"Desde pequeño soñé interpretar en festivales de música antigua como los de Utrecht y Zúrich"

Entrevista | Javier López Escalona

El músico sanroqueño participa en los festivales de música antigua de Utrecht (este 31 de agosto y los días 1 y 2 de septiembre) y en Zúrich (16 y 17 de septiembre)

Junto a su compañera pianista, Laura Granero, han preparado un repertorio de Gerónimo Giménez, Juan María Guelbenzu y Johannes Brahms

El chelista sanroqueño tocando junto al pianista Elio Coria en la Fundación Juan March.
El chelista sanroqueño tocando junto al pianista Elio Coria en la Fundación Juan March. / Fundación Juan March
Sergio Fernández Uceda

31 de agosto 2022 - 11:53

Javier López Escalona es de San Roque, tiene 25 años y es un virtuoso del violonchelo. Ha cursado su carrera en la Universidad de Arte de Zúrich (Suiza) donde, además, ha sido becado y premiado por la investigación e interpretación del proyecto 'The cello in Andalucía' en el Förderpreis 2020 ZHdK. Ahora se prepara para uno de los concursos internacionales más importantes, el Festival de Música Antigua de Utrecht (Países Bajos) -que se celebra en la Fundación Van Renswoude entre los días 31 de agosto y 2 de septiembre- donde concursa de la mano de su amiga, la pianista Laura Granero.

López Escalona es, a su vez, solista de la Orquesta Barroca de Zúrich e invitado de la Orquesta de Cámara de Basilea. Por ello, ha dado numerosos conciertos en Suiza, Holanda, Alemania, Francia, Bélgica, Italia y España.

Este músico -que cuenta con un máster de pedagogía musical realizado en Zúrich- también ha impartido seminarios de praxis interpretativa como profesor invitado en el Conservatorio Superior de Sevilla y el de Winterthur. Recientemente se ha incorporado a la Sección IV del Instituto de Estudios Campogibraltareños (IECG) donde prevé publicar un artículo sobre el desconocido músico gibraltareño Pascual Ramayón Barrett.

En España ha ganado el premio al 'Mejor Artista de Cuerda' de la 15º edición de Intercentros Melómano, de la Fundación Orfeo. El chelista también destaca por su calidad de comunicador habiendo participado en una conferencia en Halle (Bélgica) y otra, como ayudante, en Zúrich.

-¿Cómo afronta este nuevo reto musical?

-Tengo bastantes ganas. Hace tiempo que no participo en concursos. El último que hice fue el concurso de juventudes musicales en Barcelona, en modalidad de música antigua hace unos 4 años. También participé en el concurso nacional suizo de música de cámara, pero a este fui con un trío.

-¿De dónde surge la motivación para presentarse al Festival de Utrecht? ¿Qué tiene de especial?

-Mi compañera pianista Laura Granero me comentó la posibilidad de ir y me animó a ir juntos. Es una posibilidad excepcional. El festival de música antigua de Utrecht es un evento internacional especializado, pionero del mundo de la música antigua y la interpretación histórica, con jurados expertos y que tiene mucho renombre. Además, hemos conseguido una actuación, un concierto, fuera del concurso. Hemos decidido ir porque supone una motivación extra al ser un formato basado en la práctica histórica informada, a partir de las grabaciones históricas, estudios, etc. Personalmente me interesa porque hay un jurado especializado en la interpretación historicista informada del siglo XIX, que es algo muy raro y poco común, probablemente sea la primera vez.

-¿Cuánto tiempo llevan preparándose?

Cartel de uno de los conciertos preparativos de Javier López Escalona y Laura Granero en Madrid.
Cartel de uno de los conciertos preparativos de Javier López Escalona y Laura Granero en Madrid.

