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“El laboratorio es clave para la transición energética”

Entrevista | Mar Perrote, responsable de los Servicios Analíticos de Cepsa

Los Servicios Analíticos de Cepsa garantizan la calidad de los productos y de todas las fases de la fabricación

Certifican más de 800 gamas de productos que van desde energéticos para automoción, transporte marítimo, consumo doméstico y aviación, hasta biocombustibles, materias primas para plásticos reciclables o detergentes biodegradables

Mar Perrote, durante la entrevista. / E. Fenoy
A. R.

13 de junio 2022 - 05:00

Mar Perrote (Cádiz) es la responsable de los Servicios Analíticos de Cepsa. Perrote estudió Ingeniería Química en la Universidad de Cádiz y además es Licenciada en Ciencias Ambientales por la Kingston University de Londres. Igualmente, posee un Máster en Petroquímica y Polímeros por el Instituto Francés del Petróleo. Atesora más de 15 años de experiencia en Cepsa en diversas funciones de Ingeniería y Fabricación en Canadá, China y España. Actualmente es directora de los Laboratorios Industriales de los Parques Energéticos de San Roque, Huelva y Canarias lidera un equipo de 130 personas. El laboratorio del Parque Energético de San Roque es el más grande de España en su sector.

–Los laboratorios de Cepsa analizan 20.000 muestras al mes y efectúan unos 60.000 ensayos. ¿Cómo es un día en el laboratorio? ¿Cuáles son sus funciones principales?

–En Cepsa solemos decir que los laboratorios son los ojos de las unidades de proceso. Si una planta de proceso industrial no tuviera un laboratorio, no podría funcionar. El proceso productivo toma decisiones sobre ciertos parámetros en función de los resultados que se le ofrecen desde el laboratorio y recibe información sobre cómo están los puntos intermedios. Además, se encarga del análisis y certificación de todos los productos comercializados por Cepsa, que son sometidos a controles de calidad cuyo visto bueno lo concede el laboratorio. Certificamos más de 800 gamas de productos que van desde energéticos para automoción, transporte marítimo, consumo doméstico y aviación, hasta biocombustibles, materias primas para plásticos reciclables o detergentes biodegradables. Y no solo se controlan los productos finales, el laboratorio también analiza las materias primas.

–¿Podría decirse que el laboratorio es el garante de la calidad y seguridad de los productos de Cepsa?

–Efectivamente. Y también de todos los procesos intermedios para la fabricación. Actualmente, Cepsa se encuentra en un proceso de transformación energética. De las refinerías de petróleo se ha pasado a los parques energéticos donde, además del petróleo, se utilizarán y transformarán como materias primas componentes bios de segunda generación que no compiten con consumo humano y distintos tipos de residuos. Las materias primas son cada vez más heterogéneas y supone un reto para nosotros.

–¿Cuál es el papel del laboratorio a la hora de desarrollar un nuevo producto o de mejorar uno existente?

–En Cepsa desarrollamos nuevos productos continuamente y colaboramos con los negocios para encontrar nuevas funciones de los ya existentes. La labor del laboratorio es muy importante porque interviene en el desarrollo de las especificaciones, en el control de calidad de los procesos y de las materias primas. Y otra función importante es la atención técnica a clientes.

–La relación con otros departamentos de los Parques Energéticos de Cepsa debe ser transversal.

–Hasta hace aproximadamente dos años, los laboratorios trabajaban de forma totalmente independiente. Al crearse la función de dirección de los laboratorios, comenzaron a funcionar como un solo centro de Servicios Analíticos con tres sucursales. También se creo una función de excelencia de Servicios Analíticos que se dedica a buscar las mejores prácticas para implantarlas en los tres laboratorios.

–¿Qué es ser un laboratorio 4.0?

