La presión urbanística amenaza a una planta única en Europa descubierta en San Roque
La 'Plocama brevifolia', localizada por primera vez en el continente europeo, lucha por sobrevivir en la zona sur de Sotogrande acosada por el desarrollo inmobiliario
"Es una vergüenza que un grupo ecologista tenga que defender los intereses de Andalucía y España ante los rellenos de Gibraltar"
San Roque/En los acantilados calcáreos que se alzan entre el sur de Sotogrande y el arroyo Guadalquitón, una pequeña planta resiste en silencio. Se trata de la Plocama brevifolia, una especie nunca antes vista en Europa y localizada recientemente en el término municipal de San Roque por dos activistas de Verdemar-Ecologistas en Acción. Su hallazgo, registrado en la revista científica Botanica Complutensis por Felipe Muñoz-Secilla, Alberto Vega-Pérez, Juan A. Devesa y Gloria Martínez-Sagarra, constituye un hito para la botánica continental. Sin embargo, su supervivencia está en riesgo por la expansión urbanística en la zona.
La Plocama brevifolia, perteneciente a la familia de las rubiáceas, crece en forma de pequeños cojines vegetales o se descuelga en racimos sobre los cortados rocosos. Con apenas un centenar de individuos contabilizados, su hábitat se extiende por unos 150 metros de terreno de difícil acceso, oculto entre matorrales mediterráneos. “Es una especie extraordinaria no solo por su rareza, sino también por su ubicación, que marca una disyunción geográfica notable respecto a sus poblaciones más cercanas en el norte de África”, señala el estudio.
Un tesoro botánico en peligro
La planta, perenne y de pequeñas flores blancas, vive confinada entre campos de golf, urbanizaciones de lujo y la autovía A-7. Su enclave, conocido como las Mesas del Guadalquitón, se encuentra rodeado por presiones urbanísticas constantes. A pesar de ser un área de gran valor ecológico, este paraje no cuenta con una protección específica que garantice la conservación de especies tan singulares como esta.
La historia de la Plocama brevifolia es tan delicada como sus pétalos. Hasta ahora, esta planta solo se había registrado en Marruecos, Argelia y Melilla, lo que la convertía en una especie típicamente norteafricana. Su llegada al continente europeo, según los investigadores, podría estar relacionada con eventos evolutivos ocurridos hace millones de años. Este descubrimiento amplía los límites conocidos de su distribución y subraya la riqueza botánica del Campo de Gibraltar. Sin embargo, también pone de manifiesto la fragilidad de estos ecosistemas frente al avance humano.
El equipo investigador, que también incluye expertos de la Universidad de Córdoba, alerta de los riesgos que supone la destrucción de su hábitat. “El desarrollo descontrolado podría borrar del mapa esta población única antes de que tengamos oportunidad de comprenderla completamente”, advierten en su informe. A través de análisis detallados y comparativas con especímenes norteafricanos, los científicos han confirmado que las plantas gaditanas no solo comparten las características distintivas de la especie, sino que también presentan una floración prolongada, casi continua, que podría ser una adaptación a las condiciones locales.
Un reto para la comunidad
La Plocama brevifolia se suma a la lista de especies amenazadas en un territorio de extraordinaria biodiversidad, pero con una regulación insuficiente.
Por ahora, esta pequeña joya vegetal permanece arraigada en su rincón sanroqueño, enfrentándose a su destino con la misma quietud con la que florece en los días luminosos de primavera. Solo el tiempo dirá si esta hermosa especie podrá contar su historia en el futuro o si, como tantas otras, desaparecerá sin dejar rastro.
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