LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXX)

La reorganización de la Guardia Civil (IV)

El ministro del Ejército, general Varela, junto a sus compañeros de la 19 Promoción de Infantería, entre ellos Manuel Sanmartín Rives, un mes antes de ser nombrado jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras (Alcázar de Toledo, 22-VI-1941).

El ministro del Ejército, general Varela, junto a sus compañeros de la 19 Promoción de Infantería, entre ellos Manuel Sanmartín Rives, un mes antes de ser nombrado jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras (Alcázar de Toledo, 22-VI-1941).

El 13 de octubre de 1936, el entonces capitán de Carabineros Manuel Sanmartín Rives, futuro y prolongado teniente coronel jefe de la Comandancia campogibraltareña de la Guardia Civil entre 1941 y 1950, marchó con su compañía expedicionaria desde la población malagueña de Casares hasta la gaditana de Algeciras.

Aquí pernoctó y marchó con su unidad al día siguiente a la estación ferroviaria de Gaucín (Málaga), donde recibió la orden de regresar a la capital gaditana. Sin embargo, apenas estuvieron en Cádiz pues, como consecuencia de nuevas órdenes recibidas, el 16 de octubre marcharon otra vez para Algeciras y de allí continuaron hasta la población malagueña de Ronda, quedándose allí para prestar servicio. Dos días más tarde desplegó con su compañía, junto al resto de fuerzas de la columna de operaciones citada en el capítulo anterior, en la zona próxima conocida como 'El Puerto del Viento'. Aquí sus carabineros hicieron tres prisioneros, uno de ellos con armamento, regresando seguidamente a la población malagueña de Ronda.

El día 20 de ese mismo mes, formando parte de la mentada columna de operaciones, ocuparon los pueblos malagueños de Alpandeire, Faraján y Júzcar, regresando seguidamente a Ronda. Al día siguiente salió con su compañía escoltando un convoy, para Faraján pero como fue tiroteado, 'por numeroso enemigo', y la noche era próxima, recibió la orden de regresar nuevamente a Ronda.

El día 22 se le encomendó a dicha compañía gaditana de Carabineros que salieran para la estación de ferrocarril de Parchite, perteneciente al término municipal de Ronda y cerca de la población de Arriate, quedándose encargada de su protección y vigilancia. Cuatro días más tarde recibieron la orden de regresar a Ronda, donde apenas estuvieron un par de jornadas ya que recibieron la orden de marchar a la localidad malagueña de Júzcar.

Hasta el 18 de diciembre siguiente continuó prestando servicio de campaña por esa comarca malagueña al frente de la mentada compañía expedicionaria. Hay que significar que el epicentro fue siempre Ronda, destacando que del 19 de noviembre hasta el 13 del mes siguiente permaneció destacado en la cercana población de Alpandeire.

Tras cinco meses de operaciones, desde el inicio de la sublevación militar, entregó el mando de dicha unidad a su relevo y el 19 de diciembre regresó a la capital gaditana para continuar prestando servicio peculiar en su Comandancia de Carabineros.

Permaneció en Cádiz hasta que el 21 de agosto de 1937 entregó el mando de su Cuarta Compañía y al día siguiente marchó para Ronda, al objeto de hacerse nuevamente cargo del mando de la compañía expedicionaria de Carabineros allí desplegada. Sus efectivos, al igual que cuando se habló de la que tenía la Guardia Civil gaditana, eran también objeto de periódico relevo.

En esta ocasión permaneció escaso tiempo en la provincia malagueña. El 5 de septiembre siguiente, conforme lo ordenado en telegrama por el general de división Gonzalo Queipo de Llano Sierra, en su condición de jefe del Ejército Sur, regresó a la capital gaditana con su unidad, reintegrándose los carabineros que la componían a sus respectivas unidades.

