“La transición energética es una gran oportunidad para Andalucía”

Especial | Entrevista a Rosendo Rivero, director del Parque Energético San Roque de Cepsa

El director del Parque Energético San Roque de Cepsa desgrana las claves del nuevo modelo de actividad previsto en la estrategia ‘Positive Motion’ hasta el año 2030

Rosendo Rivero, director del Parque Energético San Roque de Cepsa, tras la entrevista.
Rosendo Rivero, director del Parque Energético San Roque de Cepsa, tras la entrevista. / Erasmo Fenoy

31 de octubre 2022 - 03:00

Rosendo Rivero (1976) es Ingeniero Químico por la Universidad de San Cristóbal de la Laguna y Programa de Dirección Avanzado por la Universidad ESADE, además de Máster en Energías Renovables por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y Management Development por IE Business School. Está vinculado a Cepsa desde el año 2000, cuando se incorporó a la compañía como ingeniero de procesos en la entonces Refinería Gibraltar-San Roque. Posteriormente ejerció diferentes posiciones en las instalaciones de Cepsa en Tenerife, entre ellas responsable de Operaciones. Desde julio de este año es director del Parque Energético San Roque.

Usted comienza su carrera profesional en Cepsa en San Roque en el año 2000 y posteriormente trabajó en las instalaciones de la compañía en Tenerife. ¿Cuáles son las diferencias entre la Cepsa que dejó y la que ha encontrado al volver ahora como director?

Una organización como esta es un espejo de la sociedad. He encontrado un Parque Energético de San Roque mucho más digitalizado, con una creciente implantación de la cultura de la seguridad que siempre ha sido un valor irrenunciable para Cepsa. Otra diferencia más que notable es que, de forma paralela a la implantación de nuevos procesos, existe un decrecimiento de la huella ambiental como fruto de la preocupación por la economía circular. El cambio de denominación a Parque Energético es una declaración de intenciones de lo que pretendemos ser: un centro de transformación donde partiendo de un pasado fósil se incorporan materias primas cada vez más renovables para aportar a nuestros clientes soluciones con una menor huella de carbono. De hecho, ese es nuestro camino hacia 2030 como se plantea en nuestra estrategia Positive Motion.

Una vez cumplidos los tres primeros meses al frente del Parque Energético San Roque, ¿cuáles son los objetivos de gestión que se han trazado?

La seguridad por encima de todo. Tenemos un compromiso con nuestra plantilla y no escatimamos absolutamente nada en el camino hacia la excelencia preventiva. Con una empresa consultora especializada de primer nivel mundial hemos desarrollado la revisión de nuestros dispositivos de protección, nuestras políticas de utilización de Equipos de Protección Individual, nuestros procedimientos operativos y nuestra cultura preventiva en general para situarnos como una referencia en el sector.

¿Y cuáles son los objetivos en materia ambiental?

Además de avanzar conforme a nuestra estrategia Positive Motion, desde su nacimiento este centro tiene como referencia la eficiencia energética. Desde los puntos de vista de la minimización de la huella de carbono y de la economía. Se trata de caminar hacia un mix energético con una mayor generación renovable, aunque no solo como capacidad de generar energía verde, que la vamos a tener, sino para hacer un uso más responsable de la energía. Compartimos la preocupación de la administración andaluza por los recursos hídricos y acabamos de terminar la fase piloto de un proyecto para reducir en un 20% la captación de agua del Parque Energético San Roque. Los proyectos de hidrógeno verde son intensivos en consumo de agua, con lo cual queremos que el impacto neto sea cero; ser capaces de incorporar esos procesos a nuestra actividad sin que haya un incremento del consumo neto de los recursos hídricos. Existe el compromiso de adelantar un año la puesta en marcha de esa planta para el ahorro de agua para que esté operativa en 2023.

Cepsa se encuentra inmersa en la estrategia de transformación energética Positive Motion de aquí al final de la década. ¿Qué supone para usted como director del Parque Energético San Roque?

Ser parte del proceso es un gran reto. A las personas de nuestra generación el planteamiento de Cepsa nos da la oportunidad de hacer algo por el mundo. Dada nuestra edad es posiblemente de las últimas oportunidades de subirnos al carro y hacer algo que quede como legado para las generaciones posteriores.

