La enfermedad hepática aumenta su incidencia y plantea más retos clínicos

Día Mundial del Hígado

Uno de cada cinco españoles presenta factores de riesgo para padecer patologías del hígado

Su incidencia representa ya la tercera causa de muerte prematura en España

El doctor Rafael Bañares es catedrático, experto en aparato digestivo y presidente de la Asociación Española de Estudio del Hígado (AEEH).
El doctor Rafael Bañares es catedrático, experto en aparato digestivo y presidente de la Asociación Española de Estudio del Hígado (AEEH). / M.G.

El hepatólogo Rafael Bañares, catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid y especialista del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, relevó hace un mes al doctor Manuel Romero, médico y experto en Aparato Digestivo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y una referencia andaluza en su ámbito, al asumir la presidencia de la Asociación Española de Estudio del Hígado (AEEH). Una de sus prioridades es asentar el Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032, un documento presentado el año pasado y orientado a hacer frente al incremento de patologías hepáticas crónicas. Ahora esa hoja de ruta ha sido propuesta por el Senado como marco para que el Gobierno y las Comunidades Autónomas avancen en el diseño y desarrollo de una estrategia común para promover la prevención y la detección precoz de las enfermedades hepáticas en el Sistema Nacional de Salud.

Uno de cada cinco españoles se encuentra en riesgo de padecer una enfermedad del hígado y las patologías relacionadas con este órgano representan ya la tercera causa de muerte prematura en España. Con motivo del Día Mundial del Hígado, el doctor Bañares subraya que el objetivo principal del Plan Nacional es colocar las enfermedades hepáticas en un lugar prioritario dentro de las patologías con relevancia en salud pública. Hasta ahora, estas enfermedades no se han destacado suficientemente por diversas razones, como el estigma asociado al consumo de alcohol o a hábitos poco saludables, o en el caso de hepatitis virales, por su mecanismo de transmisión. Otro aspecto es que suelen evolucionar lentamente, por lo que parecen poco llamativas, aunque tienen un enorme impacto en la población en términos de pérdida de años de vida laboral y calidad de vida. “El Plan pretende que estas enfermedades pasen de estar en segunda división a primera, en términos de atención sanitaria y social”, afirma.

El hígado graso ligado al síndrome metabólico afecta a más del 25% de la población adulta

En nuestro país, el hígado graso asociado a síndrome metabólico afecta a más del 25% de la población adulta, el 6% de la población española presenta consumo problemático de alcohol, se ha detectado un incremento de cirrosis en menores de 30 años por consumo intensivo de alcohol y en 2023, casi una de cada tres donaciones de hígado fue rechazada por hígado graso metabólico.

Una de las herramientas que propone el plan para ese cribado poblacional es el uso del índice FIB-4, un marcador sencillo y económico, que permite identificar fibrosis hepática a partir de datos analíticos de rutina.

Bañares enfatiza la prevalencia alarmante de la enfermedad hepática grasa metabólica y subraya que frente a esta patología, la clave está en el “diagnóstico precoz y el desarrollo rápido de tratamientos efectivos una vez estén disponibles”, tomando como modelo la exitosa estrategia utilizada para la hepatitis C.

El plan propuesto abarca la enfermedad hepática grasa metabólica, hepatitis virales, cáncer hepático, enfermedad hepática relacionada con el consumo de alcohol, complicaciones del trasplante hepático y enfermedades hepáticas raras. Integra perspectivas de investigación, formación médica y social, salud pública y mejoras asistenciales.

El doctor señala también la necesidad de resolver las diferencias en recursos y formación existentes entre hospitales. “La hepatología es relativamente reciente y requiere formación específica, tecnologías y tratamientos concretos. Esto provoca cierta heterogeneidad en la organización de los servicios”, reconoce Bañares.

Asimismo, aprovechando el Día Mundial del Hígado, el Dr. Bañares lanza un claro mensaje para combatir la invisibilidad y el estigma que todavía rodean a las enfermedades hepáticas: “Nadie oculta hoy que tiene una enfermedad cardiovascular. Pero muchos aún sienten vergüenza si tienen una enfermedad hepática. Eso debe cambiar. Las enfermedades hepáticas deben estar en el debate público”.

Política fiscal, jóvenes y alcohol

El aumento del consumo intensivo de alcohol entre los jóvenes preocupa especialmente a los expertos. Desde la Asociación Española de Estudio del Hígado aspiran a propiciar un diálogo que debe buscar “el mayor consenso político y social posible pero que hay que abordar sin líneas rojas, contemplado seriamente la posibilidad de incorporar políticas fiscales que ayuden a rebajar el consumo de alcohol” y mejorar la alimentación para así fomentar la prevención de las patologías hepáticas que ya afectan a millones de personas. “Las políticas fiscales como el precio mínimo por unidad de alcohol son eficaces porque afectan sobre todo a quienes más consumen, que son también quienes tienen mayor riesgo de enfermar”, explica el Dr. Ramón Bataller, director del Registro de Enfermedad Hepática por Alcohol de la AEEH. La incorporación de políticas fiscales es una de las líneas de trabajo incluidas en el citado Plan Nacional de Salud Hepática Reto 2032 de esta sociedad científica.

Hepatitis C, un caso de éxito

Respecto a la hepatitis C, España es destacada como “un ejemplo mundial de éxito”, en palabras del doctor Rafael Bañares, gracias a una colaboración efectiva entre administraciones públicas, sociedades científicas y pacientes. No obstante, el experto recuerda que aunque queda una bolsa de personas sin diagnosticar —especialmente entre migrantes de países con alta prevalencia—, se están llevando a cabo estrategias de microeliminación en entornos específicos. “Lo importante ahora es aflorar esos casos: detectarlos y tratarlos. Porque los tratamientos funcionan”. Según datos de esta sociedad científica junto al hígado graso la hepatitis asociada al consumo de alcohol ha desplazado ya a las hepatitis virales como principal causa de cirrosis, cáncer de hígado e indicación de trasplante.

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