El agua de playas y piscinas puede provocar conjuntivitis si no se toman precauciones

Enrojecimiento, lagrimeo o legañas matutinas son algunos de los síntomas de la infección

Los ojos representan una parte fundamental del organismo que requiere, al igual que la piel, unos cuidados especiales en verano. Según Javier Rodríguez, delegado en Sevilla del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, "el sol, el agua del mar o el cloro de la piscina pueden provocar fácilmente infecciones y daños en el ojo, que son evitables tomando las medidas adecuadas". Enrojecimiento, fotofobia, lagrimeo, legañas matutinas o ganglios aumentados de tamaño son algunos de los molestos síntomas de la conjuntivitis, afección que puede ser ocasionada por bacterias, hongos o virus, o también por una reacción alérgica, traumática, o por la elevada presión ocular. "Una higiene cuidada, algunas precauciones básicas y, cómo no, el uso de gafas de sol homologadas pueden ser suficientes para tener una buena salud ocular en estos meses",explica el delegado.

Los ópticos andaluces hacen especial hincapié en los usuarios que habitualmente utilizan lentes de contacto, ya que el exceso de calor puede dañar lentillas. Además, en las playas es fácil que se introduzca arena en el propio ojo o dentro del estuche en el que se encuentran almacenadas, convirtiéndose en fuente de infecciones, una vez adaptada.

Javier Rodríguez señala que "además de la conjuntivitis, el descuido de la salud visual en los meses de verano puede provocar también otro tipo de infecciones, sequedad, irritaciones, fotoqueratitis, cataratas o incluso degeneración macular".

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