“San Roque colaborará con Cepsa para construir plantas industriales, no logísticas”
Entrevista | Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque
El alcalde de San Roque advierte que no permitirán que el municipio sirva para almacenar productos fabricados en África "y aquí solo una plantilla de seguridad para vigilar una planta logística"
A Gibraltar le pide generosidad y que "coopere en el sostenimiento de las infraestructuras", no solo las utilice
El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha contraído la Covid esta semana, primera vez en estos dos años de pandemia a pesar de la actividad frenética que ha desplegado durante ella. Pese a ello, mantiene su agenda a distancia, como esta entrevista realizada en videollamada. Ruiz Boix llega al final del mandato pandémico con un ayuntamiento en el que pese a todo la crisis no parece haber hecho mella y afronta el 2022 con inversiones millonarias en la cartera y en brega frente a algunos de los proyectos industriales que quieren instalarse en su municipio. Tampoco ha perdido el tiempo en lo orgánico: finalizará este ciclo como secretario provincial del PSOE y presidente de la Diputación Provincial.
–¿Qué balance hace de estos tres años? ¿Está satisfecho?
–Soy bastante exigente, pero sí, estoy satisfecho de que hayamos adaptado gestión del Gobierno a la nueva realidad del Covid-19. Creo que todos los programas que pusimos en marcha al servicio de las familias nos han permitido que hoy tengamos una valoración positiva de la gestión del Gobierno.
–Acaba de aprobar un plan de inversiones de 28,8 millones de euros, entre los que se incluye el desarrollo de la huerta del Valenciano. Cualquiera diría que estamos en campaña.
–Ese proyecto en concreto parte de una adquisición que se inicia en el año 2020 y finaliza en 2021 y es a cinco años. En este tercer mandato prometimos una inversión anual ejecutada de unos 7 millones de euros, 28 en el mandato, después de invertir más de 20 en el anterior. Con la pandemia casi hemos llegado a esos 7 millones y espero que casi cumplamos ese propósito. Hemos sumado más de 6 kilómetros de carriles bici; estamos completando una inversión de más de 2 millones entre Guadarranque, Puente Mayorga y Campamento; otros dos millones en la Universidad Popular y más de dos en el edificio multiusos en Torreguadiaro. También estamos pendientes de la homologación por parte de la Junta de Andalucía de tres residencias de mayores. Ya se han liberado las partidas del Ayuntamiento, se han seleccionado las constructoras, los proyectos están redactados y en fase de homologación. San Roque ha despertado en estos once años en actividades sociales, culturales y deportivas que han generado un nuevo escenario de un municipio más dinámico, abierto y con una agenda que nos tiene los 365 días ocupados en las 10 poblaciones sanroqueñas.
–Tras doce años, si revalida la alcaldía, ¿cuál sería el gran proyecto del próximo mandato?
–Continuaríamos contribuyendo a las políticas activas de empleo adecuándolas a la reforma laboral, que tiene como reto la estabilidad y dificulta que podemos seguir realizando esos programas de empleo de seis meses. Trataremos de mejorar las políticas sociales y cooperar con las familias que menos recursos tienen. Y el tercer bastión sería un plan de inversiones potente y presente en todas las barriadas. Como gran proyecto estaría el desarrollo de la zona del Valenciano, que queremos que se convierta en el nuevo pulmón público de San Roque y todo el Campo de Gibraltar. Con un estadio de fútbol con capacidad para 5.000 personas, un auditorio de música para más de 5.000, un espacio para la convivencia como es el nuevo recinto ferial y aún así quedaría todavía la mitad de las 31 hectáreas pendientes.
–¿Han hablado ya con la Junta de Andalucía sobre los centros de formación ocupacional que construye el Ayuntamiento? ¿Habría alternativa si no se hace cargo de ellos?
