Mejor prevención y educación que represión

Son constantes las informaciones, -que ya no son noticias- de desmantelamientos de redes o bandas de traficantes de hachís. Es muy frecuente la aprehensión de ingentes cantidades de kilos de cocaína procedente de Sudamérica en el puerto de Algeciras, que los traficantes de droga dura intentan introducir en Europa a través del método conocido como gancho ciego.

Pero tengo la sensación de que si las fuerzas de seguridad aprehenden, pongamos por ejemplo, mil kilos de hachís o de cocaína, es que por otro lado han entrado diez mil. A los farloperos les sigue compensando estas capturas. Les intervienen menos droga de la que logran introducir. Es decir, si de Marruecos sale diez mil kilos de hachís hacia España, no llega a dos mil kilos la droga intervenida. Lo mismo habría que decir de la cocaína procedente de Sudamérica. El negocio sigue siendo rentable para los traficantes.

Lo que sí ha sido noticia –e información- estos meses atrás, ha sido la desaparición del grupo OCON SUR del Benemérito Instituto Armado de la Guardia Civil. Caso David Oliva aparte, parece que no ha sido un acierto su eliminación (del grupo OCON), si bien es verdad que las funciones de ese grupo especial la desempeñan ahora los mismos funcionarios integrados en la plantilla general de las respectivas comandancias a través de las correspondientes unidades policiales.

El pasado mes de junio informaba este periódico de que la Guardia Civil incorporaba 640 agentes para la lucha contra el narco en Andalucía. Decisión obviamente plausible. Como lo fue la noticia de incorporación de 44 miembros de la Guardia Civil a la Comandancia de Algeciras que este periódico publicó en Marzo pasado, o la de 59 guardias civiles que se incorporaron en octubre de 2023.

Sean bienvenidos todos los efectivos que se estimen oportunos para la represión del tráfico de estupefacientes.

Sin embargo, ya pueden duplicarse o triplicarse las plantillas de las comandancias de la guardia civil, de las comisarías de la policía nacional, del servicio de vigilancia aduanera, hasta de la policía local si me apuran, que si no se invierte más –mucho más- en educación contra el consumo de drogas, si no se llevan a cabo programas efectivos de prevención en el consumo de drogas, cuanto se invierta en represión no producirá los resultados deseados, que no es otra cosa que conseguir hacer desaparecer el consumo de drogas en la sociedad.