Las orcas llegan a Sotogrande: tres veleros dañados a pocas millas de la costa
MEDIO AMBIENTE
Se desconoce si se trata de la misma familia que amenaza a los veleristas de las aguas de Barbate o de un nuevo grupo
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El Gobierno marcará con transmisores a seis orcas para alertar a los veleros de su presencia en el Estrecho
Tres embarcaciones han sufrido daños en el timón durante los últimos días a causa de diversos encontronazos con grupos de orcas en la zona de Sotogrande. Por el momento, se desconoce si se trata de la misma familia que amenaza a los veleristas de las aguas de Barbate o de una nueva.
La conducta de estas orcas en la costa de Sotogrande, en el término municipal de San Roque, es la habitual: los cetáceos se acercan a los veleros y muerden el timón hasta romper los guardines -cada uno de los dos cabos o cadenas que van sujetos a la caña del timón y por medio de los cuales se maneja- o la propia guía del barco.
Uno de los barcos dañados ha sido un Tom 28, un navío con un diseño específico para las regatas.
Hasta ahora, la recomendación oficial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para evitar daños a las embarcaciones era que no se navegara por determinadas zonas, marcadas en rojo en las cartas navales. Estas áreas de aguas más cálidas se encontraban próximas a Barbate, al oeste del Estrecho de Gibraltar.
Desde las primeras interacciones con orcas en aguas cercanas al Campo de Gibraltar (antes se habían reportado daños producidos en aguas Galicia), se han sucedido numerosos informes sobre la localización y conducta de estos animales. Salvo alguna rara excepción de años atrás, no se habían avistado orcas en el Mediterráneo español y nunca habían ocasionado daños a una embarcación.
Para reducir el riesgo por los encontronazos con estos animales, se recomienda a los veleros navegar en aguas someras próximas a la costa, al menos donde la sonda marque 20 metros o menos.
Aunque aún se desconoce la razón exacta de este comportamiento de las orcas en determinadas zonas, cada vez parece más claro que se trata de un juego mediante el cual los ejemplares adultos enseñan a los jóvenes a cazar.
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