–Tenemos tres asignaturas pendientes en el ámbito de políticas sociales. La primera es el empleo, donde cooperamos con Empleo con planes que han favorecido a más de 1.000 personas por mandato. La segunda es la vivienda. Ahí estamos haciendo esfuerzos reduciendo e incluso eliminando impuestos para que se construya en los núcleos urbanos, no en las urbanizaciones. Y la tercera es la formación. Esta es una competencia de la Junta y el Gobierno está poniendo muchos recursos para fomentar la FP dual. En San Roque solo hay un módulo vinculado al sector industrial, que es un ejemplo, pero es de grado superior, y tenemos carencia de FP básica o de grado medio. El Ayuntamiento lo que ha hecho ha sido poner a disposición de la Junta de Andalucía un centro ya construido, en Taraguilla, con una inversión de casi 2 millones. Queremos que ese centro esté a disposición de la Asociación de Grandes Industrias, que ha detectado carencias en profesiones como soldadores, tuberos o caldereros, pero requiere de profesores y equipamiento por parte de la Junta. Venimos hablando de esto con la Junta desde hace 6 meses y no tenemos ninguna respuesta, tenemos una reunión el 31 de mayo. También está contratado el segundo centro de formación, que se ubicará a las puertas del Ayuntamiento, financiado por la Diputación y el Consistorio. Queremos que se dedique a especialidades turísticas y deportivas, como gamekeeper, jardinero. Para mantener los campos de golf, las canchas de polo, las viviendas de Sotogrande.
–Continúan las protestas contra el proyecto de la subestación de Puente Mayorga. ¿Qué posibilidad real tiene el Ayuntamiento de impedirlo?
–La principal es el rechazo del conjunto de vecinos del municipio, y especialmente Puente Mayorga, a contar con una nueva subestación en un espacio ya colapsado desde el punto de vista industrial, a 50 metros de la barriada. Ha habido una mala gestión por parte de Red Eléctrica a la hora de alterar el proyecto y ha faltado una mayor comunicación entre los ayuntamientos y la búsqueda de una respuesta que fuera satisfactoria para todas las partes. San Roque no se asusta de las servidumbres industriales, pero queremos compartirlas, en este caso con todos los agentes que puedan cooperar en que zonas altamente colapsadas como es Puente Mayorga tengan otras oportunidades. El rechazo es social y tengo constancia de que ya hay recursos de alzada sobre esa red de transporte por parte de los ecologistas, de los vecinos. Creo que habrá un largo recorrido administrativo.
–Con el fondo de barril enterrado, Cepsa plantea ahora una apuesta por el hidrógeno verde en San Roque. ¿Qué beneficios puede traer al municipio?
–Ha habido un cambio relevante en la dirección del grupo Cepsa, que a nivel operativo creo que obedece al fracaso en la gestión del proyecto fondo de barril por parte de aquellos que no entendían que en nuestro país existe un estado de derecho y que, por mucha cooperación que hubiera del Ayuntamiento, hay una serie de procesos y posibilidades de recurso. El cambio llega después de que hubiera denuncias por un exceso de construcción en un movimiento de tierra. Este alcalde dio licencia para una cuestión y otros decidieron no respetarla y hacer diez veces más de lo que estaba concedido. También ha habido un cambio en la propiedad y una nueva apuesta estratégica hacia la energía verde, el hidrógeno verde. No conozco todavía la apuesta real pero sí invito a pensar a los dirigentes de Cepsa que van a tener a un Ayuntamiento cooperador para la instalación de plantas industriales en estas 35 hectáreas. Pero no para plantas logísticas, no para la producción de energía en países del tercer mundo y que este sea solo un lugar geoestratégico para almacenar. Lo único que deseo es que esos proyectos vengan con actividad inversora, generadora de empleo (no solo en la fase de construcción) y respetuosa con el medio ambiente y la salud.
–Le veo muy contundente. ¿Considera que hay un riesgo probable de que se intente implantar una actividad logística para la producción de otros países?
