El Santísimo Cristo de la Almoraima, devoción y tradición en la comarca
Feria de Castellar
Chisparreros y visitantes lo acompañan el domingo 4 de mayo por las calles de Castellar

Castellar de la Frontera/La Romería del Santísimo Cristo de la Almoraima es uno de los eventos más importantes y venerados en el Campo de Gibraltar, atrayendo a miles de devotos cada año. Esta celebración religiosa, que tiene lugar el primer domingo de mayo, es una muestra palpable de la profunda devoción de los chisparreros hacia su patrón, el Cristo de la Almoraima, una imagen que se considera de gran importancia no solo en Castellar de la Frontera, sino en toda la comarca.
El Cristo de la Almoraima es una talla de madera que data del siglo XVII, traída al pueblo desde Madrid bajo petición de Beatriz Ramírez de Mendoza, Condesa de Castellar y patrona de la Orden Mercedaria. Su imagen, de gran tamaño y belleza, muestra al Cristo crucificado con una expresión serena y al mismo tiempo cargada de espiritualidad. Su realismo y la calidad de la talla la convierten en una de las más apreciadas de la zona, destacando por su expresión de dolor y piedad que refleja la profunda conexión entre el pueblo y su protector. La devoción hacia el Cristo de la Almoraima ha trascendido generaciones, consolidándose como uno de los pilares de la identidad religiosa y cultural de Castellar.
La Romería del Cristo de la Almoraima no solo es un acto religioso, sino también una oportunidad para celebrar las tradiciones y la cultura local. Es un evento que une a generaciones de chisparreros y a todos aquellos que sienten un profundo respeto y devoción por el Cristo de la Almoraima, un símbolo de protección y fe para toda la comarca del Campo de Gibraltar.
Este evento tiene lugar por la mañana. A lo largo del recorrido, el Cristo es acompañado por cientos de romeros, que a pie, a caballo y en carrozas, hacen el trayecto con gran ilusión y devoción. Los participantes en la romería visten con trajes típicos, y la festividad se llena de música, bailes y cantos, creando una atmósfera única.
Este año, la festividad se espera con especial ilusión, especialmente por los hermanos de su cofradía, que por primera vez disfrutan de ella como Hermandad. Y, por supuesto, por sus fieles, pues la devoción por el Cristo de la Almoraima sigue viva y presente en el corazón de todos los que participan en esta celebración tan emblemática.
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