La necesidad de dar voz a una epidemia silenciosa

Cuando nos falla el corazón, el sistema digestivo o los pulmones suelen mandarnos señales de alerta. Algo nos avisa de que no va bien y con suerte podremos detectar pronto el problema. El fallo en nuestros riñones no avisa y cuando lo hace, suele ser demasiado tarde como par recuperar la función renal, lo que nos aboca a necesitar un tratamiento renal sustitutivo. Es decir, pasar a diálisis y entrar en la lista de espera para un trasplante.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es, de hecho, una epidemia silenciosa. Actualmente se encuentra en el top de las diez enfermedades que causan más muertes en el mundo, pero su aumento progresivo lleva a presagiar que en 2040 ya estará en el top 5. En España, la ERC fue la segunda enfermedad cuya discapacidad y mortalidad más aumento en la década entre 2006 y 2016. No obstante, ya afecta a 1 de cada 7 adultos en España, es decir, al 15% de la población total. Pese a ello, gran parte de la ciudadanía sigue sin conocerla, sin saber en qué consiste y cómo limita la diálisis. O si le suena, piensa que es una enfermedad solo de personas mayores.

A José Vicente Zugasti, en cambio, el diagnóstico le llegó solo con cinco años. No por ninguna complicación, sino por unos análisis previos a otra intervención. Consiguió un trasplante, pero su cuerpo lo rechazó, y ahora, a la espera de una nueva llamada de esperanza, condiciona su vida y la de su familia por su dependencia a la diálisis, que ha conseguido realizar en su propio domicilio. Su historia es el hilo conductor del documental ‘Un silencio que tienes que escuchar’, dirigido por el ganador de un Goya, Daniel Sánchez Arévalo.

Se trata de una iniciativa de AstraZeneca y la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer) que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). De hecho, según Patricia de Sequera, presidenta de la misma, “no hay mejor forma de dar visibilidad a la enfermedad, que narrar un testimonio real”. Como puntualizaba Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional ALCER, “es necesario hacer un abordaje integral el impacto humano de la enfermedad, de las restricciones dietéticas, de vida social o de lo difícil que es compatibilizar la vida laboral”.

Este es el objetivo del documental, conseguir dar voz no solo a los pacientes, sino a una enfermedad que cada vez preocupa más a los especialistas, para que la población aprenda cómo prevenirla. No obstante, a día de hoy, el 3% del presupuesto sanitario se destina al gasto de los tratamientos de diálisis y de trasplantes para estos pacientes.

Precisamente, sobre prevención, Patricia Sequera recordaba que diagnosticar la ERC depende de un simple análisis de sangre en busca de ciertos indicadores, lo que resulta especialmente coste efectivo. Este debería realizarse en busca de un posible problema renal en población diana como son las personas diabéticas, hipertensas, mayores de 60 años o con antecedentes familiares.

Por su parte, en este documental también participaba Javier Castrodeza, catedrático de Medicina Personalizada y Salud Pública de la Universidad de Valladolid, que insistía en que en su momento ya se trabajó en una estrategia pero que es necesario seguir avanzando en la implantación de la misma y en apostar por un Plan Nacional de Salud Renal.

El documental se enmarca dentro de la campaña de AstraZeneca enfocada a la enfermedad renal crónica, poniendo a disposición de los pacientes y del público en general un espacio web y un canal de Facebook con información clave sobre la patología, sus síntomas, factores de riesgo y recomendaciones para aplicar en el día a día y poder mejorar el control de la ERC.