Llevo tocando con Laura dos años. Hemos tocado por casi toda Europa: en Francia, Bélgica, en Suiza y, por supuesto, en España. Tenemos bastante recorrido juntos. A parte, la preparación de este concurso ha sido prácticamente por nuestra cuenta. Primero hemos hecho un primer concierto a modo de calentamiento en Madrid.

Luego, en Suiza, donde hemos estado hasta ayer mismo, como vamos a tocar la Sonata 2 de Brahms, hemos recibido una masterclass de Johannes Gebauer, uno de los pocos académicos que trabajan la praxis interpretativa, investigador de la Universidad de Artes de Berna y experto en el violinista Joseph Joachim, un músico que se puede asociar mucho a Brahms. Gebauer nos ha guiado en interpretación y también nos contó detalles sobre el estilo. Estuvimos dos horas y media trabajando.

-¿Cómo se le presenta el concurso?

Ayer mismo tocamos en Basilea (Suiza), en un museo de pianos a modo de preparación. Por la tarde tocamos nuevamente en esta ciudad, en la Schola Cantorum Basiliensis. Un día ajetreado porque tras salimos en dirección a Países Bajos, ya que comenzamos la primera fase del concurso al que nos presentamos.

Además estoy emocionado porque el día 1 de septiembre tocamos en el festival, una actuación aparte del concurso que nos han dejado tocar con un repertorio romántico. Un hecho insólito pues temáticamente se trata de un festival que se centra en los estilos previos al Barroco. Supongo que han admitido esta actuación porque hacemos interpretación histórica y encaja en el enfoque del festival.

-¿Qué repertorio piensan interpretar?

Mi compañera y yo tocaremos música del sevillano Gerónimo Giménez, obras como 'la romanza' y 'la Cabatina'; la 'romanza' del navarro Juan María Guelbenzu y la sonata en fa mayor nº2 Opus 99 de Johannes Brahms.

-¿Los nervios pueden jugarle una mala pasada?

El hecho de haber participado en otros concursos me hace saber que no tiene tanta repercusión, no me va la vida en ello como cuando era más joven, por lo tanto, no tengo tantos nervios. Los concursos te ayudan a mejorar como instrumentalista, a tener motivación para estudiar y practicar. Lo importante para mí es generar una identidad artística, de ahí surge mi pasión y mis estudios por el violonchelo en Andalucía y mis investigaciones.

Cartel proyecto de Javier López Escalona premiado en 2020 en Zúrich.
Cartel proyecto de Javier López Escalona premiado en 2020 en Zúrich.

Me tomo el concurso de Utrecht como la oportunidad de tocar delante de un jurado especializado en este tema, con mucho renombre, considerado el mas importante de musicología y música. También como una experiencia donde conocer a mucha gente a la que puedes gustar y a partir de ahí que salgan otros compromisos.

-No es 'el fin del mundo' si no ganan, ¿no?

-Los concursos no son una solución de la vida artística, son parte de un camino. No llevamos la idea de pura competición, que es, al final, lo que más te puede hacer perder, por las presiones. Lo bueno de estos concursos es que valoran muy bien si has estudiado los estilos y cómo los planteas en la interpretación, y en especial, que sea disfrutable. En eso no tenemos preocupaciones.

-¿Tienen pensado presentarse a más concursos este año?

-Del 29 de agosto al 2 de septiembre estamos tocando un concierto al día. Después de esta experiencia en Países Bajos voy al festival de música antigua de Zúrich los días 16 y 17 de septiembre, pero en calidad de solista, donde improvisaré algunas obras.

-¿Qué supone para usted presentarse a estos festivales y el concurso?

-Se trata de una etapa muy importante de mi vida. Desde pequeño soñé interpretar en festivales de música antigua como los de Utrecht y Zúrich, aunque no es algo a lo que me quiera ceñir. Por ejemplo, a partir de marzo voy a estar en Gante (Bélgica) tocando con la Orquesta Barroca a manos del director René Jacobs, quien fuera primer profesor de mi tutor Roel Dieltiens.

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