La desembocadura del río Guadiaro vuelve a abrirse al mar

El río Guadiaro se ha vuelto a abrir al mar. La falta de caudal y las mareas cerraron a finales de agosto la salida del río después de que el Ayuntamiento de San Roque lo reabriese por enésima vez en un problema que se ha convertido en endémico para el medio ambiente de la zona. La organización ecologista Verdemar ha informado que el Guadiaro recuperó su desembocadura la pasada noche del domingo.

"Aunque huelan a muerte sus aguas, esta noche el río Guadiaro se ha abierto al mar", comunicaron los ecologistas. "Después de varios meses de saqueo, el río Guadiaro desemboca de nuevo en el mar. Esperemos que la Administración reaccione ante tanto robo de este bien público. Nosotros seguiremos con nuestras denuncias en los distintos estamentos", manifestaron desde Verdermar.

Verdemar trasladó el último cierre de la desembocadura a la Fiscalía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, para que investigase lo que considera una sobrexplotación del río. Los ecologistas explicaron que seguirán denunciando estos hechos que podrían ser constitutivos de un delito ecológico ya que, entienden, se estarían contraviniendo las leyes y causando o pudiendo causar daños sustanciales del suelo o de las aguas o a animales o plantas.

El río Guadiaro es el más caudaloso del Mediterráneo Oriental y surte a un buen número de espacios protegidos. Su cuenca abarca una extensión de 1.505 km2 y el curso fluvial alcanza una longitud de 82 km. El caudal medio se estima en 30 m3/s, muy por encima del resto de ríos nacidos en la provincia de Málaga.

En su cauce seco se puede observar la muerte de millones de caracolas acostilladas Melanopsis cariosa, un endemismo andaluz amenazado de las provincias de Málaga y Cádiz. También ha afectado a los mejillones de agua dulce o náyades, moluscos bivalvos de agua dulce que encuentran en este río sus poblaciones muy reducidas y localizadas.