La arquitectura de San Roque (III)
En la calle General Lacy (Málaga) podemos observar algunas viviendas dignas de mención
Un edificio rompe la homogeneidad arquitectónica con un estilo que pertenece al eclecticismo del siglo XIX o principios del XX
La arquitectura de San Roque (I)
La arquitectura de San Roque (II)
Comentaré varias casas de algunas calles principales, cuya arquitectura es representativa de la del resto de la población, pues sería excesivamente prolijo referirme a muchas más. En la plaza de Armas, dejando aparte el edificio del antiguo Ayuntamiento, es preciso citar una casa de tres plantas, en la planta baja se abren dos ventanas a cada lado, sin adornos, y en el centro, la puerta, cuyo vano adintelado se enmarca entre una moldura. En la segunda planta los antepechos de las dos ventanas laterales lucen artísticas molduras en forma de jarrón del que salen unas guirnaldas, todo festoneado por otras molduras; en medio se halla un balcón con antepecho de rejas, cuyo voladizo carece de ménsulas de apoyo; el vano está adornado por una moldura, y la tercera planta luce un balcón central, con antepecho de rejería, cuyo voladizo tampoco tiene ménsulas, flanqueado por dos sencillas ventanas. El vano está adornado por unas pilastras acanaladas, con capiteles jónicos (falta el del lado derecho) y sobre cuyo dintel resalta un frontón triangular con molduras de sección escalonada. La parte superior de la fachada cuenta con una gruesa moldura de varias fajas y dentículos y se remata con un pretil formado por tres pilastras y unas barandillas de rejas.
Otra casa destacable en la Plaza de Armas es una de dos plantas. En su planta baja se abren dos sencillas ventanas y una puerta adintelada con una moldura; en su planta alta destaca un balcón con antepecho de rejas y con un guardapolvo de madera, con perfil sinuoso sobre el dintel del vano. A cada lado de este balcón se abren dos ventanas sin adornos. En la parte opuesta de la plaza hay que mencionar dos edificios, ambos de dos plantas. La puerta de uno, donde se encuentra un afamado restaurante, tiene una portada flanqueada por dos pilastras de estilo toscano, formadas por sillares, cuyo dintel, en dovelas, tiene resaltada su clave por una moldura. Sobre estas pilastras se levanta un entablamento. Las ventanas de esta planta se adornan con unas incipientes repisas. En la planta alta destacan su balcón central, con antepecho de rejería, cuyo voladizo se apoya en este entablamento y los dos miradores enrejados con tejadillos y repisas, los cuales se abren a cada lado. En la parte alta, se remata por un tejado de tejas árabes y por una azotea, con un pretil compuesto de pilastras, coronadas por unos jarrones, y rejas, sobre una cornisa.
También es destacable una casa contigua, de dos plantas. En la planta baja se encuentran las dos ventanas laterales y la puerta de acceso en el centro, los tres vanos se adornan con molduras de piedra. En la fachada lateral vemos un mirador enrejado con tejadillo. Las esquinas se refuerzan con cantoneras como sillares. En la planta alta destaca su amplio mirador de madera acristalado, con antepecho de rejería, cuyo antepecho se apoya en tres ménsulas. A cada lado, dos ventanas adornadas también con molduras. Otra ventana de las mismas características se abre en la fachada lateral. Otras molduras, a modo de pilastras refuerzan las esquinas. El edificio se cubre con una azotea cuyo pretil macizo se apoya sobre una cornisa.
En la calle General Lacy (Málaga) podemos observar algunas viviendas dignas de mención. En una casa, observamos que en la planta baja hay un mirador o cierro enrejado adornado con haces de volutas, apoyado sobre una repisa y sobre el que se apoya el voladizo del mirador de la planta superior, de madera acristalado, con tejadillo y antepecho de rejas, también con volutas. A cada lado del mirador del piso superior se abren unas ventanas, cuyo dintel se cubre con sendos tejadillos de tejas. A la izquierda del mirador de la planta baja hay una sencilla ventana, y al derecho, la puerta de acceso adintelada y adornada con una moldura.
Otro edificio de esta calle cuenta con dos miradores enrejados a cada extremo de su planta baja, y en el centro, la puerta de acceso, adornada con una moldura de sección escalonada. En cada extremo de la planta superior se encuentran dos ventanas, cuyos vanos se adornan con molduras de sección escalonada; sus antepechos están decorados con una moldura circular en cuyo centro resalta una especie de estrella. En el centro está el balcón, con el mismo tipo de moldura, con un antepecho de rejería con haces de volutas, cuyo voladizo se apoya en dos ménsulas de hierro. Una cornisa de varias fajas sostiene el pretil de la azotea ,macizo y con molduras rectangulares rehundidas.
Otra casa, también de dos plantas, muestra en su planta baja dos miradores o cierros enrejados con tejadillo, los cuales flanquean la puerta de entrada, cuyo vano está decorado con una moldura de sección escalonada, con la clave del dintel resaltada. En la planta alta se abren tres bacones, cuyos vanos se adornan con el mismo tipo de molduras y cuyos antepechos son de rejería, con sus voladizos apoyados en dos ménsulas respectivamente. Una cornisa denticulada bordea la parte inferior de su tejado, con tejas árabes.
En esta calle también encontramos otra vivienda, de dos plantas; en la baja hay dos miradores de rejas con tejadillos en cada esquina, que flanquean la puerta de entrada adintelada, cuyo vano está adornado por una moldura; en la planta alta se abren dos ventanas a cada lado, también adornadas con molduras, al igual que el vano del balcón central y con antepechos decorados con sendos relieves. En el centro, el balcón, cuyo antepecho es de rejas y su voladizo descansa sobre dos ménsulas de piedra. Sobre los dinteles de los tres vanos resaltan sendas cornisas, y la parte superior de la fachada se remata con una gruesa cornisa de varias fajas que da paso al pretil de la azotea, macizo y adornado con molduras rehundidas.
