Las cofradías de Tarifa en la Edad Moderna (II)

Retazos de Historia

La cofradía del Santísimo Sacramento participaba activamente en las fiestas del Corpus Christi, fiesta jurada por la ciudad como propia

Poco, muy poco conocemos sobre la Cofradía del Señor San Mateo, patrón de Tarifa

Las cofradías de Tarifa en la Edad Moderna (I)

Nuestra Señora del Rosario (Siglo XVII).
Nuestra Señora del Rosario (Siglo XVII).

Cofradías de la iglesia mayor de San Mateo

En la parroquial mayor de San Mateo de Tarifa citamos en primer lugar a la Cofradía del Santísimo Sacramento. En el siglo XIX se la definía como “de remota antigüedad” porqueya existía en el año 1590, cuando Alonso de Piña impuso un censo a favor de la cofradía, que participaba activamente en las fiestas del Corpus Christi, fiesta jurada por la ciudad como propia.

En el periodo comprendido entre 1682 y 1689 presentaba un saldo negativo de 9.262 reales, mientras que en los datos aportados por la visita pastoral diocesana del año 1717 la cofradía contaba con dieciséis censos que importaban 740 reales y 30 maravedís, a los que se añadían unas tierras que se arrendaban en 10 fanegas de trigo, las cuotas de los hermanos, la cera que se entregaba para la iluminación del Santísimo y las limosnas. Entre los años 1716 y 1717 su balance contable era negativo en 1.860 reales, pues entre sus gastos estaban la celebración de la fiesta de San Hiscio, y en la procesión del Corpus cubrían la música, el acompañamiento de la comunidad del convento de la Santísima Trinidad, los fuegos, sermones, sacristán y sochantre.

Otra de las cofradías de la parroquia mayor era la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, la referencia a esta antigua cofradía aparece en el documento que describe los templos tarifeños en 1819, citándose al respecto del retablo del Dulce Nombre de Jesús en el protocolo de las Remembranzas de los Señores curas consta al folio 212 una para la cofradía del Dulce Nombre de Jesús año 1574”.

Retablo del Dulce Nombre de Jesús (Siglo XVII).
Retablo del Dulce Nombre de Jesús (Siglo XVII).

La Cofradía de las Ánimas o de las Benditas Ánimas del Purgatorio era también “de gran antigüedad, ya existía en 1586, cuando un vecino de Tarifa llamado Juan Andrés impuso un censo sobre una casa de su propiedad a favor de la cofradía de Ánimas”. En el año 1635 se levantó para culto de la cofradía un altar en San Mateo, ya que así consta que en dicho año se declaró ante el escribano Francisco Bermúdez de Gallegos una obligación de Diego Salado y Francisco Tobar Hidalgo a Alonso de Moya para que este último hiciese y dorase el retablo de Ánimas. En la visita pastoral de 1677 la cofradía resultó alcanzada favorablemente en 704 reales, mientras que en 1689 presentaba el negativo de 868 reales y 24 maravedíes.

Era una típica cofradía de entierros; en el año 1715 el mayordomo de la cofradía, el presbítero Diego Serrano del Castillo, presentó nuevas cuentas con unos ingresos de 15.832 reales y 4 maravedíes, mientras que los gastos fueron de 14.451 reales y 5 maravedíes, con un alcance o saldo favorable de 1.381 reales. Entre los gastos destacamos las novecientas misas oficiadas por los sacerdotes tarifeños, sermones, música, misas cantadas los lunes, una figura de un ángel para sostener la lámpara, dos linternas, molduras de haya para el altar, etcétera.

En el cabildo municipal del 3 de febrero de 1721 se vio un memorial presentado por los hermanos de las Benditas Ánimas del Purgatorio, de la iglesia mayor de San Mateo, en el que pedían “fabricar una capilla sobre unos arcos iguales a los que tiene la alcantarilla que está en la puerta de los Perdones de dicha iglesia”, los munícipes tarifeños aprobaron su construcción, siempre que no fuese en perjuicio de terceros, para lo cual se dio aviso a los hermanos para que los arcos fueran “capaces” y no impidiesen el normal curso del arroyo de Tarifa, eso sí sobre el material que también solicitaban, no había lugar.

