Red Eléctrica ratifica su “apuesta firme” por la subestación en San Roque para el cable de Ceuta
Puente Mayorga
La compañía destaca que es la alternativa con menos impacto de las estudiadas, con el cableado soterrado y una subestación de menor tamaño dentro de un edificio
Considera que la instalación eléctrica es compatible con las normas urbanísticas de San Roque
La nueva propuesta para la interconexión eléctrica con Ceuta, que pasa por una nueva instalación junto a la subestación eléctrica de Puente Mayorga, en San Roque, es una “apuesta firme” de Red Eléctrica de España. La promotora de la obra que permitirá conectar Ceuta con el sistema eléctrico peninsular destaca que esta alternativa es la que causa un menor impacto ambiental de las estudiadas, al situarse en una zona industrial en la que la instalación eléctrica no entra en colisión con la protección ambiental y los proyectos previstos para el desarrollo de la zona. Y en esa propuesta “estamos trabajando” para iniciar las obras más allá de 2023.
Así lo ha explicado este miércoles el delegado de REE para Andalucía y Extremadura, Jorge Jiménez. La empresa presentó hace unas semanas la propuesta a los alcaldes de La Línea, Juan Franco, y San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, como alternativa ante la contestación municipal y social levantada por un primer proyecto que preveía la construcción de una subestación en el paraje linense Los Portichuelos. REE se comprometió a estudiar otras posibilidades y finalmente ha optado por un cambio integral en la parte que discurre por tierra campogibraltareña.
La interconexión eléctrica con Ceuta, de 132 kilovoltios (kV) partirá de la nueva subestación Virgen de África de la ciudad autónoma. Desde ahí llegará soterrada al mar para cruzar el Estrecho a lo largo de 58 kilómetros, en algunos puntos con hasta 900 metros de profundidad. Se trata de “un proyecto muy amplio, tecnológicamente muy ambicioso”, destaca Jiménez. Se utilizarán cables de última tecnología, con aislamiento seco, que evitarán los problemas puntuales de filtraciones del líquido aislante que han surgido al otro lado del Estrecho en la interconexión con Marruecos. El cable, además, discurrirá protegido o enterrado por el fondo marino para aumentar la seguridad.
Una vez llegado a la Península, se propone el aterraje en las proximidades de la playa de La Hacienda, pero sin alterar la playa: la entrada se realiza mediante una perforación dirigida, llevando el cable por una canalización subterránea a entre 10 y 20 metros de profundidad desde la zona del aparcamiento. Mar adentro, no sale hasta pasado un kilómetro de longitud. Este emplazamiento, destaca la compañía, da respuesta a importantes condicionantes técnicos, discurrir por un fondo marino con mayor estabilidad sedimentaria, alejado de las fuertes pendientes del Estrecho y de las zonas de fondeo e intenso tráfico marítimo de buques de elevada envergadura y evitando las zonas con mayor proyección ambiental.
Con el nuevo proyecto se eliminan las líneas aéreas que sí incluía el anterior. Todo el trazado terrestre del cable (9 kilómetros) será soterrado, eliminándose todo el impacto visual de las líneas aéreas y de al menos 10 apoyos (torres eléctricas). El cable aprovechará los viales públicos urbanos consolidados.
El punto de conexión con la red nacional se establece en la actual subestación Algeciras, de 220 kV. Esta se ampliará con una subestación de 132 kV con tecnología GIS (encapsulada en una envolvente metálica) que se situará dentro de un edificio de una planta y 853 metros cuadrados de superficie (aunque se trabaja para reducirlo aún más). En la práctica, solo se verá una nave industrial que será a la que efectivamente llegue el cable desde Ceuta. Este tipo de instalación, de menor tamaño, “suele utilizarse en los núcleos urbanos, sobre todo en las grandes ciudades, donde muchas veces pasan desapercibidas”, resalta el delegado de REE. La subestación de Ceuta, situada en el centro de la ciudad, sería de este mismo tipo. Entre las ventajas de este emplazamiento está el hecho de que ya es un suelo industrial (colindante a la refinería) y que “se utilizan infraestructuras existentes”. Además, la ampliación servirá para reordenar la parcela en la que se insertaría: “Derribar edificios sin uso, adecentarlos, tomar medidas de apantallamiento y de integración paisajística”.
La propuesta se ha topado con la oposición frontal del Ayuntamiento de San Roque y de distintos colectivos. El alcalde sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix, critica su cercanía al núcleo urbano y asegura que el proyecto es incompatible con la normativa urbanística vigente para esos terrenos. “Creemos que la propuesta sí tiene encaje en la normativa”, asegura Jorge Jiménez, aunque no obstante la empresa está en la fase de analizarla con los técnicos del Ayuntamiento de San Roque para hacer los ajustes que sean necesarios. El delegado remarca que se han ido descartando alternativas por motivos ambientales, de impacto visual, arqueológicos, o de colisión con otros desarrollos previstos hasta llegar a esta propuesta, una “oportunidad inmejorable” gracias a la incorporación de la tecnología GIS al proyecto.
Este cambio de tecnología se hace posible al estar aún en tramitación la nueva Planificación de la red de transporte eléctrico 2021-2026, el documento que marca las nuevas infraestructuras necesarias para garantizar el suministro de electricidad a todo el país. La interconexión eléctrica con Ceuta forma parte de la planificación ahora vigente y está incluida en la siguiente como proyecto estratégico. Las actuaciones incluidas en la Planificación son vinculantes “con las características técnicas que en la misma se definen” para Red Eléctrica, que tiene la obligación de ejecutarlas en aplicación de la política energética del Estado. Por ello, es necesario incluir el cambio en la planificación.
El proyecto, cuyo coste se estima en 211 millones de euros, no ha iniciado aún la tramitación administrativa. Está en fase de elaboración del proyecto de ejecución y del Estudio de Impacto Ambiental, después de que los primeros trabajos se iniciasen en 2015. Se está profundizando actualmente en el detalle técnico para poder iniciar la tramitación ambiental y administrativa, que podría prolongarse entre año y medio y dos años, por lo que la obra no comenzará antes de 2023. Asimismo, por el alcance del proyecto, y al tratarse de una interconexión que afecta a dos comunidades (Ceuta y Andalucía), la tramitación ambiental correrá a cargo de la Administración General del Estado, al tratarse de red de transporte primario.
Desde REE se destaca que estas instalaciones se diseñan para alcanzar una vida útil de al menos 40 años y, por tanto, “es muy importante conseguir la adecuada integración en los territorios en los que se ubican. Para ello, se busca el máximo consenso con los vecinos, sus representantes y sus organizaciones, en el marco establecido en la Planificación y en la normativa sectorial vigente”. Y se recuerda que detrás del proyecto está la necesidad imperiosa de esta conexión para “incrementar la seguridad y fiabilidad del suministro eléctrico a Ceuta”.
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