La reorganización en la posguerra civil (II)
La Guardia Civil en San Roque (CLXXXIII)
Finalizada la contienda, el teniente coronel Vicente González continuó al frente de la Comandancia de Cádiz, que aún seguía teniendo por demarcación toda la provincia
La reorganización en la posguerra civil (I)
El teniente Odón Óscar Ojanguren Alonso nació el 10 de septiembre de 1907 en la localidad asturiana de Trubia. Fue jefe de la línea (sección) de la Guardia Civil de San Roque desde abril de 1935, procedente de la Comandancia de Huesca, hasta principio del mes de septiembre de 1936, que pasó destinado a la de La Línea de la Concepción. Pertenecía a la promoción de 1923 de la Academia de Infantería de Toledo.
Tras marchar de San Roque se quedó en dicha localidad, como más caracterizado del benemérito Instituto, el brigada Juan Colodrero Vergara, que era el comandante de puesto. El 24 de abril de 1937 fue ascendido al empleo de alférez, agregándosele provisionalmente, “para revistas y demás incidencias del servicio”, por orden del jefe del 16º Tercio, la línea de San Roque. Permaneció en esta situación hasta el 13 de junio siguiente. Seguidamente fue destinado a la Comandancia de Málaga, donde se le adjudicó por el jefe de la misma, el mando de la línea de Huelin.
Nueve días después de la ocupación de Ronda, acaecida el 16 de septiembre de 1936, por columnas de las fuerzas sublevadas bajo el mando del general de brigada José Enrique Varela Iglesias, se había dispuesto por el jefe del Ejército del Sur, general de división Gonzalo Queipo de Llano Sierra: “Que todos los puestos de la Guardia Civil de la provincia de Málaga ocupados y que en lo sucesivo se ocupen, dependan para todos los efectos de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, cuyo Jefe, Teniente Coronel Don Vicente González, desempeñará también, sin perjuicio del mando de ésta, el del 16º Tercio, cuya cabecera queda establecida provisionalmente en Cádiz”.
Hasta el inicio de la guerra civil, la cabecera de dicha unidad estaba ubicada en la capital malagueña. Se encontraba a su frente el coronel Fulgencio Gómez Carrión, el cual, al igual que había sucedido el 16 de agosto de 1936 con el teniente coronel Aquilino Porras Rodríguez, jefe de la Comandancia de Málaga y otros componentes de la misma, fue fusilado el 20 de septiembre siguiente, acusado de sumarse al alzamiento militar.
Tras ser ocupada Málaga el 8 de febrero de 1937 por las columnas de las fuerzas sublevadas, con el apoyo italiano del Corpo di Truppe Volontaire, el teniente coronel González, participó por escrito al inspector general del Cuerpo: “Habiendo tenido entrada durante el día de ayer en esta Capital las fuerzas del glorioso Ejército Nacional al que tuve el honor de acompañar; con esta fecha me hago cargo como Jefe de este 16º Tercio de la Guardia Civil, y dispongo que el Comandante Don José Enríquez Ramírez, al que nombro primer Jefe de la Comandancia de Málaga, proceda a la reorganización de la misma con arreglo a la plantilla que tuviera antes del movimiento, en cuanto a Unidades, personal y armamento, así como las dependencias Administrativas de la misma”.
El 21 de agosto siguiente, el teniente coronel González cesó en el mando accidental del 16º Tercio, por haber sido destinado a ejercer su jefatura en Málaga, el coronel Antonio Alvarez-Ossorio Barrientos. Éste, al inicio de la sublevación militar, estaba destinado en Palma de Mallorca como teniente coronel jefe de la Comandancia de Baleares.
Entre tanto, Ojanguren había ocupado el 1º de septiembre de 1936 la vacante dejada en La Línea de la Concepción por el teniente Valeriano Silva Franco, quien había resultado herido grave en combate el 13 de agosto anterior, en la zona comprendida entre Guadiaro y Tesorillo. Formaba parte, “como práctico del terreno”, de la vanguardia de una columna de operaciones del Tercer Tábor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Larache núm. 4, mandada por el comandante de Infantería Enrique Rodríguez de la Herrán. El teniente Silva falleció doce días después.
Dada la falta de oficiales, el teniente Ojanguren tuvo agregada la línea de San Roque hasta el 19 de octubre de 1936, fecha en que pasó a depender de la línea de la Guardia Civil de Tarifa. Ésta estaba mandada desde julio de 1934 por el teniente José Rodríguez Guillén. Nacido el 2 de septiembre de 1900 en la población malagueña de Ronda, procedía también del Arma de Infantería, perteneciendo a la promoción de 1920 de la Academia de Toledo. Ascendido a capitán el 18 de enero de 1937, fue destinado seguidamente a la Comandancia de Oviedo.
Hay que significar que el teniente Ojanguren, al contrario de lo que le sucedió a su capitán, Antonio Vázquez Vergara, jefe de la 2ª Compañía (Algeciras) de la Comandancia de Cádiz, mantuvo mejor relación con el entonces gobernador militar del Campo de Gibraltar, coronel de Infantería Francisco de Borbón y de la Torre.
De hecho, éste, tras solicitar el cese del capitán Vázquez, quien terminó pidiendo destino voluntario a la Comandancia de Huelva, propuso, esta vez directamente, al general de brigada de Infantería Marcial Barro García, inspector general de la Guardia Civil, con residencia en Valladolid, que habilitase para el empleo inmediato superior al teniente Ojanguren, jefe accidental de la compañía citada.
En su escrito, fechado el 7 de septiembre de 1937, expuso primero que, “dicho oficial ha prestado y presta relevantes servicios a nuestra Santa Causa desde el primer día del Glorioso Movimiento, siendo de especial mención la heroica defensa de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil de San Roque, por cuyo motivo fue felicitadísimo por sus Superiores y dio origen a que la Comisión Gestora de dicha plaza acordara por unanimidad poner el nombre a una calle de la citada Ciudad”.
Seguidamente, el gobernador militar lo puso en valor como jefe accidental de dicha compañía, ya que, “como conocedor del Campo de Gibraltar, ha desempeñado importantísimos y valiosos servicios, siendo en todo momento un eficaz colaborador del mando, demostrando sus relevantes dotes”. El coronel Borbón también reconoció que había prestado “muy buenos servicios” en la Sección del Servicio de Información Militar (S.I.M.) del gobierno militar.
Sin embargo, el general Barro le contestó ocho días mas tarde que, “el mando accidental de la Compañía de Algeciras que desempeña, no impone tal medida, ya que en la actualidad son muchos los Tenientes y aún Alféreces que vienen ejerciendo accidentalmente el mando de Unidad en este Instituto, y, por otra parte, que la habilitación para empleos superiores, según lo dispuesto ha de hacerse por necesidades de guerra”. Hasta el 19 de octubre de 1939 no ascendería, por antigüedad, al empleo de capitán, siendo seguidamente destinado a la Comandancia de Castellón.
Finalizada la contienda, el teniente coronel Vicente González continuó al frente de la Comandancia de Cádiz, que aún seguía teniendo por demarcación toda la provincia. El 23 de diciembre de 1938 se había hecho cargo, “con carácter provisional”, del mando y despacho, desde Cádiz, del 16º Tercio, al haber sido destinado el coronel Alvarez-Ossorio a mandar el 8º Tercio (Granada). Cesó el 3 de febrero de 1939 al incorporarse el coronel Jaime Obrador Casanovas, procedente del referido 8º Tercio, si bien éste apenas estuvo destinado dos meses ya que a fin de marzo siguiente se le otorgó el mando del 7º Tercio (Zaragoza).
(Continuará).
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