En esta calle también se levanta un edificio que rompe la homogeneidad arquitectónica, pues consta de tres plantas y su estilo pertenece al eclecticismo del siglo XIX o principios del XX. Su planta baja muestra el paramento de sillares y en él se abren cinco vanos: dos ventanas a cada lado de la puerta central. Estos vanos están adornados con molduras de sección escalonada tienen arcos de medio punto con sus claves e impostas resaltadas. En la segunda planta, separada de la baja por una fina baquetilla, podemos ver dos ventanas a cada extremo, y otra en el medio, con molduras de sección escalonada y con sus alféizares apoyados en pequeños modillones; sus arcos son escarzanos. Entre las dos ventanas laterales y la central destacan dos miradores de madera y vidrios , que han sido modificados, con antepechos de rejas alabeadas y con sus voladizos apoyados en dos ménsulas de piedra. La tercera planta cuenta con dos ventanas laterales y otra central, del mismo estilo y con dos balcones entre estas ventanas, con antepechos de rejas alabeadas y voladizos apoyados en dos ménsulas de piedra. Una fina cornisa o baquetilla la separa de la planta segunda, por último, en la parte superior discurre una gruesa cornisa sobre la que descansa el pretil de la azotea, formado por pilastras y rejas. Cada extremo del edificio está resaltado por unas molduras a modo de pilastras.
Paso a la plaza de las Viudas. En esta calle encontramos una casa de dos plantas, en cuya planta baja se abren cinco vanos, todos adintelados, dos a cada lado, y la puerta central. En el lado izquierdo hay dos ventanas con rejas de perfil alabeado, y en el derecho, una ventana similar y una puerta. La central está adornada por unas molduras con la clave resaltada. Lo más significativo es su planta alta, donde se abren tres vanos adintelados adornados con unos frontispicios con molduras de sección escalonada, los de cada extremo son triangulares y el del centro, semicurvo. Estos vanos se abren a un balcón corrido, con antepecho de rejas y cuyo voladizo se apoya sobre cinco ménsulas de hierro con volutas, al igual que el antepecho. En el lado derecho se abre una sencilla ventana.
Enfrente se levanta otro edificio de dos plantas que hace esquina. En la planta baja de su fachada principal hay dos puertas y una ventana, adinteladas y con los vanos reforzados con molduras planas y las claves resaltadas. Un zócalo adorna su parte baja. En la fachada lateral vemos un cierro enrejado con tejadillo. En la fachada principal de su planta superior se abren dos ventanas a cada extremo, con arcos escarzanos y adornadas con molduras; sus alféizares se apoyan sobre incipientes modillones. Sus antepechos lucen una bonita decoración con un rectángulo que integra unas cadenetas de pequeños rombos y en el centro, un rombo con un óvalo en el interior. En el centro está el balcón, con antepecho de hierro fundido con artístico diseño basado en arcos ojivales; su voladizo se apoya sobre dos ménsulas y sobre el arco escarzano superior se extiende una marquesina de hierro. La parte superior de la fachada está decorada con una serie de pequeñas molduras octogonales, sobres las que discurre la cornisa con dentículos. Sus extremos están resaltados por unas molduras a modo de pilastras, con decoración interior. Se cubre con tejas árabes. En la fachada lateral se abren tres ventanas de mismo estilo, pero sin antepechos decorados.
En cuanto a la calle de San Felipe, podríamos decir que representa una síntesis de la arquitectura sanroqueña, pues en ella se levantan edificios de varios estilos. En la esquina izquierda se levantó en los años sesenta un edificio que rompe totalmente con la unidad arquitectónica de la calle. Es de estilo racionalista, de dos plantas y una especie de torreón, adornado con placas de piedra, en su fachada achaflanada. En sus paramentos se abren diversas ventanas adinteladas muy simples. En la acera contraria también se construyó en los años setenta otro edifico de estilo totalmente racionalista y funcional, muy al gusto de aquella época, sin el menor valor artístico; con balcones con barandillas de hierro muy simples.
Subiendo la calle, en su acera de la izquierda podemos admirar una casa con un balcón corrido cuyo antepecho muestra una espléndida labor de forja, creando una verdadera filigrana de metal. Su voladizo está bordeado por una crestería y se apoya en una incipiente repisa condecoradas con molduritas. Otro edifico destacable es el que presenta en su fachada un amplio balcón corrido provisto de un mirador de madera y vidrios, cuyo voladizo se apoya en seis ménsulas. La puerta de acceso cuenta con molduras en sus jambas y en su arco de medio punto con la clave y las impostas resaltadas. El siguiente también tiene el mismo tipo de portada y a su lado sobresale un cierro enrejado con tejadillo; en su planta alta destaca un mirador de madera y vidrios.
Más arriba encontramos una casa de dos plantas, en su planta inferior hay dos miradores enrejados con tejadillos y en su centro, la puerta de entrada adintelada y reforzada con molduras planas. En su planta superior, en el centro se encuentra un balcón con antepecho enrejado y cuyo voladizo se asienta en dos ménsulas, a cada lado hay dos ventanas con sus antepechos decorados con molduras de dibujo radial. A su lado se levanta otra casa que combina los dos miradores enrejados y con tejadillo de su planta baja a cada lado de su puerta adintelada y con moldura plana con el mirador de madera acristalado en el centro de su planta alta con antepecho de rejas adornadas con profusión de volutas.
Juan Carlos Martín Matilla es licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
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