Medinaceli y Merced desfilan por los Olivillos en una noche de recuerdos
Emotiva salida del Cristo con un sentido homenaje al fundador y capataz, Antonio Morilla

La Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced vivió anoche una de las salidas más emotivas de sus 30 años de existencia. El fundador y capataz de esta joven hermandad, Antonio Morilla, fallecido el pasado año, estuvo en todo momento presente. Así, hubo diferentes homenajes por parte de los hermanos y capataces de otras hermandades de San Roque que también quisieron estar presente en una salida que congregó a los numerosos vecinos de esta popular barriada.
Pasadas las nueve de la noche, se abrían las puertas del templo para la salida del Cristo. Este año vestido de burdeos y con su túnica azul noche casi negra para representar su luto. En el monte de claveles rojos, el capirote y el bastón de Morilla, capataz durante tantos años de este querido Cristo. También estrenaba una potencia plateada donada por los hermanos.
La Banda de las Tres Caídas de Arcos de la Frontera acompañó al Medinaceli en todo su recorrido, que poco a poco avanzó por el corazón de Los Olivillos. Minutos después salió la Virgen de la Merced. El bello palio cargado por mujeres, se unió al cortejo con el acompañamiento de la Banda de Música Las Flores, de Málaga. En tonos beige el adorno floral hacía aún más bella esta virgen que fue al encuentro de su hijo.
La hermandad data de 1985 y su escudo está representado por una corona de espinas. Dentro de la misma aparecen tres ráfagas de divinidad de potencias. A un lado, el escudo trinitario y al otro, el mercedario.
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