Como cualquier moda que se tercie, las dietas apuntan siempre a sus propios puntos cardinales para encontrar la solución o el camino hacia el 'peso ideal'. Mens sana in corpore sano, la dieta es casi tan antigua como las civilizaciones aunque algunas sigan tratando de autodenominarse ''milagrosas''. La última en tendencia es la conocida como dieta Keto o dieta cetogénica, celebrities como Kim Kardashian, Halle Berry o Jessica Alba han contado cómo les ha ayudado quemar grasa y adelgazar más rápido. Pero, ¿es eficaz? y, sobre todo, ¿es para tí?. Aquí pasamos a explicarte todo lo que necesitas saber al respecto, su eficacia y funcionamiento a la hora de perder peso, y la opinión de los expertos.
En qué consiste
Keto es una forma de alimentación muy baja en carbohidratos (pan, pasta, legumbres, patatas, arroz, pero también fruta y verdura) y alta en grasas saludables (hasta llegar al 70-80% del total). Al reducir la ingesta de carbohidratos, el cuerpo entra en cetosis que es un estado metabólico en el que nuestro organismo quema grasas para obtener energía. El cuerpo, en ausencia de carbohidratos suficientes como combustible (glucosa), agota las reservas de glucógeno y la principal fuente de energía pasa a ser la quema de grasas en el hígado produciendo cetonas que alimentan los músculos y otros tejidos en vez de la glucosa. El resultado es la quema de grasa y pérdida de peso más rápida.
También hay dietas cetogénicas en las cuáles se recurre al ayuno para propiciar la formación inicial de cuerpos cetónicos que posteriormente debe sostenerse para lograr la pérdida de peso a expensas de la gran oxidación de grasas.
Fases
- Primera fase: Dura unas 4 semanas y es la fase más radical. Se reducen las calorías diarias a no más de 900 kcal. Siendo los hidratos lo que más se limita, concretamente a 20-25 g de hidratos diarios. Habitualmente la cantidad diaria recomendada son 135 g si no se realizan grandes esfuerzos físicos. Para que te hagas una idea, una manzana tiene unos 17 g, y un plato de pasta, 70-80 g. También se limita la proteína a 1.6-2.1 g de proteína por kg de peso corporal. Esta fase hace que el cuerpo entre en cetosis e inicie la quema de las reservas de grasa, con la formación de cetonas pueden aparecer síntomas conocidos como gripe cetónica: malestar, mareos, falta de concentración, etc.
- Segunda fase: Se van reintroduciendo las proteínas y los hidratos pero sigue siendo baja en calorías. Es una fase de transición entre la etapa "dura" y la de mantenimiento. Su duración depende de cada persona.
- Tercera fase: Entramos en la consolidación. La dieta puede aumentar a las 1.500 kcal al día pero los hidratos nunca deben suponer más de 50 g al día y las proteínas no suponer más del 20% del total. Para que te hagas una idea, mírate esta tabla y verás lo fácil que es pasarse de hidratos.
BENEFICIOS
- Pérdida de grasa. Al disminuir la utilización de la glucosa como fuente de energía, se queman rápidamente las reservas de grasa y la masa muscular suele mantenerse intacta cosa que no suele ocurrir con otro tipo de dietas por lo que la bajada de peso suele ser superior.
- Puede disminuir la epilepsia. Diferentes estudios hallaron que la convulsiones en varios pacientes se redujeron tras ser tratados con esta dieta en comparación con aquellos que seguían otras dietas.
- Reduce la glucosa.También defiende que al reducir los hidratos mejora la resistencia a la insulina (hormona que favorece que la grasa se quede en las células, impidiendo que se queme); pero no hay evidencia científica de qué ocurre al cabo de un año.
- Mejora los niveles de colesterol. Al reducir los picos de glucosa sanguínea, la dieta cetogénica reduce antojos y ataques de hambre lo que se traduce en menor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 e hígado graso.
- Disminuye el apetito. Al aumentar el consumo de alimentos ricos en grasas buenas, aumenta la saciedad.
- Puede alargar la vida: Tras probar la dieta cetogénica en animales de laboratorio, no sólo se comprobó un mayor promedio de vida (aproximadamente 10 años), sino que también se notaron incrementos en la memoria, coordinación y fuerza durante la vejez.
CONTRAS
- Aporte mínimo de vitaminas, minerales y fibra La dieta cetogénica, en sí, no es alta en proteínas. Se aconseja un consumo moderado (del 15 al 20% de las kcal diarias), pero existe el riesgo (bastante frecuente) de que al reducirse los hidratos aumente el consumo de proteínas, lo que podría causar daño renal. Apuesta por fuentes proteicas naturales de calidad: pescados, carne magra, huevo...
- Estreñimiento. Es un síntoma frecuente. Se produce debido a la deshidratación por el poco aporte que proporcionan las grasas. El intestino tiende a endurecerse por la falta de agua y, en ocasiones, puede agravarse si la la modalidad de la dieta restringe otros alimentos como frutas y vegetales. Se recomienda para ello tomar infusiones como la malva y el olivo.
- Trastornos cardiovasculares. La dieta cetogénica propone aumentar el consumo de grasas saludables al 70-75% de las calorías totales diarias pero un consumo excesivo de ellas podría causar la acumulación de colesterol en las arterias.
- Halitosis y cansancio. El primer síntoma se deriva por el aumento de la cetona en nuestro organismo que suele desaparecer pasadas unas semanas. El segundo, al suprimir los hidratos de carbono que proporcionan energía al cuerpo.
- Descenso en la capacidad de atención y concentración. Esto se produce por la falta de glucosa que necesita el cerebro que obtiene principalmente de los hidratos.
- Cetoacidosis. Ocurre si los cuerpos cetónicos se incrementan de manera masiva en la sangre y pueden provocar hasta estados de coma, por lo que para someterse a este tipo de dietas es imprescindible tratar con un profesional y no contar con patologías previas.