La absorción del cuerpo de Carabineros (LXXII)
A GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CLXX)
Los vocales del consejo de guerra contra el ex capitán de Carabineros Manuel Lamadrid fueron Manuel Vilas, Antonio Villa y Ángel Medina
La absorción del cuerpo de Carabineros (LXXI)
Tras reseñar en el capítulo anterior las vicisitudes de interés relativas al general de brigada Vicente Arroyo Moreno, jefe de la 1ª Zona de la Guardia Civil (Sevilla), nombrado presidente del consejo de guerra, a celebrar el 11 de abril de 1956, contra el ex capitán de Carabineros Manuel Lamadrid Rivas, se prosigue con el resto de vocales.
El primero era el coronel Manuel Vilas Rodríguez, jefe del Tercer Tercio Móvil de la Guardia Civil (Sevilla), natural de la ciudad de Lugo. Procedía de la Promoción de 1915 de la Academia de Infantería en Toledo. Había prestado servicio como alférez en el Regimiento Andalucía núm. 52, de guarnición en Santoña (Cantabria) y en el Regimiento Ceuta núm. 60, de guarnición en dicha plaza norteafricana de soberanía española, participando en las Campañas de Marruecos. Ascendido a teniente, continuó en esta unidad hasta su destino al Regimiento Zamora núm. 8, de guarnición en Lugo.
En 1923 ingresó en la Guardia Civil. Estuvo destinado como teniente en las Comandancias de Cáceres y Lugo. Promovido al empleo de capitán en 1932 estuvo destinado sucesivamente en las Comandancias de Orense, Palencia y nuevamente en la de Lugo. Al producirse la sublevación de julio de 1936 continuaba en la plana mayor de esta última unidad, dependiente del 6º Tercio (La Coruña), donde permaneció durante la contienda. Finalizada ésta y siendo ya comandante estuvo destinado en la 140ª Comandancia (Lérida) y al ascender a teniente coronel en 1948, mandó la 207ª Comandancia (Salamanca) hasta que en 1954 pasó a la plana mayor del 38º Tercio (Sevilla). En marzo del año siguiente, tras ser promovido a coronel se le otorgó el mando del referido Tercer Tercio Móvil.
Entre sus compañeros de promoción hay que citar a los capitanes gaditanos Fermín Galán Rodríguez (natural de San Fernando y de Infantería) y Enrique Letrán López (natural de Rota y de Carabineros). Ambos serían fusilados. El primero por encabezar la sublevación republicana de Jaca en diciembre de 1930 y el segundo, que había mandado entre marzo de 1934 y enero de 1935 la Compañía de Puente Mayorga en la Comandancia de Algeciras, lo fue en agosto de 1936, por oponerse a la sublevación militar iniciada el mes anterior cuando se encontraba al frente de la Compañía de Vejer de la Frontera.
El segundo vocal del tribunal del consejo de guerra era el coronel Antonio Villa Baena, jefe de la Maestranza y Parque de Artillería de la Segunda Región Militar en Sevilla. Próximo a pasar a retiro por cumplir la edad reglamentaria, era veterano de las Campañas de Marruecos. Al iniciarse la sublevación militar se unió a la misma estando destinado como capitán en el Regimiento de Artillería Ligero núm. 3, de guarnición en la capital hispalense.
Si bien ya se hallaba destinado en ese mismo empleo y unidad cuando se proclamó la Segunda República en abril de 1931, había sido cesado tras la frustrada sublevación militar de agosto de 1932, encabezada por el teniente general José Sanjurjo Sacanell. Como consecuencia de ello pasó sucesivamente a las situaciones de disponible forzoso y disponible gubernativo, al ser encausado por el delito de rebelión militar, al igual que el resto de jefes y oficiales de su unidad. A finales de abril de 1933 les sería sobreseída, por la Sala Sexta del Tribunal Supremo, la causa por la cual estaban procesados.
Durante la guerra civil fue ascendido al empleo de comandante. Mientras tanto, el gobierno de la República lo incluyó en marzo de 1938 en un listado de más de un centenar de capitanes de Artillería, publicado desde Barcelona en el “Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional”, donde se le daba de baja definitiva en el Ejército, “por encontrarse prestando servicio en terreno faccioso”.
Al terminar la contienda y reorganizarse el Ejército, pasó de estar agregado en el cuartel general del Segundo Cuerpo de Ejército, al Regimiento de Artillería núm. 61 en Sevilla. Tras ascender en febrero de 1941 a teniente coronel pasó destinado en primer lugar al Regimiento de Artillería núm. 14 y posteriormente, a la Jefatura de Artillería del Cuerpo de Ejército II, con residencia en la misma plaza. Allí permanecería hasta abril de 1953, que tras ser promovido a coronel, se hizo cargo del mando de la Maestranza y Parque de Artillería de Sevilla.
El tercer vocal era el coronel de Infantería Ángel Medina Serrano, destinado en la Subinspección de la Segunda Región Militar, con residencia en la capital hispalense, al igual que los anteriores. Veterano también de las Campañas de Marruecos, se encontraba destinado como capitán en el Regimiento Granada núm. 34, de guarnición en Sevilla, al producirse la proclamación de la Segunda República. En los años siguientes estaría destinado en la Caja de Reclutas núm. 12, en Huelva, y en el Regimiento de Infantería Soria núm. 9, también de guarnición en Sevilla.
Cuando se inició la sublevación militar continuaba siendo capitán y se sumó a la misma. Se encontraba nuevamente destinado en el Regimiento de Infantería Granada, cuya numeración había pasado a ser el 9 como consecuencia de otra reorganización. Ascendido a comandante en marzo de 1938, dos meses antes había sido dado de baja del Ejército por el gobierno de la República, junto a unos cuatrocientos capitanes de Infantería. Ello fue, “sin opción a derechos pasivos, y sin perjuicio de lo que en su día resulte de la información que se instruya al efecto, como comprendidos en el decreto de 21 de julio de 1936”.
Al finalizar la guerra civil, pasó primero en comisión, desde el Regimiento Granada núm. 6 (volvió a cambiar su numeral), que proseguía de guarnición en Sevilla, a la Auditoría de Guerra de la Segunda Región Militar. En noviembre de 1940 fue destinado como juez permanente de causas en Sevilla. Como teniente coronel, con antigüedad de julio de 1943, estuvo destinado en el Regimiento de Infantería núm. 20 de guarnición en Paterna (Valencia). Promovido a coronel se le confirió el mando de la Zona de Reclutamiento y Movilización núm. 34, hasta que en agosto de 1955, tras pasar al segundo grupo, por cumplir la edad reglamentaria, fue destinado a la Subinspección de la 2ª Región Militar y Gobierno Militar de Sevilla.
Se daba la circunstancia de que Medina, natural de Sevilla, donde había desarrollado la mayor parte de su carrera militar, pertenecía a la promoción de 1916 de la Academia de Infantería de Toledo. Era por lo tanto compañero del procesado y ex–capitán Manuel Lamadrid Rivas, al que se iba a juzgar en consejo de guerra por el supuesto delito de adhesión a la rebelión militar. A dicha promoción pertenecía también el ya citado teniente coronel de la Guardia Civil, y antiguo capitán de Carabineros Ignacio Molina Pérez, así como el que fuera también en 1936, capitán de la Comandancia de Carabineros de Algeciras, Francisco Zamora Medina.
Este último era el ya citado jefe de la 3ª Compañía de Puente Mayorga que, el 25 de julio de 1936, en unión de medio centenar de sus hombres, cruzó la “Verja”, y se introdujo en la colonia británica de Gibraltar.
(Continuará
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