La Virgen de la Luz vuelve a su Santuario después de 300 días en Tarifa por el coronavirus

La Patrona, que llegó a la ciudad el 12 de junio de 2020, regresa en un acto discreto para evitar aglomeraciones

La ermita abrirá sus puertas de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 para recibir a los fieles

La Virgen de la Luz.
La Virgen de la Luz. / P.P.

La Virgen de la Luz ha vuelto al Santuario que lleva su nombre después de 300 días en el altar mayor de la iglesia de San Mateo. La venerada imagen fue trasladada en la noche de este jueves en un acto discreto, para evitar aglomeraciones indeseadas por la pandemia del coronavirus, en el que se cumplió en todo momento con las medidas indicadas por las autoridades sanitarias.

La Luz ha permanecido en el templo mayor de Tarifa casi un año, precisamente por efecto del Covid-19. O, mejor dicho, por las restricciones que conlleva. Ahora, los tarifeños podrán seguir visitándola en la ermita de Caheruelas, que permanecerá abierta para el culto de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00.

La Patrona de Tarifa llegó a San Mateo el 12 de junio de 2020 cuando la junta de gobierno de la hermandad de la Luz decidió su traslado para suplir la ausencia de la cabalgata agrícola de ese año, suspendida por el coronavirus. La entidad habló de efectuar un traslado en rogativa de la Virgen “por el bien espiritual de todos los hermanos y de toda la feligresía tarifeña”. La edición de ese 2020 hubiera sido la número 106 desde que se instauró esta tradición, en 1914. El evento está declarado de interés turístico de Andalucía y cada año congrega a centenares de personas que acompañan el camino, tanto a pie como a caballo.

No se sabía entonces, cuando fue trasladada a San Mateo, que iba a pasar tanto tiempo en Tarifa, casi 10 meses, en los que la ciudad ha vivido de forma especial todas las fiestas religiosas junto a su Patrona. Es uno de los periodos de tiempo más largos en los que la Luz ha estado fuera del Santuario, que según la leyenda fue mandado construir por Alfonso XI para conmemorar la victoria en la batalla del Salado en la ciudad que la venera desde hace siglos.

En septiembre se celebraron los actos litúrgicos en honor a Nuestra Señora de la Luz Coronada con un programa de cultos adaptado a la situación sanitaria por el coronavirus, tendente a evitar las grandes aglomeraciones en torno a la venerada imagen. No se pudo celebrar el tradicional paso bajo el manto, como acto previo al camino de retorno. Hubo un oficio religioso con los integrantes de la junta de gobierno de la

hermandad. Además, se celebró una Novena con dos misas diarias para permitir la máxima afluencia posible de fieles y devotos en condiciones de seguridad.

Durante esta Semana Santa, la imagen de La Luz ha continuado en el altar mayor de San Mateo durante los actos litúrgicos que ha permitido la pandemia. Ahora ya está de vuelta en la ermita. Allí espera a los tarifeños.

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