Reintegrado al mando de la mentada Cuarta Compañía de la 11ª Comandancia (Cádiz), permaneció al frente de la misma, hasta el 23 de octubre de 1938, salvo breves tiempos que tuvo que hacerse cargo accidental del cometido de habilitado cajero de dicha comandancia. La razón de ello fue su ascenso al empleo de comandante, siendo destinado por orden de la Subsecretaría del Ejército, de 3 de noviembre siguiente, a dicha comandancia gaditana.

Seis días después se hizo cargo de la Jefatura de Servicios de esa Comandancia así como del cometido de juez instructor de la misma. En diversas ocasiones tuvo que hacerse cargo también, con carácter accidental, de la jefatura del Detall hasta que finalizada la Guerra Civil, se hizo cargo de ésta con carácter de titular el 1 de agosto de 1939.

Poco tiempo estuvo desempeñando dicho cometido ya que cuatro días más tarde, se hizo cargo del mando accidental de la comandancia gaditana, al haber sido destinado su hasta entonces jefe, el teniente coronel Federico Rodríguez Baster, al mando de la 1ª Comandancia de Carabineros de Barcelona.

Según consta en la hoja de servicios del comandante Sanmartín, permaneció seguidamente al mando accidental de la 11ª Comandancia de Cádiz más de medio año. Concretamente hasta el 10 de febrero de 1940, fecha en la que se incorporó el nuevo titular, el teniente coronel Miguel García Rodríguez procedente por ascenso de la 17ª Comandancia de Coruña. Éste había sido destinado en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército número 23, del 30 de enero, a la vez que lo fue el entonces nuevo jefe de la Décima Comandancia de Algeciras, teniente coronel Joaquín Moreno Lara, procedente por ascenso de la Duodécima Comandancia de Sevilla.

Sin embargo, ya para entonces la suerte del Cuerpo de Carabineros estaba prácticamente decidida. Poco más de un mes después se publicaba la ley de 15 de marzo por el cual pasaba a desaparecer como tal e integrar sus efectivos, acuartelamientos y medios en el Cuerpo de la Guardia Civil.

El 11 de septiembre siguiente, reconvertida la 11ª Comandancia de Carabineros en la 67ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil, en virtud de la ley presupuestaria de 4 de junio de 1940, citada en capítulos anteriores, el comandante Sanmartín se hizo nuevamente cargo del mando de la misma. Su jefe había pasado a la situación de disponible forzoso a la Octava Región Militar La Coruña.

Dicha situación permaneció durante más de cinco meses. Concretamente hasta que por orden de 24 de febrero de 1941, publicada dos días más tarde en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército, el teniente coronel García Rodríguez fue destinado nuevamente al mando de la ya 234ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Cádiz). Incorporado a su mando el 17 de marzo siguiente, el comandante Sanmartín pasó entonces a encargarse de la segunda jefatura de dicha unidad así como de su Jefatura de Contabilidad.

Mención especial merece hacer constar que del 21 al 25 de junio de dicho año, Sanmartín marchó a Madrid y Toledo, con objeto de asistir a las 'bodas de plata' de su promoción. Esta era la Decimonovena de la Academia de Infantería, cuyo máximo representante era precisamente el ministro del Ejército, teniente general José Enrique Varela Iglesias.

Este sería su último acto de relevancia como comandante ya que por orden de 8 de julio siguiente fue declarado apto para el ascenso al empleo de teniente coronel, confiriéndosele seguidamente con antigüedad del 17 de junio último. Por otra orden del Ministerio del Ejército, de 29 de julio, fue destinado para el mando de la 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil de Algeciras, donde al contrario que sus dos predecesores anteriores, permanecería a su frente casi una década.

En la revista del mes siguiente causó baja en la 234ª Comandancia de Cádiz y causó alta en la 134ª Comandancia de Algeciras. El 18 de agosto cesó también en las funciones de mayor del 34º Tercio de Cádiz que desempeñaba accidentalmente y cinco días después se hizo cargo del mando de la comandancia campogibraltareña.

(Continuará)

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios