Coronavirus: La siniestra caravana de camiones militares cargados de féretros en Bérgamo
Italia
El coronavirus no da tregua en Italia, donde han superado los 3.000 muertos
Las noticias e imágenes de Lombardía muestran una situación apocalíptica.
Una larga columna de camiones militares atravesó el miércoles por la noche el centro de Bérgamo, en el norte de Italia, transportando decenas de féretros de víctimas del coronavirus para su incineración en otros lugares, porque el cementerio de la ciudad ya no tiene capacidad.
La imagen de la impresionante caravana, es una muestra de cómo la epidemia está golpeando a la provincia de Bérgamo, la más afectada dentro de Lombardía, con cerca de 55 muertes diarias por la enfermedad.
Los ataúdes, colocados en una treintena de camiones del Ejército pasaron por la ciudad en su recorrido desde el cementerio local hacia la autopista, con destino a una docena de municipios en Italia. El camposanto ya no puede gestionar la emergencia y la espera para las cremaciones supera ya la semana.
Según el diario local L'Eco di Bergamo, los vehículos militares sacaron cerca de sesenta féretros para incinerar los restos en instalaciones de varios municipios que se han ofrecido a ello. Una vez realizadas las incineraciones, las cenizas serán trasladadas de nuevo a Bérgamo, al lugar de origen de los difuntos. El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, agradeció a las localidades que están colaborando en esta triste gestión de la emergencia. "En un momento trágico, vuestra colaboración y cercanía son encomiables", escribió el alcalde.
Lombardía, el infierno en la Italia del coronavirus
El coronavirus no da tregua en Italia, con 3.000 muertos por la epidemia pero, más allá de las cifras, las noticias e imágenes de Lombardía muestran una situación apocalíptica.
"Vienen ambulancias continuamente y cuando llegan a recoger a alguien, dicen a la familia que se despidan porque quizás no vuelvan a verlos. Mueren completamente solos", cuenta a Efe Sonia, una española que vive cerca de Bérgamo. "La semana pasada murió mi vecina, una señora mayor pero que estaba bien. Yo estoy en cuarentena porque estuve hablando con ella unos días antes. También un matrimonio, el tío y la tía de una amiga murieron con un día de diferencia. La suegra de otra amiga está en el hospital, como mucha gente mayor, jubilados", dice y va desgranando caso tras caso.
Afirma que "es todo como una película... vienen a recogerlos cuando ya están gravísimos, porque antes de eso te dicen que hay que quedarse en casa. Y se los llevan y no dicen a qué hospital porque ni ellos lo saben. Mueren completamente solos".
Lombardía, con capital en Milán, concentra casi la mitad de los casos actualmente activos de toda Italia. Pero sobre todo registra dos tercios de todos los fallecimientos (1.959 de los 2.978 totales) y, de los 475 muertos que ha habido en las últimas 24 horas en todo el país, 319 correspondieron a Lombardía.
Bérgamo es la provincia más golpeada de la región. Hace unos días, L'Eco di Bergamo publicaba diez páginas con esquelas, otra imagen del drama.
La prensa de Lombardía da cuenta del fallecimiento del médico de Codogno Marcello Natali, a los 57 años, contagiado del coronavirus mientras atendía a sus pacientes. Este pueblo de la provincia de Lodi fue el primer foco de la pandemia en Italia a mediados de febrero, y en torno a él se creó la primera zona roja del país, que confinó a 55.000 personas en once localidades.
Natali era el secretario provincial de médicos de familia, no tenía patologías previas y trabajó hasta el último momento en su ambulatorio, según cuentan sus colegas. El 11 de marzo comenzó a tener fiebre, tos y dificultades respiratorias. Desde el 23 de febrero trabajaba frenético en su ambulatorio, visitaba a decenas de personas al día, incluso a domicilio, cuenta su colega la doctora Martina Scarabelli. "Y cuando otros colegas se pusieron en cuarentena o enfermaron, abrió las puertas también a sus pacientes, para no dejarles sin médico en esos días difíciles", agrega.
Hace pocos días el doctor lanzó un llamamiento advirtiendo del peligro, por los plazos demasiado largos para hacer las pruebas a los pacientes que están aislados en sus casas.
Lombardía está siguiendo la política de no hacer pruebas de detección a los enfermos leves que están en sus casas, todo lo contrario que la región de Véneto, que también fue uno de los focos iniciales pero donde la epidemia está mucho más contenida.
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