La arquitectura de Tarifa (III)
OBSERVATORIO DE LA TROCHA
La iglesia de San Francisco de Asís se construyó entre 1794 y 1797 y se adscribe a los estilos arquitectónicos barroco y neoclásico
La Torre de Guadalmesí data de 1588 y su función consistía en vigilar el Estrecho para defenderse de los piratas berberiscos y turcos
En cuanto a la portada principal en la iglesia de San Mateo, quedó sin construirse en el siglo XVI y hubo que esperar hasta el siglo XVIII; se terminó entre 1774 y 1778 y responde a un diseño del arquitecto Torcuato Cayón. Consiste en una monumental portada de estilo barroco, embutida en el centro del muro, entre pilastras cajeadas de orden gigante, en cuya parte inferior se sitúa la puerta de entrada entre columnas clásicas de fustes estriados y capiteles corintios apoyadas sobre altos paramentos. Estas columnas sustituyen a las originales, muy deterioradas por la erosión, en los años sesenta del siglo XX.
La puerta, de arco escarzano, está decorada con molduras de las llamadas de “alas de mariposa”, en cuyo centro destaca un altorrelieve con el escudo papal. Sobre estas cuatro columnas discurre un gran entablamento con voladas cornisas, coronadas las de los extremos por sendos pináculos. Sobre la puerta se encuentra una hornacina que acoge la imagen de Cristo, apoyada sobre una repisa, con pilastrillas y una cornisa mixtilínea sobre su arco; está embutida dentro de un espacio rehundido rematada por un arco escarzano y flanqueado por dos pequeñas columnas de fuste liso y capiteles corintios. Por encima de este arco hay un óculo ciego y otro arco escarzano.
La fachada está construida con sillares y se corona todo el conjunto de la fachada por con una gran crestería de perfil ondulado, de estilo barroco, que se halla remata por seis pináculos y una cruz de piedra en su centro, sobre otro arco escarzano. En lo referente a la torre campanario, hay que comentar que consiste en un prisma de base cuadrada, muy robusta y lisa en su cuerpo principal y se acaba en un cuerpo de campanas con los vanos para las campanas y dos pares de pilastras en cada uno de sus lados. En la cara que da hacia la fachada principal cuenta con un reloj y sus aristas están reforzadas con cantoneras de sillares de piedra y cuatro pináculos en su tejado. Se encontraba sin enlucir, mostrando el sillarejo de su construcción, hasta 2003 en que se enluce de colores amarillento y ocre.
Antes de comentar la iglesia de San Francisco de Asís, es preciso mencionar la torre vigía o almenara de Guadalmesí. Se trata de una construcción de base circular, por lo tanto genera un cilindro; no obstante, su base presenta un perfil cercano al troncocónico. Data de 1588 y su función consistía en vigilar el Estrecho para defenderse de los piratas berberiscos y turcos. Construida en sillarejo, consta de tres partes: Una maciza y otras dos, superiores, con estancias para los torreros. Mide 15 metros de altura y conserva el matacán.
La iglesia de San Francisco de Asís se construyó entre 1794 y 1797, y se adscribe a los estilos arquitectónicos barroco y neoclásico. Es de planta rectangular y cuenta con tres naves separadas por pilares de sección cuadrangular sobre los que se apoyan arcos de medio punto. La nave central, más ancha y alta que las laterales, se cubre con bóveda de cañón con arcos fajones y termina en un ábside de planta semicircular donde se ubica el altar mayor. En este ábside, cubierto con una media cúpula de media naranja, se abren dos ventanas decoradas con molduras, cenefas con filigranas y cornisas en su parte superior, las cuales se prolongan a lo largo del testero. Una serie de balconadas con arcos de medio punto y barandillas de metal, que se elevan sobre las naves laterales, se abren a la nave principal.
Su coro data del siglo XIX y se halla en la capilla mayor, entorno a un baldaquino de planta circular y cúpula de media naranja, flanqueado por pares de columnas de fuste liso y capiteles corintios sobre los que descansan un entablamento con arquitrabe, friso y cornisas denticulares. Tras el baldaquino se encuentra una hornacina con la imagen de San Francisco de Asís, también decorada con elaboradas molduras
A lo largo de los muros laterales se abren algunas hornacinas con arcos de medio punto o del tipo carpanel y asimismo sus paramentos están adornados por baquetillas o finas cornisas. Hay que destacar su espléndido púlpito con barandilla de hierro que muestra una gran labor de rejería y con una cúpula de media naranja.
A la izquierda del presbiterio se encuentra la capilla del Santo Cristo del Consuelo. Al entrar observamos un recinto cubierto con una cúpula apuntada, con un plafón dorado en su centro del que pende una lámpara. Cada lado está adornado con molduras doradas que representan pequeños jarrones con ramos y todo el techo, con molduras también doradas a modo de cadenetas. En su lado derecho se abre un gran vano adintelado decorado por un gran frontón semicurvo ligeramente apuntado, decorado con molduras escalonadas y un friso con una amplia cornisa.
Este vano da acceso a la capilla de planta cuadrangular, cubierta por una cúpula de media naranja sobre cuatro pechinas decoradas con imágenes religiosas. Esta cúpula está decorada por un plafón en su centro en el que convergen cuatro pares de molduras lisas. Todo el anillo muestra una cornisa y los tres lados de la capilla tienen pilastras en las esquinas sobre las que descansan arcos de medio punto en los que se abren óculos con vidrios policromados bajo los que discurre una fina cornisa. El testero está presidido por la imagen de Cristo Crucificado.