Poco, muy poco conocemos sobre la Cofradía del Señor San Mateo, patrón de Tarifa, tan solo un dato de 1607, en el que se nos señala que: “... los fundadores de la cofradía del Sr. San Mateo hicieron un concierto con Juan Montañés, Dorador, para que hiciese la imagen de San Mateo ante Lorente López de Estrada, Escribano”.

Antiguo retablo de la capilla mayor de la iglesia de San Mateo, con la Virgen de la Luz y San Mateo como patronos de Tarifa.
Antiguo retablo de la capilla mayor de la iglesia de San Mateo, con la Virgen de la Luz y San Mateo como patronos de Tarifa.

Su festividad era fiesta jurada por la ciudad, es decir de obligada realización y financiación por parte de la ciudad, o lo que es lo mismo por su concejo de justicia y regimiento, el Ayuntamiento.El 2 septiembre 1674 se menciona en el cabildo celebrado por el Ayuntamiento reformar las andas de la imagen del señor San Mateo, patrón de la ciudad, que estaban “con grande indecencia”, además de dos mazas para “para ir la ciudad con autoridad” debido “a estar hoy sin provecho y muy indecentes las que tiene”.

De enorme importancia era la cofradía del clero secular de Tarifa, la Venerable Hermandad de Nuestro Padre y Señor San Pedro, constituida en la Iglesia Mayor de San Mateo el 1 de agosto de 1621, dedicada en principio a rendir culto al apóstol San Pedro y dar sepultura y ofrecer honras fúnebres de “medio u oficio general” a los referidos clérigos y sus parientes más próximos.

A mediados del siglo XVIII la hermandad emprendió la construcción de una suntuosa capilla, en un estilo rococó que sirviera tanto para el culto de su titular, una imagen de San Pedro, como de cripta panteón para los hermanos de la cofradía. Para edificarla se tuvo que adquirir una vivienda contigua, propiedad de Beatriz de Torres, que se intercambió por otra que poseía la Hermandad y que desempeñaba las funciones de botica.

Cuadro de las Benditas Ánimas de San Mateo. Titular de su cofradía.
Cuadro de las Benditas Ánimas de San Mateo. Titular de su cofradía.

La obra comenzó “... el día 20 de Agosto de 1760 y el día 10 de Septiembre del mismo año puso la primera piedra el Sr. Vicario Don Luis Bermúdez y Mendoza. El zócalo de piedra jaspe negro y encarnado se principió a poner el día 6 de Mayo de 1761, el cual se trajo de Lucena en 25 carretas que ganó cada una 25 pesos fuertes o sea 25 duros el cual hizo el maestro Juan del Pino, cantero de dicha ciudad de Lucena...”.

El director de la obra fue un religioso llamado Fray José, del que no se conocía la orden, siendo el maestro mayor Alfonso de Arias. Se concluyó en el año 1774; es decir, duró un total de trece años, elevándose sus gastos a un total de 198.605 reales.

Imagen de San Francisco (Siglo XVII).
Imagen de San Francisco (Siglo XVII).

Sabemos por lo demás que desde 1766 la Hermandad de San Pedro se encargaba de la administración del legado pío llamado del Santo Entierro de Cristo, creado según la última voluntad doña María Chirinos en 30 de abril de 1766 ante el escribano del Cabildo y público de Tarifa Antonio Chico Alemán y Conejo por la que dispuso “... que queriendo continúe la devoción de sus mayores y se perpetúe la función del entierro de Cristo el Viernes Santo, en el orden y estilo que lo han practicado sus antecesores y teniendo para poder dotar la dicha función, a fin de que se verifique con la solemnidad y ricto que pide tan santa memoria, quiere y es su voluntad dejara a la venerable hermandad el cuidado de su devoción dejando por bienes para efectuarla el molino que tiene y posee de su propiedad en la ribera del Jara, que nombran de Trisca término de esta ciudad, también el colmenar sito en la dehesa que nombran del Moro y una parte de casa compuesta por dos habitaciones que tiene y posee colación de San Mateo además de toda la cera labrada para la referida procesión, imágenes y enseres relativos a ellas, también es su voluntad que haya un hermano con el título de celador que lo será uno de los hermanos de la cofradía a quien se le dará anualmente setenta y cinco reales y tendrá el cuidado de aplicar cinco misas en memoria de las cinco llagas y por mi intención... ”, por lo que la procesión del Entierro de Cristo se estaría celebrando desde mucho antes. Un extremo que además se corrobora cuando comprobamos que el día 9 de noviembre de 1752 se habría creado un efímero patronato para la procesión y cultos del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo, siendo su primer responsable José María Bermúdez de Arcos, sobrino del alcalde mayor Miguel de Arcos Moriano.