“El hidrógeno es una ‘utility’ que nos permite descarbonizar los productos que ofrecemos”

Del petróleo a la diversificación energética, ¿cuáles son las principales claves para el Parque Energético San Roque?

La estrategia Positive Motion de Cepsa implica, entre otros hitos, la instalación de 7 gigavatios de energía renovable. La mayoría estarán en Andalucía con iniciativas como cinco parques solares, cuatro de ellos en la provincia de Cádiz y de ellos dos en el Campo de Gibraltar, en San Roque y Jimena. Esa energía verde será destinada a la producción de hidrógeno verde, que para nuestra industria es una utility, al igual que el vapor o el gas. El hidrógeno, que en nuestro sector se lleva manejando desde hace casi un siglo, es el vector a través del cual queremos descarbonizar nuestros procesos productivos y las soluciones energéticas que demos a nuestros clientes.

¿Cuál está llamado a ser el papel del hidrógeno?

Las posibilidades del hidrógeno son grandes. Van desde aportarlo a nuestros clientes o incorporarlo a nuestros procesos para descarbonizar los productos que ofrecemos al mercado. Las necesidades a futuro por el sector del transporte marítimo podrían requerir el uso de hidrógeno verde a través de otros productos o moléculas que lo contengan como el amoniaco. La estrategia Positive Motion de Cepsa vincula el transporte terrestre doméstico a la electrificación de los vehículos y el transporte pesado terrestre lo vemos por la vía de pilas de hidrógeno combustible. En cuanto al transporte aéreo, no percibimos una transición energética tan rápida, por lo que apostamos por la formulación de combustibles sostenibles para aviación de manera que a finales de la década Cepsa estaría en disposición de producir un millón de toneladas al año. Por último, en el transporte marítimo pensamos en utilizar el hidrógeno verde como vector a través de moléculas más manejables como el amoniaco o metanol verde. Algo que en un centro como el Parque Energético San Roque tiene todo el sentido porque tenemos al lado el Puerto de Algeciras, un referente europeo por tráfico y el nivel de bunkering, de manera que nuestro futuro se orienta a dar satisfacción a la evolución de las navieras en su propia transición energética.

¿Qué proyectos e inversiones contempla?

La estrategia Positive Motion pone sobre la mesa 8.000 millones de euros de inversión, 5.000 de ellos en Andalucía, para la transición energética a 2030 con el fin de que la huella de carbono derivada de nuestros procesos de transformación se reduzca en un 55%. Y que la intensidad de carbono de nuestros productos se reduzca en un 20%, lo cual no para en 2030 ya que en 2050 la ambición de Cepsa es llegar al impacto neto cero de nuestras actividades. En el despliegue del hidrógeno, el primer paso para minimizar el consumo de agua de las futuras unidades ya está activo y con la previsión de puesta en marcha para el año que viene, por lo que es evidente que se instalarán electrolizadores. Están en la hoja de ruta.

Rosendo Rivero.
Rosendo Rivero. / E. Fenoy

¿Está la industria preparada para despedirse del petróleo? ¿Cuándo prevé Cepsa llegar a ese hito? Faltan apenas ocho años para que acabe la década.

Soy optimista. No oculto que estamos en una crisis derivada de una situación sanitaria, logística y ahora inflacionaria que además se produce en un contexto de conflicto bélico. Algo que debe verse como una oportunidad que se nos presenta. Especialmente para Europa dado su adelanto en el compromiso con el medio ambiente. Es una oportunidad para ver estas inestabilidades como un efecto catalizador para que la industria, y la sociedad en general, se vaya desvinculando del modelo fósil. No debemos tener en la cabeza un modelo de sustitución absoluta del petróleo. Las soluciones energéticas, a partir de ahora, tendrán un carácter más local que centralista. El planteamiento actual, de economía verde, se centra en soluciones adaptadas a las características locales. Por ello, en Cepsa creemos firmemente que si bien Andalucía siempre ha tenido una gran importancia, Andalucía es el corazón de nuestra estrategia. Es una región con un clima privilegiado, una situación geográfica con acceso a múltiples canales y rutas comerciales. La transición energética es una gran oportunidad de desarrollo para Andalucía.

