Cultura descarta daños al patrimonio durante la instalación de BiBo Tarifa

Tarifa/La delegación territorial de Cultura en Cádiz descarta que la instalación del chiringuito BiBo Tarifa junto a la playa de Valdevaqueros haya provocado daños arqueológicos. Más bien al contrario. Según Cultura, con la colocación del restaurante y la ordenación de los terrenos privados se evitan daños a las antiguas murallas que provocaban los autocaravanistas que hacían un uso “descontrolado” de este enclave.

La Junta de Andalucía explicó que ayer martes terminaron las inspecciones arqueológicas del antiguamente denominado como proyecto Eolo por parte de la arqueóloga Paloma Bueno. Junto con los promotores, la Junta precisó que también estuvieron presentes agentes de la Guardia Civil para recabar información para la Fiscalía a raíz de la denuncia de la plataforma Salvemos Valdevaqueros.

El colectivo ciudadano había denunciado la semana pasada la apertura de zanjas y exigido la paralización de las obras alegando que durante la excavación de las franjas por las que irán las conducciones de agua y electricidad habían aparecido restos cerámicos de un acueducto de la antigua ciudad de Mellaria. Algo que Cultura descartó prácticamente desde el primer momento.

Cultura precisó a Europa Sur que la arqueóloga ha documentado, en una de las zanjas abiertas fuera del perímetro del yacimiento arqueológico que hay en el subsuelo, la aparición de “dos pequeñas cimentaciones de piedra suelta de escasa consistencia”. De su estudio se desprende que son “cerámicas comunes” que no permiten fechar con exactitud dichas cimentaciones. “Consideramos que podrían ser tardoantiguas o algo más recientes”, determinó la experta.

La responsable, detalló la administración regional, indicó que las tuberías de agua y cableado se queden “bajo las cimentaciones y queden sin alterarse, ni tan siquiera quitando una piedra, por lo que la afección es nula”. La Junta agregó que en la zona donde se cree que puede haber restos arqueológicos no se han movido los terrenos. “Lo contrario. Se ha aportado una capa de grava donde se está colocando el chiringuito y las canalizaciones van aéreas bajo una tarima de madera”, resaltaron.

“En consecuencia, el proyecto Eolo, no ha afectado a ninguna estructura arqueológica y está sirviendo para eliminar la alteración que sufría el yacimiento por acampada ilegal de autocaravanas, que hacían fogatas con las piedras de los muros que afloran en superficie y que el intenso tráfico de vehículos se estaba encargando de descubrir cada vez más. Se ha prohibido el acceso rodado por lo que se está regenerando la vegetación autóctona”, puntualizaron.

El colectivo Salvemos Valdevaqueros mantiene una recogida de firmas para paralizar esta iniciativa. Ya cuenta con 165.000 rúbricas, 15.000 más en una semana, que serán entregadas en las diferentes administraciones que dieron el visto bueno a la actuación que la entidad considera fuera del ordenamiento y no ajustada a derecho. Entre ellos, citaron al Ayuntamiento de Tarifa, el departamento de Patrimonio de la delegación de Cultura y el parque natural del Estrecho.