La devoción de la familia Chirinos era antigua. Juan Antonio Patrón señala que en 1745 era costeado el cortejo procesional por el teniente de alcaide del Castillo de Tarifa, Nicolás Chirinos, quien de hecho reconocía en un codicilo, fechado en ese año, estar debiendo aún al escultor malacitano Fernando Ortiz "maestro estatuario de la ciudad de Málaga", cierta cantidad seguramente por la realización de la obra conocida hoy como Santo Cristo de las Ánimas. Una imagen con los brazos articulados, de forma que desprendidos de la cruz podían ser colocados en los laterales de la imagen, configurando la figura de Cristo yacente.

San Mateo (Siglo XVII).
San Mateo (Siglo XVII).

Es decir, como en otras ocasiones nos encontramos que ante la ausencia de una cofradía que realizara los cultos a determinadas advocaciones, se crea un patronato, una obra pía que garantiza la continuidad de las devociones y ritos.

La cofradía del Rosario de San Mateo era también de gran antigüedad. Su culto debía radicar en una capilla colateral del altar mayor levantada a expensas del “...beneficiado de Santa María Cristóbal Ruiz Canas en la cual está sepultado y la lápida que cubría su sepultura estaba a la entrada de la capilla, más después la trasladaron dentro de la baranda del comulgatorio donde están sus restos...”. En la capilla se veneraba una bellísima imagen de la Virgen que aún se conserva en la capilla de Bolonia. Contaba con un altar retablo que fue construido por Andrés de Castillejos.En los alcances de cuentas de la visita de 1677 arrojó un saldo positivo de 602 reales, en la visita de 1689 consta que los ingresos fueron de 4.190 reales y 15 maravedíes, aunque presentaba un saldo negativo de 2.365 reales y 15 maravedíes.

En el año 1693, Fray Pablo de Cádiz creó un Rosario en San Mateo, que tal y como otros ya han señalado, es de suma razonable que se unificase con la vieja hermandad del mismo nombre.

En la visita de 1717 poseía tres censos que rentaban 73 reales y 29 maravedíes, además de las cuotas de hermanos y limosnas. Aunque el dato se refiere sólo a la cofradía del Rosario de San Mateo, sabemos que existían otras dos con dicho nombre y con una misma antigüedad ya que constan en un informe redactado en 1784 por el vicario de las iglesias de Tarifa, Luis Bermúdez de Mendoza, en el que se exponía que: “De las iglesias de Tarifa salían siempre después del toque de oración tres rosarios, que realizaban una estación de media hora, pues los primeros rezos los hacían en la propia Iglesia, llevando seis faroles de una luz y saliendo respectivamente de las Iglesia Mayor, de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad (Santa María) y el último de la capilla de San Bartolomé con advocación de Nuestra Señora de los Dolores, haciéndolo de manera regular un número de entre veinte y cuarenta personas. En los días de Pascua y festividad de Nuestra Señora solían llevar de 16 a 18 faroles, algunos de gran tamaño con tres o cuatro luces cada uno, con música de bajón o violín”.

El Santo Cristo de la Salud ante la fachada de San Mateo (2014).
El Santo Cristo de la Salud ante la fachada de San Mateo (2014).