¿Qué productos está planteado obtener en San Roque a través del hidrógeno verde y cuáles serían sus principales mercados?

En una instalación como esta, al introducirse el hidrógeno verde en el proceso de producción ya se minora la huella de carbono del producto final. Así, el mercado de Cepsa se va a dedicar a hacer más verde el combustible de aviación y a hacer más sostenible el transporte marítimo con metanol y amoniaco verde. Por otro lado, Cepsa ha sido la primera compañía en adaptarse a las especificaciones de la Organización Marítima Internacional y nuestros actuales combustibles marítimos ya tienen aproximadamente un 7% de biocombustible incorporado. Estamos en disposición de suministrarlos desde el Puerto de Algeciras, ya estamos en pruebas. Por el contrario, Cepsa no pretende erigirse como una comercializadora eléctrica. Los 7 gigavatios de potencia de energías renovables previstos se destinarán a que nuestra actividad tenga menor impacto.

Cepsa ha anunciado un corredor energético desde San Roque hacia el Puerto de Róterdam, vía Puerto de Algeciras, para 2027. ¿Qué supone este proyecto para el Parque Energético?

Desde su nacimiento, Cepsa ha sido una empresa pionera y valiente. Ejemplo de ello es que estableció una refinería en Tenerife (en 1930) cuando no tenía personal cualificado, ni mercado claro, ni seguridad en la materia prima y aún así salió adelante. Ahora, Cepsa hace otro planteamiento valiente aunque lo tenemos más fácil por tener instalaciones en condiciones de poder transformarse, personal muy cualificado y clientes. Estoy convencido de que el Parque Energético de San Roque está preparado para la transición energética. Sin citar detalles, dentro de este futuro energético tan variado y sujeto a rápidos avances tecnológicos, se precisa de partners de este nivel, de forma que el Puerto de Algeciras y Cepsa vamos siempre de la mano. Cepsa está interesada en que el Puerto crezca y es nuestro socio estratégico principal de la zona.

“Queremos ofrecer un medio ambiente de mayor calidad y mayor calidad de vida a la población”

¿La transición energética llevará aparejada la demanda de nuevos perfiles profesionales en la compañía? ¿De qué tipo?

Ya se demandan y requieren tener know how sobre las nuevas soluciones energéticas. Ya tenemos un porcentaje de la plantilla cursando estudios sobre hidrógeno verde y energías renovables y cada vez crecemos más en perfiles orientados a la digitalización de las actividades. Esos perfiles existen, nos interesan y los estamos incorporando. También son demandados perfiles para el cuidado de la huella de nuestra actividad.

Durante 2021, Cepsa invirtió 11,18 millones de euros en mejoras ambientales en el Parque Energético San Roque. ¿En qué cifras se cerrará el año 2022 y con qué proyectos principales?

La inversión para el mantenimiento de la actividad espera cerrar el año por encima de los 14 millones de euros. Además, hay cuantías bastante mayores previstas entre 2022 y 2023 para proyectos como el ya citado de recuperación de aguas y otro muy importante llamado a reducir en más de un 50% la emisión de partículas del foco de la unidad de FCC, donde se generan, entre otros productos, la gasolina. Otro proyecto busca la segregación de las aguas pluviales y de deslastre procedentes de las escalas en el puerto para un mejor desempeño de la planta de aguas residuales. Hay muchas otras acciones concretas en los procesos para mejorar el aprovechamiento del calor, la sustitución de combustibles pesados por otros más ligeros en nuestros quemadores o la utilización de las últimas energías en el intercambio de calor, principalmente vinculados a la eficiencia energética.

Y la transición energética ¿qué cambios va a suponer desde el punto de vista de la protección ambiental?

Nuestra huella, no solo la del carbono, ya se encuentra muy por debajo de los límites legales. Pero no queremos tener una actitud conformista. Con acciones como la reducción del consumo de agua y la reducción del impacto de los gases al mínimo queremos ofrecer un medio ambiente de mayor calidad y mayor calidad de vida a la población.

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