Deshidratación: síntomas, consecuencias y la bebida, a parte del agua, que mejor la combate
Investigación y Tecnología
La deshidratación provoca daños en el sistema cardiovascular y neurológico
Una deshidratación leve puede afectar la capacidad de concentración, provocar dolores de cabeza y disminuir la energía y la resistencia física
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Ahora que estamos empezando a notar los días de calor, corremos el riesgo de caer en la deshidratación, es decir, que nuestro cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando a su funcionamiento normal. Hay muchas maneras de estar deshidratados y muchas razones por las que se produce. Por ejemplo, una persona puede experimentar una intensa sensación de sed, boca seca o pegajosa, orina de color oscuro y orina poco frecuente.
Una de las causas principales es la ingesta insuficiente de líquidos, en climas calurosos o durante el ejercicio. También por una pérdida excesiva de líquidos debido a la sudoración intensa por calor, mientras practicas ejercicio o si tienes fiebre, así como vómitos y diarrea, ya que pueden causar una rápida pérdida de líquidos y electrolitos.
Para prevenir la deshidratación, es importante beber suficientes líquidos a lo largo del día, especialmente agua, aunque no es la única manera. Debes evitar el alcohol y la cafeína, en la medida de lo posible, ya que son elementos que contribuyen a la deshidratación.
Cómo podemos mantenernos hidratados
En estos días de intenso calor en Andalucía, el riesgo de deshidratación es mayor, así que debes mantenerte hidratado en todo momento, bebiendo pequeñas cantidades de agua a intervalos regulares. Es mejor así que esperar llegar a tener sed. La deshidratación provoca daños en el sistema cardiovascular y neurológico, por lo que es conveniente mantenerse hidratados a través de la ingesta de líquidos procedentes de alimentos ricos en agua, como las frutas y las verduras, así como también beber agua, bebidas con electrolitos y la leche la cual está considerada una de las mejores fuentes de hidratación.Según investigaciones de la Universidad de McMaster en Estados Unidos y la Universidad de St. Andrews en Escocia, "la leche podría ser incluso más hidratante que el agua normal ya que su composición ayuda a retrasar el vaciado de líquido del estómago y mantener la hidratación durante un periodo más largo. Asimismo, la leche también contiene sodio, que actúa reteniendo el agua del cuerpo". Además, los 13 nutrientes esenciales contenidos en un solo vaso de leche ayudan a la recuperación corporal después de cualquier actividad física.
Consecuencias de la deshidratación
Una de las primeras consecuencias es la disminución del rendimiento físico y cognitivo, afectando a la capacidad de concentración, provocando dolores de cabeza y disminuyendo la energía.
La pérdida de líquidos afecta al volumen de la sangre, por lo que la deshidratación también causa problemas en el sistema cardiovascular ya que pasan dos cosas. Por un lado, hay una reducción del gasto cardíaco y por otro, un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que puede llevar a una disminución de la presión arterial y, en casos graves, al shock hipovolémico, una condición potencialmente mortal.
El sistema renal es otro que se ve significativamente afectado. Los riñones necesitan una cantidad adecuada de líquidos para funcionar correctamente y eliminar los desechos del cuerpo. La deshidratación puede llevar a una acumulación de toxinas y desechos en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales y puede causar insuficiencia renal aguda, especialmente en personas con enfermedades renales preexistentes.
La falta de agua puede provocar estreñimiento y dificultar la digestión. En casos más graves, se produce un desequilibrio en los electrólitos, por lo que los músculos y los nervios se van a ver afectados, además de provocar arritmias cardíacas.
La piel el órgano más grande del cuerpo, también muestra signos de deshidratación y podemos verlo a través de una piel seca y agrietada la cual no solo es incómoda, sino que también aumenta el riesgo de infecciones y dificulta la curación de heridas. La elasticidad de la piel se reduce, lo que puede hacer que parezca más envejecida.
En el sistema nervioso, la deshidratación puede causar mareos, confusión y desorientación. Las personas mayores y los niños son particularmente vulnerables a estas consecuencias debido a su menor capacidad de compensar la pérdida de líquidos.
A largo plazo, la deshidratación crónica puede tener efectos duraderos en la salud. Puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como hipertensión, enfermedades renales crónicas y enfermedades cardíacas. Además, puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a infecciones.
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