La reorganización de la Guardia Civil (XLI)
La Guardia Civil en San Roque (CCLVII)
El capitán Juan Salom, tras permanecer tres años en situación de retiro por no haberse sumado inicialmente a la sublevación de 1936, recurrió y fue reingresado a la escala activa
La reorganización de la Guardia Civil (XL)
San Roque/Continuando con la hoja de servicios del teniente coronel Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras) entre 1958 y 1963, consta que en 1939, encontrándose en Melilla al mando de la sección de Carabineros, fue ascendido por antigüedad, en propuesta extraordinaria, a capitán por orden de la Dirección General de Reclutamiento y Personal del Ministerio del Ejército, de 31 de diciembre.
Pasaportado poco después a la ciudad de Málaga, cabecera de la 9ª Comandancia de Carabineros, se hizo cargo el 18 de enero siguiente, del mando accidental de la 4ª Compañía (Aduanas) del puerto de la ciudad, cesando cinco días más tarde. Por orden de 27 de febrero siguiente, dimanante de la dirección general citada, fue destinado a la Secretaría de la 4ª Zona de Carabineros (Almería), si bien permaneció poco tiempo ya que por otra orden de 30 de marzo, publicada en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 80, de 10 de abril de 1940, fue nuevamente destinado a la Fracción de Estepona de la 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga).
El día 22 de ese mismo mes se incorporó a su nuevo destino y al día siguiente se hizo cargo del mando de la 3ª Compañía (Marbella). Continuó a su frente hasta el 19 de julio siguiente, haciendo entrega de la misma y se hizo cargo del mando de la 2ª Compañía (Estepona), “por ser de mayor responsabilidad”. Un día más tarde se hizo cargo también del mando de la “Comandancia Militar de Estepona” y del sector correspondiente a los pueblos de Benahavís, Casares, Manilva y San Pedro de Alcántara.
El 9 de agosto cesó en todo ello y volvió a hacerse cargo del mando de la 3ª Compañía (Marbella) de la que había sido la 9ª Comandancia de Carabineros, cuyo Cuerpo, por la ley de 15 de marzo de 1940, había iniciado el proceso de integración en el de la Guardia Civil. De hecho, en virtud de la ley de presupuestos, de 4 de junio de 1940, dicha comandancia de Carabineros había pasado a ser denominada como 65ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Málaga).
En cumplimiento a lo dispuesto en la Instrucción General núm. 3 de la Dirección General de la Guardia Civil, de 10 de febrero de 1941, la mentada comandancia administrativa se reconvirtió en la nueva 333ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Málaga), encuadrada en el también nuevo 33º Tercio de Costas de la Guardia Civil (Málaga). Dos días más tarde el capitán Juan Salom cesó en el mando de la compañía marbellí y se hizo cargo del mando de la mentada comandancia malagueña.
Sin embargo, dicho cargo sería muy efímero pues el capitán Juan Salom, al que realmente no se le había perdonado que no se hubiera unido inicialmente a la sublevación militar del 18 de julio de 1936 y permaneciese los primeros meses de la guerra civil en el bando republicano, pasó a partir del 1 de marzo de 1941 a la situación de disponible forzoso en la 2ª Región Militar (Sevilla). Causó alta administrativa, a efectos de documentación y haberes, en la mentada comandancia malagueña de la Benemérita, que antes había sido de Carabineros.
Por orden de 8 de noviembre de ese mismo año, “previo informe favorable del Consejo Superior del Ejército y de acuerdo con el Consejo de Ministros”, publicada tres días más tarde en el diario oficial núm. 253, se dispuso su pase a la situación de retirado, cuando todavía contaba con 35 años de edad. Todo ello conforme a lo previsto en el artículo 1º de la ley de 12 de julio de 1940, publicada cinco días después en el Boletín Oficial del Estado núm. 199.
Con Juan Salom pasaron en esta ocasión a retiro un capitán y dos tenientes de Infantería; dos comandantes, dos tenientes y seis alféreces de la Guardia Civil; así como un coronel, tres comandantes, otros nueve capitanes y cuatro tenientes de Carabineros. Ninguno de ellos había sido condenado en consejo de guerra pero al iniciarse la guerra civil no se habían sublevado aunque luego se hubieran pasado al otro bando y combatido por él.
Dicha ley, fechada casualmente el mismo día del decreto por el que se nombró gobernador militar del Campo de Gibraltar y jefe de la División núm. 22 al todavía general de brigada Agustín Muñoz Grandes, tenía por principal finalidad realizar una profunda depuración de cuadros de mando, “que por diversas causas no actuaron con las tropas nacionales”, total o parcialmente durante la contienda. No habían sido por ello objeto de condena por consejos de guerra, bien por haber resultado absueltos o porque las informaciones privativas que inicialmente les habían instruido, se habían resuelto sin responsabilidad.
Conforme a dicha ley, se facultaba a los ministros de los Ejércitos de Tierra y del Aire así como de la Marina de Guerra, para pasar a situación de reserva a los generales, a las escalas complementarias o situación de retirados a jefes, oficiales y asimilados, y a situación de retirados, en determinadas condiciones, a los suboficiales y miembros del C.A.S.E. (Cuerpo Auxiliar de Subalternos del Ejército creado por ley de 13 de mayo de 1932).
El capitán Juan Salom, dado que no estaba conforme con la situación de retiro a la que había sido forzado, recurrió tal decisión, al igual que hicieron otros muchos perjudicados. En su caso, tras permanecer tres años en situación de retiro, resultó que por orden de la Subsecretaría del Ministerio del Ejército, de 31 de julio de 1944, fue reingresado a la escala activa.
Su “recurso-súplica”, en virtud de las atribuciones concedidas en el artículo 1º de la ley de 13 de diciembre de 1943, que modificaba sustancialmente la mentada de 12 de julio de 1940, que “no ha de tener la consideración de castigo”, previo informe favorable del Consejo Superior del Ejército, había sido atendido positivamente en dicha resolución, al igual que los de un teniente coronel, dos comandantes y otros cuatro capitanes de la Guardia Civil, incluido su hermano Julio. Hay que significar que dentro de la misma orden ministerial también habían resultado favorecidos un comandante y dos capitanes de Ingenieros, un teniente de Infantería, un comandante de Intendencia, un comandante auditor del Cuerpo Jurídico Militar, un teniente coronel y tres comandantes médicos, un comandante veterinario y un comandante farmacéutico.
Consecuente con lo anteriormente dispuesto, el capitán Juan Salom, conforme a la orden del Ministerio del Ejército, de 7 de agosto de 1944, publicada dos días después en el diario oficial, pasó a la situación de disponible forzoso en la 9ª Región Militar (Granada), quedando afecto para documentación y haberes al 37º Tercio (Málaga). En la misma orden ministerial pasaba a dicha situación su hermano Julio, así como tres comandantes y otros tres capitanes, todos de la Guardia Civil.
Por otra orden ministerial de 11 de octubre siguiente, que contemplaba a otros jefes y oficiales de la Benemérita, incluido también su hermano, se destinaba al capitán Juan Salom a mandar la 9ª Compañía de la 134ª Comandancia (Valencia).
(Continuará).
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