Nueve de cada diez andaluces se sienten más seguros en lugares con vigilantes de seguridad
Estudio
Un 87% de los andaluces cree que los profesionales en contacto directo con ciudadanos deberían tener acceso preferente a medidas de protección contra el coronavirus, como la vacuna
El 81% de los ciudadanos vería adecuada mayor presencia de vigilantes en playas y otros espacios públicos abiertos
¿Qué opinión tienen los andaluces de los vigilantes de seguridad? ¿Creen que son necesarios? ¿Dónde debería potenciarse su presencia? ¿Cuál es su papel en la pandemia? Son algunas de las cuestiones a las que busca responder el Estudio sobre la percepción de la seguridad privada en Andalucía, elaborado por Canal Sondeo para Aproser, Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad.
Esta encuesta analiza aspectos esenciales de la seguridad privada en España, como la percepción y valoración del cometido de los vigilantes, lugares en los que debería consolidar o incrementar su presencia, la protección jurídica o el reconocimiento social de los profesionales, entre otros asuntos.
¿Nos sentimos más seguros?
Una de las principales conclusiones de este estudio es que el 91% de los andaluces afirman sentirse más seguros en los lugares en los que hay vigilantes de seguridad privada. En concreto, un 25% manifiesta sentirse mucho más seguro, mientras que otro 66% se declara bastante más seguro que en otros lugares sin profesionales de la seguridad privada.
Con estas cifras (agregado, 91%), Andalucía es una de las comunidades autónomas en las que la presencia de seguridad privada ofrece una mayor sensación de seguridad para sus ciudadanos, junto con Canarias (96%) y Castilla La Mancha (91%).
En el conjunto nacional, la sensación de seguridad que genera la presencia de vigilantes de seguridad ha aumentado hasta el 86%, lo que supone un incremento desde el 79% que hace cinco años afirmaba sentirse muy seguro o bastante seguro en presencia de estos profesionales.
Con respecto a la percepción que tiene el ciudadano sobre el vigilante de seguridad privada, en Andalucía el estudio muestra que el 86% (frente al 75% nacional) tiene de ellos una opinión buena o muy buena, mientras que solo el 2% manifiesta una opinión negativa. Además, aunque para la gran mayoría de los encuestados, el 77%, su percepción no ha cambiado, el 18% reconoce que ha mejorado.
Para los andaluces, los vigilantes de seguridad contribuyen principalmente a aumentar la seguridad ciudadana en general (90%), son una ayuda para la sociedad (88%), son necesarios (88%) y les reconocen como personas a las que se puede acudir en busca de ayuda (88%).
Por los espacios en los que desarrollan sus funciones, los vigilantes de hospitales y centros de salud son los que obtienen mejor valoración, junto a los de los aeropuertos.
Vigilantes de seguridad en la pandemia
Preguntados al respecto de la pandemia, solo la mitad de los encuestados cree que Gobierno y Administraciones están valorando como se merece el papel desempeñado por los vigilantes de seguridad. En este sentido, el 86% considera que los profesionales de seguridad privada en contacto directo con ciudadanos deberían tener acceso preferente a equipos y medidas de protección, como la vacuna contra el coronavirus.
Además, la práctica totalidad de los encuestados (96%) está de acuerdo en que los vigilantes de seguridad tengan competencias en medidas como control de aforos y de distanciamiento social, así como en la medición de la temperatura corporal. La mitad de los encuestados en Andalucía incluso se muestran a favor de que asuman algunas de las funciones que realizan habitualmente Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.
Los ciudadanos aprueban que haya más vigilantes de seguridad
Los resultados de la encuesta arrojan una aprobación generalizada entre los ciudadanos andaluces a una mayor presencia de vigilantes de seguridad, especialmente para disuadir a posibles delincuentes o intervenir en caso de agresión inmovilizando al agresor y reteniendo a los delincuentes hasta la llegada de la policía.
Esta mayor presencia es considerada especialmente adecuada en lugares de gran concurrencia de personas, como centros comerciales, estaciones de tren o autobús (92%) y en espacios públicos abiertos, como paseos, parques y playas (81%) las 24 horas del día. También en calles y zonas comerciales de las ciudades (81%), priorizando en este caso el horario comercial. Estos resultados están alineados con las tendencias a nivel nacional.
El estudio muestra que la gran mayoría de los encuestados en Andalucía, en concreto un 83% (por encima del 75% nacional), piensa que no hay suficientes vigilantes por habitante y que es necesario asemejar el dato a la media europea. España cuenta con una media de un vigilante por cada 600 habitantes, mientras que en Europa es uno por cada 250 habitantes.
Una profesión poco reconocida y con margen para mayor protección jurídica
Según el estudio, el 77% considera que la profesión de vigilante de seguridad es dura y el 80% indica que está poco valorada. Del mismo modo, un 74% (muy por encima del 63% nacional) piensa que los vigilantes de seguridad complementan adecuadamente las labores de la Policía y la Guardia Civil.
En cuanto a la protección jurídica, siete de cada diez andaluces aseguran que la ley no protege lo suficiente a los vigilantes de seguridad en el desempeño de sus funciones y un 64% percibe que la ley ampara más a los presuntos delincuentes.
La aportación del sector de la seguridad privada a la economía
La seguridad privada proporciona trabajo a más de 100.000 profesionales en España, un 90% de ellos con contrato indefinido. Pero un 85% de los ciudadanos que participaron en este estudio desconoce la aportación del sector a la economía nacional.
Con respecto al reconocimiento social del vigilante de seguridad, continúa siendo una cuestión pendiente, ya que el 76% de los encuestados considera que esta profesión no tiene el reconocimiento social adecuado.
La contribución de los vigilantes de seguridad durante la pandemia
Desde Aproser recuerdan el encomiable trabajo de los profesionales de la seguridad privada desde la declaración del estado de alarma, contribuyendo, al igual que otros servicios esenciales, a preservar la seguridad de los ciudadanos. "Se generó", apunta la organización, "un incremento de servicios en ciertos ámbitos (abastecimiento de alimentos o centros hospitalarios, entre otros) que, sin embargo, no podrá compensar a corto plazo un importante descenso en la demanda de los servicios tradicionales de seguridad privada".
Y destacan que, en el contexto actual, en el que se siguen manteniendo medidas contra la propagación del virus, estos profesionales "pueden seguir aportando valor añadido a la sociedad".
¿Dónde podrían desempeñar estas funciones? Por ejemplo, en playas y otros espacios públicos abiertos, para controlar la limitación de accesos o el distanciamiento, e incluso pueden desempeñar nuevos servicios en sectores especialmente afectados por la crisis sanitaria y que precisen un reforzamiento y mayor visibilidad de sus sistemas de protección, como el turístico, centros culturales y deportivos y hostelería.
Pero para poder prestar estos servicios, precisa Aproser, "el sector debería contar con el necesario apoyo legislativo y financiero de las autoridades públicas".
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