José González de la Vega, primer hijo adoptivo de La Línea
La Diputación Provincial en 1870
El algecireño, como presidente de la Diputación Provincial, fue una pieza clave en la consecución de las pretensiones de segregación de la ciudad linense.
El deseo de los vecinos para hacer de La Línea de Gibraltar un municipio independiente de la ciudad de San Roque no hubiera tenido una rápida resolución favorable sin las gestiones, de la figura del político provincial, José González de la Vega. La creación de la nueva villa no solo suponía satisfacer los deseos de los vecinos que solicitaban la segregación, sino que servía también para crear un nuevo censo, separado de San Roque, con votantes donde la mayoría abrazaba la monarquía liberal como forma de gobierno para España, después de la revolución de 1868, que había acabado con el corrupto reinado de Isabel II. Desde el primer momento, el gobierno de la Diputación Provincial se posicionó del lado de los linenses y, por ello, su presidente sería nombrado el primer “hijo adoptivo de La Línea”.
Datos personales
José González de la Vega nació en la ciudad de Algeciras en 1819, hijo de Francisco González Rodríguez, natural de Los Barrios, y de Juana de la Vega Pecino, natural de Algeciras. La familia González de la Vega contaba con una situación social y económica acomodada. José, siendo diputado, hacía buena gala de aquella buena condición económica, cuando acudía a Madrid. Su hermano, Juan, también ejercía la política, siendo presidente del Partido Progresista (monárquico liberal) en la Isla de León de San Fernando, en la década de los 60 del siglo XIX. La posición social que tenía la familia en la comarca como grandes propietarios se debió en gran parte a la herencia familiar tanto por vía paterna como por la materna. Gracias a la documentación de diferentes registros de la propiedad, consta que tenía una casa en la que residió durante un tiempo en San Fernando.
Debido a su actividad en la política provincial, también llegó a tener una vivienda en Cádiz, aunque su residencia oficial, en la que siempre estuvo vinculado, fue la de la villa de Los Barrios. Existe la leyenda, ya que es un dato no contrastado, que allí se reunieron varios revolucionarios en los años sesenta, entre ellos el general Prim, para conspirar contra la reina Isabel II, antes de la revolución que finalmente la destronaría en 1868. También fue lugar de reunión con el alcalde pedáneo de La Línea de Gibraltar, Lutgardo López Muñoz, para buscar el apoyo en la creación del nuevo municipio. José falleció en su casa barreña en 1883.
Intelectual y gran orador
Considerado en su tiempo como un hombre muy instruido y gran orador, pertenecía al partido monárquico liberal, de tendencia progresista. Su vida política fue muy activa tanto en el ámbito municipal como en el provincial y nacional.
Su faceta de alcalde se concentra entre 1837 y 1841. Con dieciocho años, tomó posesión como regidor constitucional de los Barrios. En este periodo destacaría la creación de la Junta Municipal de Beneficencia, que tanto ayudaría a los barreños más desfavorecidos.
Acerca de su periplo en el Congreso, en las elecciones del 27 de febrero de 1843 fue elegido diputado suplente electo por el distrito provincial de Cádiz, accediendo así al Congreso de los Diputados, repitiendo en diferentes convocatorias electorales (1854, 1857, 1858, 1871, 1879 y 1881). De las actas de las sesiones celebradas en el Palacio del Congreso de los Diputados, destacan los discursos del periodo de 1854 a 1856 en asuntos financieros. Debido al crecimiento de población del Campo de Gibraltar, se crearía el distrito de Algeciras, que abarcaba las poblaciones de la comarca. Y en el año 1881 José fue elegido también por esta demarcación, pero tal cargo no lo pudo desempeñar finalmente, al considerarse incompatible ser a la vez diputado provincial en Cádiz y por Algeciras.
Como senador del reino, aparte de su actividad como diputado nacional, fue designado senador por la provincia de Cádiz, en el periodo que abarca desde 1871 a 1872, con la monarquía del rey Amadeo I, pero no llegaría a tomar posesión del cargo al no presentar la documentación necesaria en Madrid.
Sobre su condición de revolucionario, en 1844 tuvo que refugiarse en Gibraltar junto a Agustín Nogueras, los coroneles Salvador Valdés y Carlos Carballo (jefe de la Milicia Nacional de Algeciras) y Jacinto Guerrero (jefe de correos de San Roque), por ser partidarios del exregente, el general, Baldomero Espartero. Fue comandante de milicia nacional en 1854 y nombrado secretario de las Cortes Constituyentes.
Disuelta aquella Cámara, volvió a Cádiz, donde organizó el Partido del que era jefe en la provincia, figurando al frente de su comité. También en 1868 fue estrecho colaborador de los revolucionarios para destronar a la reina Isabel II e instaurar por primera vez la democracia en el país, siendo elegida la monarquía como forma de gobierno, pero con un rey que debería ser elegido por el Congreso de los Diputados.
Como Diputado provincial en Cádiz, fue muy apreciado dentro de su partido, sobre todo a nivel provincial. Prueba de ello fue su nombramiento de presidente de honor de varios comités locales del partido progresista, teniéndose en cuenta que su opinión influía mucho en las decisiones de su partido político. Hay que tener en cuenta que durante el periodo de Isabel II (1843-1868), el poder provincial recaía en el gobernador civil. González de la Vega, que ejercía de vicepresidente de la Diputación Provincial, alcanzaría la presidencia de la misma en septiembre de 1870.
Su legado en la diputación
En su etapa luchó por una línea férrea que uniera las dos bahías de la provincia, ampliar las líneas marítimas con Cuba y Puerto Rico desde Cádiz, la llegada del tren entre la capital provincial y la de España y la declaración del título de Villa para Los Barrios. Asimismo, consiguió que el presidente del consejo de Ministros, el general, Juan Prim, firmara la segregación de La Línea de Gibraltar del municipio de San Roque, para constituir uno independiente.
En reconocimiento a su labor y ayuda al nuevo municipio gaditano, el gobierno, a través del regente, el general, Serrano Domínguez, le concedió la Gran Cruz. Preocupado por las malas comunicaciones entre su comarca natal y Jerez de la Frontera, se construiría la carretera de Jerez-Los Barrios, conocida como la CC-440. Construiría el puente que separa los términos municipales de Algeciras con Los Barrios. Finalmente, en el año 1870, la primera corporación del Ayuntamiento de La Línea, acordó por unanimidad en sesión plenaria, nombrarle hijo adoptivo, siendo el primero en ocupar tal distinción en La Línea de la Concepción, junto a la decisión de tener su retrato colgado en la sala de las sesiones plenarias del consistorio, como muestra de respeto y agradecimiento a quien tanto ayudó a la población hace 150 años.
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