Santander se queda con el terreno del proyecto hotelero de Mora-Figueroa en Sotogrande
El banco adquiere 120.000 metros cuadrados en la exclusiva zona entre el club de Polo y La Marina, que serán gestionados por su filial LandCo
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San Roque/Banco Santander ha tomado el control de un ambicioso proyecto hotelero y residencial en Sotogrande, una de las áreas más exclusivas de España.
La entidad financiera ha adquirido un terreno de 120.000 metros cuadrados, situado entre el Santa María Polo Club y La Marina, que pertenecía a la familia Mora-Figueroa, una de las mayores fortunas de Andalucía. Esta adquisición pone fin a los planes de la familia de desarrollar la Ciudad Deportiva del Polo y el Distrito Equino, dos proyectos que llevaban años preparando para esta privilegiada ubicación.
Según informa El Confidencial, esta operación en el término municipal de San Roque se ha cerrado después de que no fructificaran las negociaciones para la refinanciación de la sociedad Marina Investment, responsable del terreno.
El banco, principal acreedor de la familia, ha transferido el suelo a su filial LandCo, especializada en la gestión de suelos. Esta compañía ya trabaja en los trámites urbanísticos necesarios para comenzar las obras de urbanización, con el objetivo de iniciar los trabajos el próximo año, dado el avanzado estado de las tramitaciones.
El proyecto, conocido como Los Pinos, es el desarrollo más significativo en Sotogrande en los últimos años. Incluye la construcción de 50 viviendas, un hotel de lujo con 200 habitaciones y un área comercial de 11.000 metros cuadrados. Además, los planes iniciales de los Mora-Figueroa contemplaban ampliar las instalaciones del Polo Club para fortalecer el atractivo de este deporte en la zona, clave para atraer a inversores y visitantes de alto poder adquisitivo.
Sin embargo, a pesar de la aprobación de varios planes urbanísticos y los esfuerzos por conseguir financiación, como los intentos de la familia por encontrar inversores árabes antes de la pandemia, el proyecto nunca logró despegar. Las cargas financieras acumuladas por la familia Mora-Figueroa, que incluían varios préstamos y avales, contribuyeron al colapso de las negociaciones, dejando la puerta abierta para que el Santander se hiciera con la propiedad.
Este cambio de manos pone fin a la ambición de los Mora-Figueroa de desarrollar uno de los megaproyectos más relevantes del Campo de Gibraltar, en un enclave que sigue siendo uno de los destinos más codiciados por la élite nacional e internacional.
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