La editorial Anagrama defiende el libro de Bretón: "La Constitución reconoce la creación literaria"

Sevilla/Uno de los crímenes más atroces que se recuerdan de las últimas décadas ocurrió en Córdoba: Dos niños de 2 y 6 años eran asesinados por su padre, José Bretón.

El movil del crimen no fue otro que violencia machista, porque su mujer, Ruth, le comunicó su intención de divorciarse.

En el año 2011, y posteriormente, la ley de violencia de género aún no recogía a los menores hijos de violencia machista como víctimas, un detalle que además llevó a dictar sobre Bretón una setencia de 40 años, de los que va a cumplir 25 de prisión; en lugar de la prisión permanente revisable, que contempla que a partir de los 25 años se pueda valorar su reinserción.

Desde entonces, esta violencia tiene apellidos: Violencia vicaria, la que se ejerce contra los hijos para infudir el mayor dolor posible a la madre.

Bretón, y su reinserción es al menos cuestionable, tras sus 25 años de condena; toda vez que ha reconocido que mató a los niños por odio y vengaza contra la que fuera su mujer, Ruth.

Se destaca, además, que no hubo daño mental, ni patología, según el informe del Hospital Reina Sofía de Córdoba.

El libro, basado en sus testimonios, y escrito por Luisgé Martín, trata de relatar lo acontecido desde la vivencia del propio asesino, y su publicación está a expensas de revisión por parte del equipo jurídico, según ha confirmado Anagrama, que no dan marcha atrás porque están "en su derecho de publicar".

El Pacto de Estado protege a las víctimas

Cabe recordar que la reciente revisión del Pacto de Estado contra la Violencia de Género expresa contundemente la protección que se debe ejercer sobre las víctimas, en relación a su posible revictimización, que serían vulnerados de pleno, porque se pone el foco en los niños y en la madre, años después con una especie de romantización de lo sucedido, dado que la voz que habla en El Odio, en primera persona es del asesino.

Se advierten diferencias con otros contenidos como el documental del asesinato de Marta del Castillo, una pieza donde habla su familia, con su consentimiento.

"Intenta dilucidar una violencia extrema"

Con todo, la editorial Anagrama, ante el revuelo mediático recibido, mantiene su intención de publicar la obra, con el argumento de que la Constitución reconoce la expresión literaria; toda vez que en estos crímenes atroces debe ponderar la libertad de expresión con la protección de la intimidad de las víctimas.

Unas de las frases del mismo justifican la publicación con el movil que lleva a hacerlo que es mostrar el horror y la cruedad, si bien cabe sopesar que ello puede motivar a quien lo lea a justificar un crimen similar, del mismo modo que la madre de los menores asesinados vuelve a estar en el foco mediático y ha rogado paralizar la publicación que saca a luz la pesadilla de la que no se despierta desde Bretón le arrebató a sus hijos.

Se destaca la cantidad de reacciones en redes sociales que ha recibido el comunicado publicado por Anagrama en torno a las 12:00 de la mañana del viernes 21 de marzo.

El comunicado de Anagrama completo:

"Somos plenamente conscientes de la monstruosidad de los crímenes cometidos por José Bretón y comprendemos la sensibilidad que puede suscitar la exploración de la condición del asesino que aborda el escritor Luisgé Martín en El odio.

La literatura trata desde siempre realidades complejas y dolorosas, también crímenes que han marcado a sociedades enteras. Desde Emmanuel Carrère o Truman Capote, y tantos otros, los escritores pueden trabajar con materiales difíciles y controvertidos. La obra de Luisgé Martín intenta dilucidar una violencia extrema, las condiciones en las que se produce y las implicaciones filosóficas y éticas de la crueldad como una pulsión en lo humano, explorando cómo la sociedad y la psicología individual convergen en actos que desafían la moral.

Reafirmamos nuestro compromiso con la responsabilidad editorial y la libertad de expresión, sabiendo que ambas deben convivir. En este sentido, entendemos que la literatura puede y debe abordar estos temas sin dejar de lado la complejidad que representan, como hace Luisgé en El odio.

La Constitución reconoce el derecho fundamental a la creación literaria. Por ello, Anagrama considera que tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra, pero esperaremos a lo que las resoluciones judiciales indiquen".