La reorganización de la Guardia Civil (XXXVIII)
La Guardia Civil en San Roque (CCLIV)
Rodrigo Gayet Girbal se hizo cargo de la Comandancia de Algeciras en 1955, recién ascendido a teniente coronel, y estuvo al frente tres años
Fue distinguido con la cruz de la orden del mérito militar de 2ª clase, con distintivo blanco
La reorganización de la Guardia Civil (XXXVII)
San Roque/El capitán Rodrigo Gayet Girbal se encontraba desde el 22 de abril de 1944 al frente de la 5ª Compañía (Deva), de la 143ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (San Sebastián). Ésta era mandada por el teniente coronel Enrique Galván García, también procedente del desaparecido Cuerpo de Carabineros. A partir del 1º de octubre siguiente se ordenó, según propuesta aprobada por la Dirección General de la Guardia Civil que dirigía el general de división Camilo Alonso Vega, que se trasladase la cabecera de dicha compañía a la localidad de Zarauz.
Gayet, que una década después sería el teniente coronel jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), continuó al frente de aquella compañía guipuzcoana. Ésta tenía las cabeceras de sus tres secciones en las poblaciones de Deva, Zumaya y Zarauz.
Con arreglo a lo dispuesto por dicho director general del Cuerpo, en escrito de 15 de septiembre de 1945, se procedió a suprimir, a partir del mes siguiente, la denominación de “Mixto” que tenían los Tercios y las Comandancias afectadas. Además, en el caso concreto de la 5ª Compañía (Zarauz), pasó a reconvertirse en la 7ª Compañía.
Del 15 de enero de 1946 al 15 de abril siguiente Gayet realizó en la Escuela de Aplicación y Tiro de Infantería en Madrid, el curso de aptitud para el ascenso a comandante. Dicho empleo lo alcanzaría por orden del Ministerio del Ejército de 9 de abril de 1948, quedando en la situación de disponible forzoso en la 3ª Zona de la Guardia Civil (Zaragoza) y afecto para documentación y haberes al 43º Tercio (San Sebastián). Dicha 3ª Zona era entonces mandada por el general de brigada Federico Rodríguez Baster, también procedente de Carabineros y antiguo jefe de su 11ª Comandancia (Cádiz) durante la guerra civil.
Por orden del Ministerio del Ejército, de 24 de abril de 1948, el ya comandante Gayet fue destinado a la misma 143ª Comandancia (San Sebastián). Inmediatamente se hizo cargo de la tercera jefatura que conllevaba los cometidos de juez y jefe de armamento, conforme lo dispuesto en la Orden General del Cuerpo núm. 8, de 14 de abril de 1945. El 5 de agosto de 1948 se hizo cargo de la segunda jefatura de dicha Comandancia así como de su servicio de información.
Durante los siete años siguientes continuó desarrollando los cometidos asignados así como, con carácter accidental, aquellos otros que por ordenanza le correspondían por ausencia justificada de sus titulares, incluido ocasionalmente el propio mando de la comandancia.
De ese periodo merece mención especial el hecho acaecido el 17 de noviembre de 1953, al resultar herido leve en el cuero cabelludo por una granada de mano. Concretamente “por un pedazo de metralla de una bomba Laffite, lanzada por el Guardia segundo Máximo Reguilón Fradejas, del Puesto de Placencia”. Dicho accidente acaeció cuando el comandante Gayet se encontraba presenciando el ejercicio de tiro que realizaba la fuerza del Cuerpo de la línea (sección) de Elgoibar.
Antes de proseguir es importante hacer referencia a la ley de 15 de julio de 1952, por la que se integró “el Escalafón del personal del Cuerpo de la Guardia Civil con los de los antiguos Institutos de la Guardia Civil y de Carabineros”. Tal y como se recordaba en su inicio, “la ley de 15 de marzo de 1940, al reorganizar el Benemérito Instituto de la Guardia Civil como parte integrante del Ejército, con mando, disciplina y fuero militar, le encomendó, además de sus tradicionales misiones en relación con el orden público, las de orden fiscal que correspondían anteriormente al Instituto de Carabineros, quedando el personal de éste adscrito a los distintos servicios que aquella Ley fijó como privativos del nuevo Cuerpo de la Guardia Civil, cuyos mandos superiores, en determinadas condiciones, habrían de ser servidos por Jefes y Oficiales del Ejército, sin ser baja en sus escalafones respectivos”.
Conforme se dispuso, el personal de distintas procedencias perteneciente a la Guardia Civil quedó fusionado en un solo escalafón, que se formó con sujección a las reglas que se establecieron. A este respecto hay que significar que los jefes y oficiales procedentes de la clase de tropa de Carabineros fueron escalafonados en el puesto que les correspondiese por su antigüedad en el empleo de teniente.
Continuando con Rodrigo Gayet, hay que resaltar que por orden del Ministerio del Ejército, de 31 de julio de 1955, fue ascendido a teniente coronel. Y por otra de 16 de agosto siguiente, nombrado jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), a la que se incorporó el 7 de septiembre siguiente.
A su frente estaría durante los tres años siguientes, continuando la labor de su antecesor, cumpliendo “33 años de servicio desde su ascenso a Oficial”. Por orden del Ministerio del Ejército, de 19 de septiembre de 1958, publicada cuatro días después en el diario oficial núm. 216, fue designado para el mando de la 131ª Comandancia de la Guardia Civil (Gerona). El 24 de septiembre cesó en el mando de la comandancia campogibraltareña y el 10 de octubre siguiente se incorporó al mando de la comandancia gerundense, provincia de la que era natal.
Dicho cambio de destino le implicaría directamente en uno de los hechos más relevantes del último periodo de la llamada guerrilla antifranquista. Su hoja de servicios, correspondiente al año 1960, cita textualmente que: “El día 4 de enero habiendo aparecido una partida de bandoleros en la demarcación de su Comandancia, este Jefe dispuso los oportunos servicios, que dieron por resultado de la muerte de cuatro de ellos y herido grave el jefe de la Banda Francisco Sabater Llopart, a) El Quico, que fue muerto posteriormente”.
Ésta es la única anotación efectuada sobre ello en su hoja de servicios, siendo recompensado, por orden del Ministerio del Ejército, de 4 de febrero siguiente, con la cruz de la orden del mérito militar de 2ª clase, con distintivo blanco.
El Diario Oficial del Ministerio de Ejército núm. 29, publicado un día después, aportó mas detalles. Por decreto de 28 de enero anterior, se concedió el ascenso póstumo al empleo de capitán, al teniente de la Guardia Civil Francisco de Fuentes-Fuentes Castilla-Portugal, muerto por El Quico durante la noche de 3 de enero mentado, cuando intentaba su detención.
En ese mismo diario oficial, como autores de la muerte de dicho guerrillero antifranquista, sería condecorado con la cruz de la orden del mérito militar, con distintivo blanco, pensionada con el 10% de su sueldo, el sargento de la Guardia Civil Antonio Martínez Collado, y el subcabo del Somatén ArmadoAbel Rocha Sanz, con la cruz de plata de la orden del mérito militar, con distintivo blanco, pensionada con 100 pesetas mensuales.
También resultaron condecorados el capitán José Blázquez Pedraza con la cruz de la orden del mérito militar de 1ª clase, el cabo Vicente Gómez Martín y los guardias 2º Casto Chavales Palacios y José González Cárdenas con la cruz de plata de dicha orden pensionada con 100 pesetas mensuales, así como ascendidos a cabo, los guardias 2º Jesús González Otero y Pedro Garrido Hortelano.
(Continuará).
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