–El concepto laboratorio está quedándose obsoleto porque no trabajamos solamente en la sala de análisis, también en las unidades de proceso, por lo que nos denominamos Servicios Analíticos. Al hablar de 4.0 nos referimos a un servicio analítico en el cual el dato está en el centro de todo. Estamos inmersos en proyectos para el análisis en línea de forma que el ciclo analítico sea muchísimo más eficiente y pueda contar con resultados en tiempo real. Además, a partir de datos históricos y la inteligencia artificial podremos analizar en qué situación se encuentran los procesos e incluso inferir resultados. Y existen aplicaciones de inteligencia artificial, realidad aumentada, visión remota, analizadores en línea o ensayos automatizados, aunque la tecnología por sí sola no lo es todo y no nos podemos olvidar de las personas. En San Roque trabajan 60 personas y en todos los Servicios Analíticos somos 130. No concebimos unos Servicios Analíticos 4.0 sin asegurarnos de que utilizamos el potencial humano en su máximo esplendor. Lo estamos haciendo a través de metodologías Lean para aprovechar al máximo el talento, a ser posible local. El 80% de nuestros trabajadores son de la comarca.

–Cepsa se encuentra inmersa en una nueva estrategia energética con un horizonte a 2030. ¿Qué papel van a desempeñar los Servicios Analíticos?

–Los Servicios Analíticos se enmarcan en la dirección de I+D de Cepsa. La transición energética y el compromiso de descarbonización para el año 2050 van a implicar la implantación de tecnologías que van más allá de lo que ahora conocemos. Será necesario implantar tecnologías y procesos que aún no están inventados. El laboratorio de Cepsa es clave para la transición energética porque permite estudiar la viabilidad de los procesos, para asegurarnos de que los productos finales cumplen con las especificaciones y requerimientos de los clientes y de las normativas, cada vez más exigentes.

–Para usted, como líder del equipo, debe ser un reto importante.

–Sí. Estamos en un momento de revolución absoluta dentro de la industria y es un reto apasionante formar parte del proceso.

Perrote junto a integrantes de su equipo en los Servicios Analíticos del Parque Energético de Cepsa en San Roque. / E. Fenoy

–¿En qué proyectos trabajan actualmente para ese escenario a futuro?

–Tenemos dos proyectos importantes. Por un lado, el uso de componentes bio de segunda generación como materias primas. Son aquellos que no compiten con los cultivos para la alimentación, por ejemplo aceite de cocina usado o las grasas residuales. La introducción de esos componentes dentro de los Parques Energéticos supondrá un reto muy importante a nivel de proceso y de calidad del producto final. Por otro, existe un compromiso de aportar datos cada vez más rápido, en tiempo real, y más fiables. Tenemos el reto del análisis de esas materias primas, cada vez más heterogéneas, y de producir con calidades cada vez más estrictas. Y al mismo tiempo tenemos el compromiso de generar datos más manejables, fáciles de procesar, precisos y en tiempo real.

–¿Cuáles son los pilares de la transición energética?

–Son dos. La descarbonización y la economía circular. Queremos tener actividades descarbonizadas, minimizar la generación de CO2 y lograr el aprovechamiento de los residuos creando sinergias con industrias de proximidad. La electrificación del parque automovilístico y el hidrógeno verde también son clave en la transición energética. En el caso de nuestro laboratorio de San Roque, ya generamos hidrógeno para autoconsumo mediante electrolizadores de agua, y con la nueva instalación fotovoltaica que estamos en proceso de implantación, seremos los primeros productores industriales de Cepsa a pequeña escala de hidrógeno verde. Dentro de la economía circular, Cepsa está haciendo una apuesta muy fuerte. Por un lado, estudiando la introducción en los procesos de los Parques Energéticos de sustancias que son residuos procedentes de otras actividades, como los aceites de cocina usados o los aceites de pirólisis procedentes del reciclado de plásticos. Por otro, aprovechando al máximo y valorizando los residuos que nosotros mismos generamos.

–¿Qué sinergias existen entre los Servicios Analíticos de los Parques Energéticos de Cepsa?

