La absorción del cuerpo de Carabineros (XL)
La Guardia Civil en San Roque (CXXXVIII)
Con la implantación del régimen republicano se efectuaron cambios en la normativa de uniformidad para que casi no hubiese difrerencias entre los distintos empleos salvo sus divisas
San Roque/Por real orden circular del Ministerio de la Guerra, de 30 de enero de 1931, y de conformidad con el Ministerio de Hacienda, se aprobó el cuadro orgánico del benemérito Instituto de Carabineros durante el ejercicio de 1931. En el caso de la Comandancia de Algeciras la plantilla no tuvo variación alguna respecto a la expuesta en el capítulo anterior, manteniendo sus 812 efectivos, matronas incluidas.
Dos meses después, cuando apenas quedaban dos semanas para proclamarse la Segunda República, se dictó la real orden circular de 31 de marzo, dejando sin efecto el cuadro orgánico anteriormente referenciado y aprobando uno nuevo, si bien no constituyó variación alguna de la plantilla ya existente en el Campo de Gibraltar.
Con la implantación del nuevo régimen republicano no sólo se modificó el emblema del Cuerpo de Carabineros mediante la orden circular de 21 de mayo de 1931 citada en el capítulo anterior, que supuso la supresión de la corona real, sino que se efectuaron diversos cambios de la siempre compleja normativa que regulaba la uniformidad, al objeto de que prácticamente no hubiese diferencias entre los distintos empleos salvo sus divisas.
Así, en primer lugar, se sustituyó para el servicio diario la tradicional prenda de cabeza que durante tantos años había caracterizado no sólo al Cuerpo de Carabineros sino a la mayor parte del Ejército: el “ros”, cuyo nombre se debía al teniente general Antonio Ros de Olano Perpiñá, quien tras ser nombrado director general de Infantería, el 1º de agosto de 1854, lo introdujo en el Batallón de Cazadores de Madrid, extendiéndose posteriormente su uso a otras muchas unidades.
Por orden circular de 13 de junio de 1931, suscrita por el ministro de la Guerra Manuel Azaña Díaz, se dispuso que el “ros” que venían usando las clases de primera categoría y los sargentos de Carabineros, fuese sustituido por la gorra de plato que ya venían usando los oficiales de la forma descrita en la real orden circular de 10 de octubre de 1908. Es decir, “en los días no festivos ni de gala, se usará para todo servicio de cuerpo o plaza, incluso las presentaciones, guardias de prevención y ejercicios doctrinales”.
La gorra de plato, mucho más cómoda para prestar servicio que el “ros”, que prácticamente quedaba relegado a cuando se vistiese el uniforme azul de gala, era del mismo color que el resto del uniforme que se empleaba durante el servicio diario, es decir, de paño gris verdoso. Llevaba la visera forrada del mismo paño y barboquejo de cuero. Igualmente en su frontal ostentaría el nuevo emblema metálico de Carabineros y las divisas de los respectivos empleos, “como los jefes, oficiales y suboficiales, sargentos y cabos”.
A este respecto hay que significar que cuando por ley de 15 de marzo de 1940 el Cuerpo de Carabineros fue absorbido por el de la Guardia Civil, todo el personal que pasó a prestar el servicio fiscal de resguardo, continuó usando la gorra de plato en vez del sombrero negro de la “Benemérita”, el popular “tricornio”.
Dicha herencia de Carabineros, a la que tan acostumbrado estábamos en el Campo de Gibraltar de ver en recintos aduaneros y portuarios con gorra de plato a guardias civiles con su uniforme verde, o azul si eran de la especialidad de marinos, perduró casi cinco décadas, concretamente hasta la entrada en vigor de la Orden General núm. 124 de 27 de julio de 1989.
Por otra parte, conforme se continuaba disponiendo en la mentada orden circular de 13 de junio de 1931, quedaban autorizadas las clases de segunda categoría para usar fuera de los actos de servicio el correaje color avellana que usaba la oficialidad, “si bien quedan exceptuadas de esta concesión las clases de mar, en atención a su especial uniforme”.
Respecto al “ros”, hay que insistir que si bien se trataba de una prenda de singular elegancia era de incómodo porte para la agitada vida del carabinero que vigilaba costas y fronteras, persiguiendo al contrabandista. Para preservarlo de la lluvia tenía, al igual que ocurría con el tradicional sombrero negro de la Guardia Civil, una funda de hule negro adaptada a su forma, mientras que para preservarlo de los rayos solares, llevaba, al igual que también sucedía en la “Benemérita”, otra funda pero de piqué blanco.
Poco después, pues no habían transcurrido siquiera dos semanas, otra orden circular, esta vez de 26 de junio, dispuso que en lo sucesivo la guerrera que usasen los generales, jefes, oficiales, clases e individuos de tropa de Carabineros, fuese sustituida por la que se describía para el Ejército en la real orden circular de 16 de diciembre de 1926. La única diferencia sería el paño de color gris verdoso que determinaba a su vez la real orden circular de 5 de agosto de 1922 para Carabineros.
También, en la nueva orden circular de 26 de junio de 1931 se dispuso la sustitución para su uso, cuando no se prestase servicio de armas en interior de acuartelamiento, del gorro de paño gris verdoso y forma cilíndrica que venía usando la oficialidad y tropa de infantería y caballería de Carabineros, según lo dispuesto en la orden circular de 31 de enero de 1912, en la que se aprobaba su reglamento de uniformidad. La nueva prenda de interior para todos los empleos, sin excepción, sería el gorro de cuartel que determinaban las reales ordenes circulares de 16 de diciembre de 1926 y de 31 de diciembre de 1929 para el Ejército, si bien de paño color gris verdoso.
Siguiendo la línea del nuevo régimen republicano, de que tanto la tropa como las clases de Carabineros usasen la misma uniformidad que la oficialidad, se dispuso por orden circular de 8 de octubre de 1931, que también el uniforme azul de gala fuese idéntico para todos. La única diferencia fue que los botones metálicos y la chapa en el “ros” de la oficialidad serían “dorados a fuego”.
Continuando con otros cambios iniciales internos como consecuencia de la implantación del nuevo régimen republicano, se dispuso por circular de la Dirección General de Carabineros, de fecha 7 de septiembre de 1931, la sustitución de los sellos oficiales de las unidades en los que debía aparecer el nuevo emblema, sin corona real por supuesto y las dos carabinas cruzadas. Respecto al correo postal del Cuerpo se dispuso que “los sellos para franquear la correspondencia oficial seguirán usándose sin emblema y sin corona”.
Tal y como se mencionó en el capítulo anterior, al proclamarse la Segunda República el principal problema de contrabando que padecía España estaba focalizado en el Campo de Gibraltar y protagonizado desde la colonia británica.
Por ello si durante la monarquía de Alfonso XIII, la Comandancia de Algeciras era la segunda de mayor plantilla a nivel nacional, el régimen republicano decidió, por orden circular de 2 de octubre de 1931, aumentar su número de efectivos desde 812 hasta 863 (incremento de 1 teniente, 3 sargentos, 3 cabos, 2 carabineros de 1ª clase, 41 de 2ª y 1 corneta), convirtiéndola en la primera de España a pesar de ser la de menor extensión territorial.
(Continuará).
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