A la derecha del presbiterio se halla la capilla del Sagrario, a la que se accede a través de un gran vano con arco de medio punto. Su planta es cuadrangular y en el testero se abre otro vano también con arco de medio punto, flanqueado por dos pilastras de fuste liso y capiteles inspirados en el estilo jónico. Una cornisa de varias fajas recorre todo el perímetro superior. El testero lo ocupa un gran retablo en cuyo centro hay una hornacina con arco de medio punto y molduras decorativas en todo su contorno, donde se venera la imagen de Ntra. Sra. de la Luz, a cuyos pies está el Sagrario. En cada lado se levantan dos pares de columnas de fuste estriado y capiteles jónicos sobre las que se apoya un entablamento formado por arquitrabe, friso y cornisa, un tanto alabeado. Sobre él se encuentran figuras religiosas y un cuadro de pinturas sacras con arco escarzano.
También hay que mencionar la capilla que se encuentra en el lateral derecho del templo, en la que destaca su retablo sobre el que se extiende un arco de medio punto, con una hornacina rectangular en el centro decorada con una moldura dorada en todo su perímetro, y con un pequeño arco de medio punto en la parte superior. Esta hornacina está flanqueada por dos pares de columnas de fuste liso y capiteles de orden jónico, sobre las cuales discurre un entablamento con arquitrabe, friso y cornisa, rematado con dos pináculos a cada lado, sobre el que se extiende un cuadro rectangular con pinturas de tema religioso con pilastrillas a ambos lados.
También es digna de destacar la capilla del baptisterio, con la pila bautismal y la imagen del Corazón de Jesús. Se cubre con una pequeña cúpula de base poligonal, decorada con molduras radiales pintadas de dorado, que convergen en una estrella central también dorada, en cuyo centro resalta la imagen de una paloma, alusiva al Espíritu Santo. Otras molduras decoran cada lado del polígono de la base y de las cuatro pechinas sobre las que se apoya.
Su campanario es una prolongación de la parte central de la fachada, en la que destaca el grueso cordón pétreo de líneas sinuosas que rodea la puerta de arco escarzano. El vano de la puerta está flanqueado por dos semicolumnas de fuste a modo de soga y con capiteles corintios. La torre consta de tres cuerpos, en la planta baja se encuentra la citada puerta; en el primer piso, cuyas aristas están reforzadas por cantoneras de sillares pétreos, se abre un balcón de arco escarzano y barandilla simple de hierro; sobre él se encuentra el reloj.
En el tercer piso se halla el campanario en sí, donde se abren los vanos para las campanas. Se adorna con dos pares de pilastras de capiteles toscanos en su frente, a cada lado del hueco de la campana, y dos a cada extremo de los lados. Sobre estas pilastras se extiende una cornisa con varias fajas y dentículos y todo el conjunto se remata con una bonita crestería con pináculos en sus extremos. Una puerta lateral con arco escarzano se abre hacia la calle San Francisco.
El último edificio religioso que comentaré es la capilla de la Inmaculada Concepción que se encuentra en la calle Guzmán el Bueno y que se comunica con el edifico del Asilo de Ancianos. Este edificio, en su factura actual, viene a datar de principios de siglo XX, cuando se producen grandes reformas. Cabe adscribirla dentro del estilo arquitectónico ecléctico, con los elementos neogóticos, barrocos y neoclásicos. Es de planta rectangular y consta de tres pequeñas naves separada por arcos ojivales, la central se cubre con bóveda de crucería y las laterales sostienen sendas galerías altas.
En su fachada hay que destacar su elegante portada que consta de una puerta con arco escarzano; está flanqueada por dos columnas con fustes acanalados y capiteles jónicos, levantadas sobre sendos podios. Sobre estas columnas discurre un entablamento con una gruesa y volada cornisa con dentículos y adornada por dos pináculos en cada extremo. En el centro de la parte superior se abre una ventana con arco escarzano cuyo antepecho está decorado por dos círculos con sendas cruces en medio. En cada lado de la parte alta destacan dos altorrelieves con figuras coronadas con sendos capiteles jónicos.
Todo el conjunto está rematado por una cornisa y un frontón semicurvo partido, coronado por unas molduras. Para coronar la fachada se alza la espadaña con un solo vano para la campana, decorada con una cornisa.
En su interior destaca el esbelto templete o baldaquino de estilo neogótico que preside su presbiterio, cubierto por una cúpula apuntada. Está adornado por un arco ojival y un gablete y un pináculo en la hornacina central donde se venera la imagen de la Inmaculada Concepción. A los lados se extienden unos lienzos de pintura religiosa y en la parte alta se abren dos ventanas con arcos ojivales. En las paredes laterales se hallan sendas capillas con retablos neogóticos, con arcos apuntados, gabletes y pináculos.
Una vez concluido el recorrido por los edificios religiosos, pasaré a comentar los civiles. En primer lugar comentaré el castillo de Santa Catalina. Comenzó su construcción en 1930 y acabó en 1933. Pertenece al estilo historicista, en concreto, al neogótico. Se divide en dos partes: una, a modo de torreón, en la que destacan sus dos miradores esquinados apoyados sobre sendas repisas cónicas donde se abren arcos ojivales sustentados sobre columnas y también cuenta con ventanas del mismo tipo de arcos y otras con unos ligeramente conopiales. La parte superior está adornada por una serie de arcos ojivales ciegos. El otro cuerpo es más bajo y toda su parte superior está almenada y adornada asimismo por otra serie de arcos ojivales ciegos.
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