–Estamos unificando los sistemas informáticos para que los datos se lean como si fueran de un único centro y se puedan utilizar los datos históricos de los tres como si fueran de uno solo. También tenemos estancias cruzadas, con una unidad de excelencia técnica y operacional de forma que implantamos todas las mejores prácticas y tenemos grandes contratos compartidos entre los tres laboratorios para asegurarnos las mejores condiciones posibles. Además, vamos a empezar a utilizar sustancias bio de segunda generación y para poder trazarlas y saber en qué cantidad están en los productos finales necesitamos analizadores muy específicos y costosos que sería inviable tener en cada centro. Se ha adquirido uno en Huelva para centralizar allí los análisis de ese tipo.

–En septiembre de 2021, la AIQBE y la AGI pusieron en marcha un encuentro de innovación de laboratorios. ¿Qué líneas de trabajo se han trazado desde entonces?

–Hablamos de la innovación analítica y ante qué retos nos encontramos dentro de la transición energética. El siguiente encuentro será en San Roque para profundizar en la innovación analítica y ver qué sinergias podemos aprovechar y qué servicios nos podemos prestar mutuamente los laboratorios. La seguridad es otro de los temas abordados, porque aunque los posibles incidentes en los laboratorios no tienen una repercusión tan elevada como en otras instalaciones, pensamos que podemos aprovechar las mejores prácticas. También se hablamos de formación y aprovechamiento del talento.

–¿Cuál es la relación de los Servicios Analíticos de Cepsa con la Universidad de Cádiz?

–Tenemos varias líneas de doctorado con una tesis doctoral en curso basada en una nariz electrónica para detectar compuestos aromáticos que puedan dar lugar a olores no deseados en los productos finales. Impartimos conferencias para fomentar el papel de la industria dentro de la Universidad. Y con la Fundación Campus Tecnológico hemos participado en el último encuentro de desarrollo sostenible, también en el Think Tank sobre talento y en las próximas semanas planeamos otra sesión adicional en la sede de Algeciras para explorar nuevas líneas de colaboración.

–¿Hay estudiantes en prácticas en los Servicios Analíticos?

–Sí. Generalmente de la Universidad y también existe un compromiso importante con la FP Dual. Cubren áreas desde el Control Analítico Avanzado a perfiles de gestión y la capacitación completa para trabajar en cualquier tipo de laboratorio.

–¿Qué perfiles laborales son demandados en los Servicios Analíticos?

–Desde FP de grado superior en Análisis para trabajar como analista pero también son necesarios perfiles administrativos, de gestión, químicos… Las funciones son muy diversas y los perfiles, también. Con la transición energética y el fomento de la innovación e inteligencia artificial, prevemos pasar de un perfil solamente analítico a uno de gestión de datos, innovación y analítica avanzada.

–¿Cómo se puede fomentar aún más la transferencia de conocimiento con la Universidad?

–Las estancias cruzadas y las sesiones de trabajo con la Fundación Campus Tecnológico aportan a este proceso. En la industria existe un ánimo de beneficio financiero, pero no puede olvidarse que son el motor del cambio. Necesitamos del talento local para la transición energética porque es un trabajo en equipo entre la sociedad, gobiernos, Universidad y las empresas. Necesitamos liderar una transición energética en la que nadie se quede atrás.

–La presencia de la mujer en las profesiones STEM (científicas) es cada vez más relevante. ¿Cómo lo aprecia desde su departamento?

–Los Servicios Analíticos de Cepsa son el departamento con mayor presencia de mujeres a turnos en la compañía, con un porcentaje muy superior al resto de Cepsa y de compañías energéticas. Tenemos aproximadamente un tercio de mujeres en el departamento y una serie de iniciativas como Inspiring Girls para aportar referentes a las estudiantes así como con las redes locales de empleados que buscan elevar la diversidad de género. En una transición energética donde todos suman es impensable llevarla a término sin el papel de las mujeres.

–¿Qué puede esperar la sociedad de esta transición energética?

–Nuestra vocación es ir a un modelo en el que las energías se obtengan de un modo totalmente sostenible, respetuosa con el medio ambiente, y sin dejar a nadie atrás. En Cepsa tenemos un compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. El gran reto de la transición energética es que sea sostenible y accesible para todos.

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