–Suelo ser contundente en mis declaraciones. Y leo que el cierre de las refinerías en Europa o en el primer mundo es seguido por la apertura de otras, las mismas, en países emergentes. En ellos se mantiene la producción y después hay un transporte. Y yo lo que no quiero es que haya una competencia desleal sobre los trabajadores de San Roque con localizaciones del tercer mundo. El Gobierno de San Roque defiende de forma valiente ese incremento de 35 hectáreas de actividad industrial, pero ponemos las condiciones nosotros, serán para la producción y la fabricación, no para la logística. No vamos a convertir San Roque en un cementerio de graneles procedentes de la producción de energía de cualquier tipo en África, que generen un empleo sin derechos laborales y aquí solo una plantilla de seguridad para vigilar la planta logística.
–Hace unos meses alertaba del excesivo número de proyectos fotovoltaicos que solicitaban suelo en San Roque. ¿Cuál es la situación actual?
–El impulso a las renovables en Europa y España ha llevado a los fondos de inversión y personas que no respetan las realidades locales a una maratón de presentaciones a ver quién llega primero, sobre todo para hacerse con la distribución. Llegamos a contar más de 60 proyectos y sabemos lo que implican y el empleo que generan, que es muy poco. Entendemos que en San Roque los alrededores del vertedero del cortijo La doctora podrían ser el espacio ideal para esa fotovoltaica, no actuaciones próximas o encima del Pinar del Rey, de la población. Es necesaria una ordenación. Por ejemplo, tenemos proyectos en Casares a los que se les ha dado autorización para que su energía se evacúe a través de Pinar del Rey, de forma que tiene que atravesar más de 15 kilómetros de nuestro municipio. Y proyectos como el denominado Sancho, de Cepsa, lo llevan a la subestación en Jimena, atravesando las huertas de aguacates de Castellar. Esa locura no es necesaria.
–¿El Ayuntamiento de San Roque ha emitido ya informes de compatibilidad urbanística?
–Hay algunos con certificado de compatibilidad y muchos de incompatibilidad. Con la ley Lista nos han quitado competencias a los ayuntamientos para favorecer los proyectos y que puedan contar con la autorización de la Junta de Andalucía. San Roque va a cooperar en el reto renovable pero siempre con respeto a nuestro desarrollo urbanístico y sin sumar a nuestras servidumbres industriales. Esto no se puede convertir, con todo el respeto, en los invernaderos de El Ejido.
–¿Cómo van las relaciones con el Ayuntamiento de Los Barrios?
–Muy mejoradas. Desde que salió el anterior alcalde tenemos unas relaciones muy fluidas. En la problemática con REE, con la salida de La Línea de una forma egoísta intentando alejar la subestación sin importarle generar un conflicto en Puente Mayorga, Los Barrios ofreció ubicar la subestación en la zona de El Cañuelo, muy lejos de la población.
–¿Con La Línea entonces se ha enrarecido la relación?
–Con su alcalde me une una relación de amistad, pero entiendo que las soluciones que afecten al municipio de San Roque deberían haber sido mejor valoradas. En este tema no estamos de acuerdo, pero la relación es muy buena en otros aspectos.
–También parece haber iniciado una nueva etapa con el Puerto de Algeciras, tras años de desencuentro.
–Con el actual presidente, Gerardo Landaluce, hemos establecido una relación y acordado algunas inversiones. Aún con las nuevas actuaciones acordadas no suple el castigo de más de 11 años de distancia de la Autoridad Portuaria con el municipio. Manuel Morón quería imponer una relación unidireccional y con San Roque se debe mantener relación bidireccional, en la que el Ayuntamiento colaborará siempre que haya acuerdos que beneficien a la población. Subrayo: en el Puerto de Algeciras, más de un tercio de la actividad de ingresos se realiza en el pantalán de refinería, en las playas de San Roque, y no es lógico que en el consejo de administración no se siente el alcalde. Históricamente se ha reclamado por todas las fuerzas políticas.