Igualmente, los tres rosarios contaban con capellán-sacerdote y estaban organizados en cofradía de hombres y mujeres con el fin de enterrarse, con oficio de medias honras, pagando hombre y mujeres un real, teniendo como límite el entierro la cantidad de doce pesos. Además del entierro, de la caja y el paño para cubrirla, se oficiaban veinticinco misas, pasando el rosario por su casa tres noches en las que le cantaban tres responsos.

Aunque no consta como cofradía, en San Mateo radicaba una imagen conocida como el Santo Cristo de la Sacristía, por encontrarse a la entrada de la sacristía mayor del templo, hoy capilla del Nazareno, una talla barroca conocida hoy como Santo Cristo de la Salud. Según el manuscrito que describe en 1819 las iglesias de la localidad: "contiene este altar un letrero que dice, hizo esta capilla y Enterramiento en la Peana el Beneficiado de Santiago y Vicario de estas Iglesias Dn Luis de Morales Rivera y Mesa fundo Mayorazgo y Capellania parala misa primera del Alba en esta Parrochial de Sr. Sn Matheo" y que "al pied de dicha imagen esta una urna y en ella contiene tres relicarios". Datos que corrobora la Memoria Histórica del templo de 1886: el altar del Santo Cristo de la Salud, fue realizado a expensas del beneficiado de la iglesia de Santiago, el clérigo local Luis de Morales y Rivera, que fundó capellanía para que en el mismo fuese oficiada todos los días misa del alba. A estos datos nosotros añadimos otros como que al pie de la imagen del santo Cristo había una urna que contenía tres relicarios. En uno había un hueso con un letrero que decía San Clemente, otro de las mismas características con el nombre de Santa Liberata y otro con las cenizas de San Hiscio, copatrono de Tarifa, que fue traído a Tarifa desde Granada por el vicario de las iglesias de Tarifa Francisco de Piña y Mendoza en el año 1620, quien dotó en su testamento fiesta con asistencia del Ayuntamiento en su calidad de copatrono.

"Crist de la Salut". Fotografía de Adolfo Mas i Ginestà (Años 20 siglo XX).
"Crist de la Salut". Fotografía de Adolfo Mas i Ginestà (Años 20 siglo XX).

En el Hospital de la Santa Misericordia, en su capilla de San Bartolomé, radicaba la Hermandad de la Santa Caridad. Los datos más antiguos nos llevan a finales del siglo XIII y comienzos del XIV, cuando por documentos municipales se supone se levantó el hospital de la Santa Caridad y se creó la hermandad del mismo nombre. Aunque hoy por hoy los más fiables son los referidos al año 1545, cuando se nos describen en el Libro 1º de Escrituras de la Santa Caridad ciertos censos y propiedades de la cofradía del mismo nombre o que continúan con otro fechado el 25 de noviembre de 1551. La Hermandad de la Caridad tenía entre otras obligaciones la administración del Hospital de la Santa Misericordia o Caridad, así como de su capilla que estaba y está bajo la advocación de San Bartolomé Apóstol.

Cristo de la Santa Caridad (Siglo XVIII).
Cristo de la Santa Caridad (Siglo XVIII).

Tras diversos avatares y desparecer, la hermandad fue de nuevo reconstituida el 5 de septiembre de 1761 con autorización del obispo Fray Tomás del Valle, que aprobó una de las reglas más completas y detalladas de las cofradías tarifeñas. Por lo demás seguía teniendo un marcado carácter asistencial de ayuda a los más pobres y desfavorecidos, celebrando entre sus cultos los del titular de la capilla del Hospital San Bartolomé, aunque no podemos desechar la idea que también rindiese culto a la figura de un crucificado durante la Cuaresma y ante quien, al parecer, juraban su entrada los aspirantes a hermanos de la cofradía. Sobre el Hospital y hermandad existe una monografía para cuya consulta ofrecemos el siguiente enlace: https://tarifalaguerrera.blogspot.com/search?q=caridad

En el Informe de 1834 no se menciona su existencia, aunque sabemos que siguió existiendo, algunos años más hasta el paso del edificio a la administración municipal y el proceso desamortizador de los gobiernos liberales.

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