Viernes Santo en San Roque: el cielo regala la Magna que sueñan los sanroqueños
Catorce pasos y el escuadrón romano desfilan por las calles del casco en una procesión única en Andalucía que este año se celebra en una tarde primaveral
Las mejores fotos de la Magna del Santo Entierro este Viernes Santo en San Roque

San Roque/"Qué día más bonito nos ha regalado el Señor para disfrutar con él". Esta frase de Antonio Morilla junto al Cristo de Medinaceli, el cautivo de Los Olivillos, describe en una pocas palabras el espléndido Viernes Santo que el cielo deparó a San Roque para vivir con la misma intensidad de siempre la Magna del Santo Entierro. Es una procesión única en Andalucía que concentra toda la religiosidad sanroqueña, labrada durante cientos de años en torno a un patrimonio religioso impresionante, y que atrae a un gran número de visitantes.
Una hora antes de lo que es habitual, a las 16:00 en vez de a las 17:00, la Plaza de la Iglesia de Santa María La Coronada, punto de origen y destino de la Magna, presentaba ya un aspecto extraordinario, repleta de fieles deseosos de contemplar a los 14 pasos que fueron pasando con una cadencia de 15 minutos. De allí a San Felipe, a la Plaza de Andalucía, después por Terrero Monesterio, General Lacy, Colón, San José, San Nicolás, Rubín de Celis y regreso a la Plaza de la Iglesia para entrar por el mismo orden en el templo mayor sanroqueño.
Hizo hasta calor para borrar el amargo recuerdo de la Magna del año pasado, cuando la procesión, sin cortejos ni romanos y con un recorrido acortado, quedó deslucida por el mal tiempo.
En la procesión Magna se portan imágenes de gran antigüedad, que ya se veneraban en Gibraltar antes de la ocupación del Peñón y de la huida de sus habitantes a lo que ahora es San Roque. Por ejemplo, el Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia (la Caña), una talla policromada del siglo XVII que fue el Cristo de la Columna en Gibraltar y traída desde la Roca en 1715 junto con otras tallas. También el Nazareno, de autor desconocido de origen genovés, que se quedó en San Roque en 1722. Por supuesto, el Cristo de la Vera-Cruz, de la hermandad más antigua de San Roque, también de origen gibraltareño, que data de 1610, y que a lo largo de los siglos ha salido en procesión para aplacar el cólera o para rogar lluvias, por lo que también se le conoce como Cristo de las Aguas. Y el Santo Entierro, titular de la Magna, que data de mediados del siglo XV, de autor desconocido y de un gran valor artístico como la Virgen de la Soledad, bella talla que el sacerdote Romero de Figueroa trajo a la Ermita de San Roque con riesgo para su vida.
Procesionaron, por este orden, la Venerable Cofradía de Nuestro Padre en la Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Mayor Dolor; la Venerable Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced; la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Esperanza; la Venerable Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores; la Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargura; la Antiquísima y Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en el Calvario; la Venerable Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, así como la Venerable Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.
Declarada como de Interés Turístico Nacional de Andalucía, la Procesión Magna es una de las más destacables muestras de fervor de la provincia de Cádiz. Tanto es así que se marca en el calendario como día de encuentro para muchos sanroqueños que viven fuera de la ciudad. También es un foco de atracción de turistas españoles y extranjeros, que disfrutan de un gran espectáculo y de la intensidad y solemnidad con las que se vive este día en San Roque.
Como se viene haciendo desde 2013, el Ayuntamiento de San Roque, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, acondicionó la planta superior del Palacio de los Gobernadores para que unas 45 personas mayores pudiesen presenciar la procesión con toda comodidad desde sus balcones. Además, hubo 150 asientos en la Plaza de Andalucía a disposición de cualquier persona con movilidad reducida que lo solicitara allí mismo, incluyendo a mujeres embarazadas y mayores.
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