La multiplicación del alga invasora acentúa los problemas para la almadraba y los pescadores de Tarifa
La pesca del atún rojo se enfrenta a diario a la entrada masiva de ejemplares en las redes
La flota del trasmallo y el cerco acusa pérdidas por rotura de las artes
Tarifa/Llevan prácticamente dos años dando la voz de alarma y la situación resulta ya insostenible. Salir a faenar cada jornada supone un calvario cada vez mayor para los pescadores de Tarifa. Una alfombra de algas pardas emerge cuando se izan las redes del trasmallo y el cerco tras una jornada agotadora. Pero peces, pocos.
La multiplicación del alga invasora Rugulopteryx okamurae trae de cabeza a la flota pesquera de la localidad y este año también comienza a tener incidencias serias en la almadraba que estos días apura su actividad frente a la playa de Los Lances. Cada verano, con el aumento de la temperatura de las aguas, esta especie de alga invasora de origen asiático se multiplica y cubre la arena de las playas del Campo de Gibraltar y Ceuta.
"Llevan años saliendo algas. Pero este año hay más cantidad", admiten los pescadores de la almadraba tarifeña. Una decena de barcazas de apoyo rodean la gran red encargada de las capturas del preciado atún rojo y a cada levantá acaba llena de algas. Los trabajadores apuntan que se han tomado muestras para determinar si se trata de la temida especie asiática, pero todos los indicios apuntan a la especie que trae también de cabeza a los expertos por su rápida colonización del Estrecho.
"No nos llega a impedir la faena, pero es una dificultad añadida. Un peso. Nosotros no hemos tenido problemas pero en la almadraba de Conil se han llegado a romper artes de pesca por el peso", resaltan los pescadores de este arte milenario.
La almadraba de Tarifa y las otras tres de la provincia ya han agotado su cuota de pesca para este año. Pero las instalaciones se encuentran a la espera del reparto de 160 toneladas sobrantes de la flota de Canarias. Serán unos días más de faena. Y también de lucha contra las algas.
Los pescadores del voraz, la principal especie de la zona, también arrastran con las algas en sus capturas. El colectivo reclama medidas de apoyo por la menor actividad y los daños a sus instrumentos de trabajo.
Investigación
La Fundación Cepsa y la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla firmaron en febrero un convenio de colaboración para estudiar este fenómeno y tratar de poner freno a la expansión de la especie, localizada por primera vez en Europa en el año 2000, en Francia. El biólogo linense y catedrático de la Universidad de Sevilla, José Carlos García Gómez, estará al frente del equipo de investigación que durante los próximos cuatro años estudiará las fortalezas y las debilidades de esta especie con el objetivo de dar con una clave para controlar su expansión.
El estudio científico afrontará, en primer lugar, la determinación exacta del origen de esta especie invasora. Fue vista por primera vez en la zona en 2015, coincidiendo con un pico de aumento de la temperatura de las aguas del Estrecho. Pudo llegar mezclada con aguas de lastre, “pero no nos cerramos a ninguna causa”, según el biólogo. En una segunda fase, el análisis de las fortalezas y debilidades permitirá conocer a fondo la especie con el fin de poder trabajar en una solución para frenar su expansión. “Me conformo con poder frenar el avance en enclaves como las zonas de coral donde hay especies en peligro de extinción”, apunta el científico.
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