–Hace unos días habló del inmovilismo del Reino Unido en la negociación sobre Gibraltar, ¿cree que habrá un acuerdo finalmente?
–Deseo. En la Nochevieja de 2020 Arancha González Laya y el presidente Pedro Sánchez nos ilusionaron con algo que ninguno de nosotros había soñado, la desaparición de la Verja. Lo que queremos es que ese sueño no se pierda en el detalle. Los responsables políticos somos capaces de alcanzar un acuerdo, tanto Reino Unido, como Gibraltar, como España. El problema es cuando entran los diplomáticos, los funcionarios, y empiezan con esa dificultad. Yo hago un llamamiento a las tres partes.
–¿En qué sentido?
–Empezando por España, la principal dificultad está en la posición dónde se ubican la Policía Nacional y la Guardia Civil. Espero que esa apuesta innovadora que supuso la presencia de Frontex se materialice y permita que podamos avanzar, sabiendo que Schengen obliga a España a controlar esa frontera. Eso no puede impedir crear la zona de prosperidad compartida que es otro caramelo en la boca. A los gibraltareños les pido que puedan compartir más, sean generosos en este tema de la fluidez. Necesitamos generosidad de un Gobierno de Gibraltar que permita compartir las inversiones públicas y no solo se beneficien de todas las actuaciones públicas de infraestructuras en España. Que cooperen en su sostenimiento. Lo que parece ilógico es que en la frontera haya una separación de una renta per cápita de 70.000 frente a 25.000. Esperemos que ese Gobierno de Picardo ayude y coopere en ese ánimo socialista de redistribuir las rentas. Y al Reino Unido. Gibraltar es una población, no una base militar, por tanto que no solo primen los criterios de base militar, con las molestias que ocasionan los submarinos y actividades militares. Que los deseos militares de Reino Unido no dificulten las relaciones que sí son muy favorables entre Campo de Gibraltar y Gibraltar en tres aspectos: amistad, convivencia familiar y cuestiones medioambientales. Pero también tienen que crecer en el ámbito económico y social.
–Y en el ámbito fiscal.
–Está claro. Tienen que compartir los costes de las infraestructuras, que son muy elevados.
–Hace unos meses que llegó a la secretaría provincial del partido. Ahora va a ocupar el cargo de presidente de la Diputación de forma temporal. ¿Aspira mantenerlo?
–Mis compañeros y compañeras conocen mi primer deseo de ser diputado al Congreso. Pero sí he visto en estos primeros meses de gestión de la secretaría general que es necesario mantener una mayor presencia en el territorio, difícilmente compatible con ser diputado, así que he aparcado mis deseos personales para poner a disposición del partido asumir la responsabilidad de ser presidente de la Diputación Provincial de Cádiz. Vamos a realizar ese proceso cuando finalicen las elecciones andaluzas, donde todos los activos del partido estamos trabajando para obtener el mejor resultado para que Juan Espadas pueda llevar a cabo el proyecto socialista.
–Presidente también tras las elecciones municipales de 2023.
–Correcto. Asumiría esas dos responsabilidades también en 2023, pero para conseguir la presidencia de la Diputación debemos tener el mejor de los resultados en el conjunto de la provincia, tratando de mejorar los que nos llevaron a contar con 14 diputados del total de 31. Es importante fortalecer y sumar nuevos proyectos municipales.
–¿Sería compatible con la alcaldía?
–Sería compatible. Mi reto y compromiso con los sanroqueños es encabezar nuevamente el proyecto socialista en 2023, volver a ser el candidato. Ya estamos en la redacción del nuevo programa electoral, tenemos muchos retos por delante y muestro mi predisposición y voluntad de afrontar ese nuevo periodo 2023-2027 como alcalde de San Roque.
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