque Logístico del Higuerón (Córdoba), el futuro desarrollo logístico de la Puerta de Andalucía, en Jaén, o el Área Logística de Níjar, verán impulsadas su actividad y expectativas de negocio con la materialización de esta actuación.

Y es en este ámbito logístico donde la Consejería de Fomento está desarrollando un ambicioso plan de inversiones para el desarrollo de la Red de Áreas Logísticas de Andalucía, que coadyuvará a la consolidación del transporte de mercancías por ferrocarril, que constituye uno de los principales retos de futuro de la Unión Europea, en el que los Fondos Next Generation UE deben jugar un papel decisivo, tal y como el Gobierno andaluz está reclamando.

Los recursos del Plan de Recuperación y Resiliencia representan "un tren que no puede perder nuestro país" para el impulso de infraestructuras como los corredores, ya que esta financiación está directamente vinculada con los objetivos de transformación ecológica y de digitalización de la economía que promueve la Comisión Europea. Una línea de acción que está fijada también en el Plan de Infraestructuras de Transporte y Movilidad de Andalucía a (2021-2030), que marcará nuestra planificación y devenir en la presente década.